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(T/N) sacudió de nuevo la cabeza. Apenas había salido con hombres. Había crecido en un aislado rancho donde no había muchas oportunidades de salir con nadie. Y a los diecinueve, cuando llegó a Los Ángeles, se le quitaron las ganas de tener novio. Todos los hombres allí eran superficiales y pocos profundos, no tenían las cualidades masculinas que más admiraba. Todos amaban los coches, los bronceados y los restaurantes caros más que nada. Y les gustaban las mujeres con pechos de silicona.

- No hay nada en mi pasado que les pueda interesar a las revistas del corazón.

Pensó brevemente en su madre, que murió cuando era joven, y en la esposa de su hermano mayor, muerta en un accidente de tráfico. Pero ésas no eran el tipo de cosas que iban a interesar a las revistas sino momentos duros de su vida privada, razones por las que había salido de Montana. Necesitaba su propio espacio e independencia. Lo que no había tenido al ser la menor de seis hermanos, todos varones menos ella.

Le parecía que perdería el control de su vida y su privacidad si aceptaba la proposición de Wolf Akabane. La seguirían, fotografiarían y molestarían continuamente.

- Haré que le merezca la pena - le dio él como si pudiera leer su pensamiento - He hablado con Koro y tus estudios. Están dispuestos a ofrecerle una importante promoción si acepta mi oferta. Y, cuando termine su labor, podrá ser la ayudante de dirección de Koro.

- ¿Ayudante de dirección? - repitió ella, obnubilada por la posibilidad.

- Sí.

Por primera vez desde que escuchó la propuesta, estuvo tentada a aceptar. La promoción le permitiría dejar de hacer cafés y fotocopias y estar de verdad metida en el proceso de creación de una película. Pero, al mirar a Wolf, se dio cuenta de que su decisión no sería tan sencilla. Wolf era un hombre, u actor tan famoso por su talento en la pantalla como en la alcoba.

Era famoso por sus conquistas, pero ella no podía hacerlo, y no lo haría. Y quizás él lo esperaba de ella. Lo miró a los ojos.

- Señor Akabane, creo que debería saber ahora mismo que no estoy dispuesta a hacer con usted escenas del sofá... No lo haré, no me han criado para ser ese tipo de mujer.

Él le dedicó media sonrisa; parecía divertirse con aquello.

- Nunca he tenido que presionar a una mujer para llevármela a la cama...

- Lo sé, pero no quiero que piense que más tarde aceptaré hacerlo...

- Señorita (T/A) , no se preocupe por eso. Perdone mi brusquedad, pero usted no es mi tipo.

Se sonrojó de inmediato, y se le heló la sangre. Nunca se había sentido tan humillada, pero era culpa suya. Estaba avergonzada, pero estaba claro que no era su tipo y que nunca querría llevarse a alguien como ella a la cama. Podría tener cualquier mujer del mundo, ¿por qué iba a elegirla a ella?

- Lo siento - repuso con voz ronca -. Pero no creo que vaya a funcionar, no soy lo que necesita - dijo, recogiendo su bolso del suelo -. Y no voy a cambiar para satisfacerlo.

Se levantó para escapar, pero él alargó la mano y la detuvo.

ᴘᴀsɪᴏ́ɴ ᴅᴇ ᴄɪɴᴇ (ᴋᴀʀᴍᴀ ᴀᴋᴀʙᴀɴᴇ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora