Capítulo 21

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¿Dime a donde puedo correr?

Esto es un callejón sin salida

Al mirar hacia donde supongo que se encuentra el cielo

Solo puedo ver un pequeño rayo de luz

Es tu sonrisa

Aquella que por más oculta

Que por más maltratada

Y por mas ensangrentada

Siempre admirare

Mi musa celestial del dolor

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Mi cuerpo de un salto se encuentra sentado en el suave colchón, mis ojos bien abiertos reparan en un punto invisible, las horrorosas imágenes se repiten como calidoscopio de una historia de terror, pero mi respiración errática se detiene por un milisegundo cuando siento como una pequeña mano cae con sutileza en mi hombro.

Se me había olvidado que la azabache está junto a mi y tampoco había caído en cuenta de la lluvia torrencial que chocaba contra la ventana-Meli...-el suave susurro de la mujer a mi lado hace que parpadee, parece que me quedé mirando la venta que se encontraba a su espalda, su rostro adormilado me encuentra cuando giro mi cabeza en su dirección.

-Nena...-me quejo molesto-discúlpame, vuelve a dormir, todo está bien-le regalo una sonrisa cansada que desaparece cuando ella niega haciendo bailar su cabello, una pequeña comezón nace en mi mano apoyada en la blanca sábana porque el movimiento de su negación hace que un mechón de cabello se mueva sobre mi mano.

-¿sabes?-me habla con una voz ronca que hace que mis vellos se ericen-eres muy malo mintiendo-clava su oscura mirada y siento como si pudiera leer mis pensamientos.

Chasquee mi lengua, ella lo sabía-solo tuve pesadillas con algo que me persigue desde hace mucho tiempo-finalmente confieso, las palabras se escapan de mi boca sin que pueda detenerlas sorprendiéndome-ya estoy un poco cansando de eso, me está asfixiando-siento como se mueve lentamente quedando sentada al borde la cama, justo enfrente de mí.

-considero que soy muy callada por lo tal soy buena escuchando y guardando secretos-se encoge de hombros cerrando sus ojos y al abrirlos los posa sobre los míos, me muerdo el labio mientras una batalla campal se desata en mi cabeza sobre si debería contarle, pero un sentimiento de confianza y comodidad me asalta, entonces después de un suspiro me acomodo de manera torpe.

-¿tu traicionarías a tu familia por alguien?-mi pregunta parece tomara de sorpresa porque su ceño se frunce e inclina su cabeza.

-la verdad no sé en qué circunstancias tendría que tomar esa decisión-su voz es tan suave pero un escalofrío me atraviesa y siento mis manos temblar-mi madre, mi hermana y lastimosamente mi padre, son personas importantes en mi vida, entonces yo no me creería capaz de hacer eso.

-Y-yo...y-yo-cierro mi boca cuando siento el nudo en mi garganta y las lágrimas picar en mis ojos, agacho mi mirada sintiendo como la mirada de la azabache trata de buscarme, muerdo con fuerza mi labio ante la presión que crece sobre mi espalda.

-Mel-levanto mi mirada fijándola en la compresiva expresión de su rostro haciéndome soltar un suspiro entrecortado-ir a prepararte un té, necesitas relajarte-antes de que me diera cuenta desaparece frente a mi dejándome solo, escuchando con más claridad el eco de las gotas estrellándose contra la taberna, veo mi camisa en el piso junto a la cama y me estiro para alcanzarla y cubrir mi torso.

Estos episodios ya habían sucedido anteriormente, pero Elizabeth tiene un sueño muy pesado por lo cual nunca se ha dado cuenta de mis pequeños asaltos nocturnos, a diferencia de la albina, la azabache siempre esta alerta, cosa que no recordaba y que para mí mala suerte esta noche nuevamente sucedió.

-espero no haber tardado-la mujer de largos cabellos hizo acto de presencia por la puerta de la habitación y le dedique una sonrisa cansina mientras veía como avanzaba en mi dirección, mi camisa a duras pena cubría una pequeña parte de sus muslos.

El colchón se hunde a mi lado y luego vi como una taza humeante aparece en mi campo de visión-muchas gracias Nea-la recibo para empezar a beberla con lentitud por el calor del líquido.

