ᴘᴀsɪᴏ́ɴ ᴅᴇ ᴄɪɴᴇ (ᴋᴀʀᴍᴀ ᴀᴋᴀʙᴀɴᴇ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ) ✓

Capítulo 41

El banquete pasó, como la ceremonia, en una serie de confusos momentos para (T/N), cuyo velo no paraba de agitar la brisa marina.

Ahora que había terminado la ceremonia, se alegraba que su estado de desconcierto le impidiera escuchar las palabras del sacerdote, y eso le hizo más llevadero el trago. Se concentró únicamente en pensar en el futuro, un futuro lejano en el que ella sería por fin alguien importante en la industria del cine. Y no porque estuviera casada con alguien poderoso e influyente, sino porque ella misma lo sería.

Los invitados no pararon de ir a saludarla durante todo el banquete. Ahora que era la mujer de Wolf Akabane, había pasado a ocupar un puesto en la sociedad. En Shino's y en la fiesta de Bathory no había sido merecedora de atención; ella no era nadie. Ahora las cosas habían cambiado, todo el mundo quería felicitarla, y abrazó a actrices que nunca había conocido, besó la mejilla de multitud de famosos y se hizo fotos con los ejecutivos más importantes de la industria.

Era una lástima que no la apreciaran por méritos propios, pero al menos todo el mundo era más amable con la ella, para tranquilidad de su familia. De hecho, para cuando bailó en brazos de su padre, sus hermanos eran ya los admiradores más fervientes de Wolf Akabane, algo que le dolía y molestaba mucho.

El banquete, igual que la ceremonia, tenía lugar en el jardín de la mansión Denzinger. Un escenario perfecto para una película de Hollywood, pero lo que estaba pasando era real.

Después de los saludos y el cóctel sirvieron la cena. Más tarde tuvo que abrir el baile con su flamante marido, algo que le destrozó los nervios.

Tras bailar con su padre y hermanos, Wolf volvió a acompañarla al centro de la pista, después de haber estado hablando de nuevo con su suegro.

- Parece que tú y mi padre han encontrado muchas cosas en común - le susurró ella entre dientes mientras Wolf la hacía girar y bailaban un vals.

- Es un hombre fascinante - le dijo Wolf.

- Quizás sólo estés intentando ganar puntos con él.

- Quizás - asintió él sin dejar de bailar -. Y tú deberías sonreír porque ahora mismo te está mirando, y lo que más le importa en el mundo es que su niña sea feliz.

(T/N) le pisó el pie a propósito.

- ¡Huy! ¡Perdón!

Wolf la agarró de la espalda con más firmeza.

- No me había dado cuenta de lo torpe que es mi amor - repuso él.

- Supongo que tú tampoco me conoces - contestó ella, sonriente -. Entiendes que esto es sólo para las cámaras, ¿no? - le dijo sin dejar de sonreír -. Estoy haciendo mi papel y me pagas por ello. No pienses ni por un momento que me gustas.

- Pero te gusto - repuso él, sonriendo aún más.

- No.

- Bueno, te gusté.

- No.

- Cariño, soy actor, pero no estúpido.

(T/N) intentó apartarse de él, pero Wolf la tenía sujeta con fuerza.

- Nos conocimos antes - añadió él sin dejar de girar y de disfrutar el vals -. ¿No lo recuerdas?

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Continuará...