ᴘᴀsɪᴏ́ɴ ᴅᴇ ᴄɪɴᴇ (ᴋᴀʀᴍᴀ ᴀᴋᴀʙᴀɴᴇ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ) ✓

- Capítulo 20 -

No había conocido a nadie que se sonrojara con tanta frecuencia como ella. O que hiciera de ello una característica tan encantadora de su personalidad.

Estudió su perfil. Le costaba creer que no fuera más experimentada con los hombres de lo que decía. No podía entenderlo, viendo lo preciosa que era. La siguió mirando, reflexivo, intentando entender qué era lo que (T/N) tenía que le daban ganas de poner de verdad un cartel de "Comprada" alrededor de su cuello.

Quizás fuera por la manera en la que andaba, como una vaquera, o por su boca, que era tremendamente expresiva. No sabía que le gustaba más, su sensual boca o sus hermosos ojos (C/O), que lo miraban todo con interés.

O quizás fuera su inteligencia y su lengua mordaz.

No pudo evitar sonreír. (T/N) era una combinación letal de niña y mujer. Era divertida, sensible, orgullosa y tímida. No era como las otras mujeres de Los Ángeles, las que lo perseguían y exhibían sin pudor su disponibilidad. La sexualidad de (T/N) estaba oculta y secreta. Pero cuando la besaba, se convertía en una mujer distinta.

En su mujer.

Era tan simple como eso.

Cuando la llevó de vuelta a casa, ella se sentó tan lejos como pudo.

Para (T/N), Wolf había alcanzado nuevos niveles de vileza, comportándose como un animal.

- ¿Aún estás enfadada por el beso?

- Todo el mundo vio cómo te portaste durante la cena. Con el brazo en mis hombros todo el tiempo, como si temiera que fuera a largarme - explicó ella, disgustada.

- No temía que salieras corriendo; esos tacones son demasiado altos... Además, me gusta tocarte - añadió él -. Eres mi novia, es mi derecho.

- ¡Y así es como me siento! Estás en tu derecho de tocarme, de besarme, ¡de hacer todo lo que te apetezca! La próxima vez, ¿por qué no me orinas encima como hacen los lobos que son jefe de la manada, marcando su territorio?

Él aparcó frente a su casa y la miró sonriente.

- Es una idea bastante pervertida, viniendo de alguien con la poca experiencia que clamas, pero si es lo que quieres...

(T/N) abrió la puerta y salió del coche antes de tener que oír otra palabra.

Estaba tan frustrada, que quería gritar y, mientras se desvestía para acostarse, pensó en lo complicado que estaba siendo todo aquello. Wolf no era sólo atractivo; su personalidad y carisma también eran impresionantes, y el conjunto era más de lo que podía controlar.

Pero quería ese ascenso con cada poro de su piel. Era de un pueblo pequeño y se había criado con hermanos mayores. Sólo alguien como ella podía entender el valor de que sus grandes sueños se hicieran realidad, cuando procedía de una tierra sin oportunidades. Sólo alguien que hubiera crecido donde ella podía comprender cuánto había querido escapar de todo ello, para poder ser otra persona.

Ella había decidido mucho tiempo atrás que no quería ser como sus padres y hermanos. Quería hacer otras cosas en la vida, no sólo dejar que ésta pasara delante de sus narices sin intentar nada. Pero Wolf Akabane parecía dispuesto a cambiar sus planes.

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