Durante todo el tiempo que permanecí solo bebiendo el contenido de la taza, ella se encontraba al lado mío, en un silencio sepulcral y luego de terminar la bebida deje el recipiente en la mesa de noche junto a la cama-¿Puedes hablarme de tu hermana menor?-suelto la pregunta esperando una negación, pero me sorprendo cuando asiente.

-Julieth, era una hermosa niña-gira su cuerpo sentándose sobre su pierna izquierda dejando que su pie derecho se pueda balancear libremente al borde de la cama-su cabello era de un castaño claro y sus ojos eran grandes gemas color violetas-sonrío al escuchar como su voz se inunda de un amor tan puro y hermoso-si cierro mis ojos aun puedo escuchar sus risas y sentir como sus pequeñas manos acariciaban mi cabello-veo como cierra sus ojos y al abrirlos están llenos de ilusión mirándome y me deja ver como su rostro es rodeado de esa aura oscura de su largo cabello.

-¿Qué solían hacer?-pregunto corriendo un poco mi cuerpo para estar más cerca de ella, un suspiro se escapa de sus labios para que luego su lengua los repase humedeciéndolos.

-a ella le gustaba jugar a las princesas-hace una pausa formando una línea con sus labios -solía decir que yo era una hermosa princesa y la última vez que pude visitarlas me hizo prometerle que cuando volviera jugaríamos de nuevo-su voz ahora está inundada de nostalgia y por inercia tomo su mano para darle un ligero apretón.

-fuiste y eres una buena hermana mayor-le digo mientras busco su mirada-ojala yo hubiera podido ser un ejemplo para mis hermanos menores-cuando su gesto confundido se encuentra con el mío siento como todo lo que cargaba quería salir en un vómito verbal y siento como todo el llanto que había retenido quería salir.

-¿tienes hermanos?-su pregunta fue respuesta por un asentimiento de mi parte.

-pero soy todo lo contrario a ti-mis manos se aferran con fuerza a la sabana arrugándola-soy el peor hermano mayor y yo si fui capaz de hacer eso-siento como las calientes gotas se escapan de mis ojos-yo si fui capaz de traicionar a mi familia-un sollozo se escapa de mi garganta y con mis manos cubro mis ojos para empezar a llorar desconsoladamente.

De manera inesperada mi cabeza se encuentra sobre el pecho de la mujer que me acompaña, mis manos caen sobre mis muslos y siento como sus manos me acarician, pasándolas por mi cabello, peinándolo y con cierto atrevimiento lloro en su pecho, ahogando en el mismo los fuertes sollozos.

-nunca en mi vida he tenido un sentimiento tan grande como para dejar  de alguna manera a mi familia-su voz es tan suave, incluso más que antes arrullandome-pero jamás te cuestionaría por tus decisiones pasadas, todo lo que importa es el hoy porque el ayer no lo puedes cambiar-besa mi coronilla unos segundos para luego separarse-mi madre solía decirme eso, y aunque no lo aplico para mi vida quiero que sepas que nunca te señalaría.

Respiro a través de mi boca porque mis vías nasales están atrofiadas por el llanto, me acurruco en su calor corporal mientras me deleito de sus suaves manos recorriendo aquellas zonas de mi cuerpo, sintiendo como el mismo tiembla.

-Yo nunca podría acusarte y sé que llevas cargando con esto por mucho tiempo, yo caminaría por donde tu caminas, y aprendería a respirar bajo el agua si fuera necesario, ahora sé que debo cuidar a alguien más que a mí misma, porque eres tan débil de fe y de corazón que no permitiré que de nuevo te derrumbes en un lugar solitario, siempre estaré para cerrar tus heridas con un fuerte abrazo.

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Hola!!!!

He vuelto, la tardanza ha sido como lo he explicado antes por mi universidad que parece que al ser online dejan mas trabajos. 

se que despues de este capitulo la historia tendrá 1K de votos y estoy llorando, gracias por todo!

LOS AMO!!!!!! <3 

Ara

𝑬𝒍 𝒑𝒓𝒆𝒄𝒊𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝒓𝒆𝒏𝒄𝒐𝒓 (𝑴𝒆𝒍𝒊𝒐𝒅𝒂𝒔𝒙𝑶𝒄)Where stories live. Discover now