Una familia a simple vista perfecta, yo la niña rica pero nerd, que todos molestaban, mi ropa extremadamente ancha y todas estas de colores neutros.
La número 1 en todo lo que hacía, no me interesaba el amor hasta que lo conocí a él, con su palabrería y sonrisa arrogante. El animal que me drogó y me arrebato mi virginidad por una asquerosa apuesta.
Desde ese día jure que nadie más se burlaría de mi y hoy a mis 25 años era la empresaria más exitosa de toda Alemania… aunque esa no era mi nacionalidad… era la mujer más deseada no solo por mi dinero sino también por mi cuerpo.
Con mi metro 69, pelo negro lacio hasta la cintura, ojos verdes, senos medianos, nalgas grandes, cintura extremadamente pequeña enloquecía a muchos hombres. Por así decirlo tenía todas mis curvas en el sitio perfecto.
- Aika que harás hoy en la noche.
- No sé, aún tengo mucho trabajo -le dije a mi amiga.
- Aika hace mucho tiempo que no sales, desde los 21 te la pasas trabajando -dijo enojada.
- Vale, saldremos, pero sabes que desde la muerte de mi padre mi vida es la empresa, él era el único que me quería de verdad -soltando una lágrima.
- O no sentimentalismo no, desde que te conozco no te había visto así y hace 6 años ya de eso -hablo dándome ánimos- Además yo también te quiero eres la hermana que nunca tuve.
- Bueno, está bien vámonos ya.
Subimos a mi coche y nos dirigimos a mi casa…
- No creo que hallas pensado que yo saldría así -le dije a Vera.
- Y que ropa yo me pongo si soy una niña de pañales a tu lado -haciendo ojitos.
- Venga ya Drama Queen aquí tienes ropa tuya, pero sabes que hay ropa de la mía que si te sirve.
- Ok pues empecemos, no quiero llegar tarde.
- Vale.
Vera era una chica de metro 71, rubia, con unos ojazos azueles que serian capaz de enamorar a cualquiera incluso a un ciego, piernas largas y la verdad es que su cuerpo era de modelo pero con muchas más curvas… en resumen una muñequita. Ella era de nacionalidad francesa... la conocí en los 4 años que estuve allí… desde entonces fuimos mejores amiga… hermanas… y a donde quiera que yo valla ella me sigue. Yo en cambio había nacido en Sur Corea ya que a mi madre se le ocurrió la grandísima idea de darme a luz en ese país… y ahora me encontraba en Alemania. Decidí quedarme aquí ya que después de unos viajes todas las cedes de mi empresa estaban de maravillas, claro no sin antes dejar al frente de estas personas de suma confianza y que nunca me defraudarían.
- Lista?
- Lista -afirme.
- Pues…
- Que comience la fiesta -dijimos al unisonó.
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