ᴘᴀsɪᴏ́ɴ ᴅᴇ ᴄɪɴᴇ (ᴋᴀʀᴍᴀ ᴀᴋᴀʙᴀɴᴇ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ) ✓

ᴇᴘɪ́ʟᴏɢᴏ

No pudo dormir en toda la noche. Cuando sonó el despertador, se levantó destrozaba. Tomó un café y fue al trabajo.

Todo el mundo estaba muy entusiasmado en la oficina. Al parecer Karma había estado allí esa mañana, para reunirse con un ejecutivo del estudio. Emma les contaba a las otras chicas en ese instante que el actor estaba más guapo aún de lo normal.

Fue hasta su despacho y se encerró allí; tenía mucho que hacer.

Había estado leyendo un guión durante largo rato cuando sintió un estremecimiento, como si alguien recorriera su piel con una pluma. Se llevó la mano a la nuca; tenía el vello de punta.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que no estaba sola. Karma estaba dentro del despacho, apoyado en la puerta.

Durante largo rato, no hizo más que mirarlo. Parecía un pirata con su cabello largo y barba de tres días.

- Tu cabello está mucho más largo – le dijo ella sin pensar.

- Es para mi próximo papel, Barba negra.

- Él era un villano.

- Y genial – repuso él, sonriendo.

- Era cruel – replicó ella.

- Práctico.

- Insensible.

- Legendario.

(T/N) se calló. No iba a ganar. Karma era Karma, siempre sería más listo, rápido, rico y atractivo que ella.

- Te fuiste muy rápido anoche – le dijo por fin -. Te fuiste antes de que pudiéramos hablar.

- No había razón para que habláramos – repuso ella con dolor de corazón.

- Teníamos que hablar de nuestro matrimonio.

- De nuestro divorcio – lo corrigió ella.

- He impugnado el divorcio.

- ¿Qué has hecho qué?

- Soy japonés y español, no creo en el divorcio.

- Pero esto es California.

- Y tú te casaste conmigo. Quizás sea un villano, cruel e insensible, pero creo en el matrimonio como una unión sagrada...

- ¿En serio? Entonces, ¿dónde demonios has estado? Creo que no has estado haciendo nada para salvar este matrimonio...

- Me diste un ultimátum – replicó él.

- ¿Así que te vas y no vuelves a llamar?

- Intentaba darte tiempo – dijo él, encogiéndose de hombros.

- ¿Para aprender a odiarte?

- El odio se parece mucho al amor.

Ella negó con la cabeza; no podía hacerle eso ahora, no allí, no de esa manera. Le dolía la cabeza de no dormir y llorar durante toda la noche. Había luchado durante meses por minimizar el dolor, evitaba verlo en la televisión, oír hablar de él.

Se había sentido destruida cuando salió la noche anterior de la fiesta. Se había sentido vacía, distinta, cambiada, y no le gustaba.

- Éste no es el momento, Wolf, estoy trabajando...