Capítulo 16

271 25 5
                                    

  Cassius permaneció en la esquina situada junto a la panadería y volvió a llamar a Aika por teléfono, aunque si una pizca de éxito. El guardia de seguridad del portón de la casa de Aika la había visto salir a las cinco y cincuenta, pero aún no había regresado.
 
  Por su parte, la dependienta de la panadería reconoció a Aika por la descripción de Cassius. Le explicó que había estado allí comprando una docena de donuts y que se habría marchado hacía aproximadamente como 2 horas.
 
  《¿Estaría en la mansión de Maike? Si la hubiera secuestrado, ¿sería tan estúpido como para llevársela a su propia casa? No, no era ningún estúpido, eso muy bien se conocia, aunque sí lo suficientemente arrogante para hacer algo así》. Acortó la distancia cruzando por la avenida Nevski en dirección a la casa de Maike que quedabaa tan solo 3 cuadras.
 
  El del portón leía el periódico de la mañana, sentado en un cómodo sofá. Cassius le mostró la placa policial.
 
  - ¿Está Maike?
 
  El hombre le hecho una ojeada a la identificación, dobló el periódico y cogió su carpeta. Cassius giró sobre sus talones mientras el hombre se concentraba en buscar en la hoja de registro.
 
  - El señor Nollen se marchó anoche a las nueve y cuarenta y que no volverá hasta mañana.
 
  - Ya sé que salió anoche, pero ¿lo ha visto usted desde entonces?
 
  - No -respondió el guardia con la cabeza - pero podría haber entrado por el garaje y haber entrado directamente. El garaje es subterráneo y no tiene que pasar por aqui.
 
  - Vamos - indicó Cassius mientras apuntaba a la mansión de Nollen - tengo una autorización para revisar su casa. Ya que se le acusa por el posible secuestro de una mujer
 
  - Yo no sé nada de eso - el hombre llamado Ezequiel se humedeció los labios con nerviosismo - no me a mostrado la orden.
 
  - No si creo que alguien puede estar en peligro. Venga - Cassius pensó que por su aspecto y su forma de hablar debía de parecer un loco, pero no le importaba.
 
  Mientras iba en dirección a la mansión , se acordó del equipo de vigilancia por primera vez. Lo habrían visto ir a casa de Maike. 《Mierda, ¿qué es lo que me pasa? Mierda. Bueno, si Aika no está en casa de ese mafioso, yo mismo llamaré al teniente. Si quiere despedirme, que lo haga. Pero tengo que encontrar a Aika》
 
  En cuanto se detuvo en frente de la puerta, Cassius apresuró al guardia para que abriera la puerta de Maike.
 
  - Adelante. Ábrela.
 
  Ezequiel se sacó el llavero del bolsillo, escogió una llave y se quedó parado, claramente indeciso.
 
  - A lo mejor debería llamar al jefe de seguridad.
 
  Cassius le arrebató la llave de las manos y la introdujo en la cerradura.
 
  - ¡Oiga! - protestó el guardia - Usted no puede...
 
  Cassius se sacó la pistola de la funda y Ezequiel salió se quedo quieto en su lugar. Después de respirar profundamente y con la automática preparada, abrió la puerta de par en par. La casa estaba vacía. Registró con rapidez todos los lugares de la mansión. Allí no había nadie.
 
  - ¡Mierda! - maldijo mientras echaba un vistazo al dormitorio principal.
 
  Había llegado el momento de informar al teniente y a la capitana García de la desaparición de Aika. Se sacó el móvil de la chaqueta y empezó a hacer las llamadas.
 
  La limusina negra circulaba ahora por la M10. Aika logró mirar el reloj. Llevaban más de dos horas de viaje. Maike había mencionado una cabaña de pescar, pero ¿dónde estaría? La carretera M10 ¿Se referiría Maike a alguna cabaña de por alli?
 
  Miró a su captor, que llevaba kilómetros sin hablar, aunque sin dejar de mirarla un momento.
 
  - ¿Adónde vamos? ¿Me llevas a Moscú?
 
  - ¿Se lo digo, Lara - Maike sonreía - o dejamos que sea una sorpresa?
 
  La muñequita, que sabía perfectamente que se lo había preguntado como si se tratara de una niña o una mascota, no respondió.
 
  - Aika, necesitamos un lugar tranquilo en el que se pueda desarrollar nuestra relación, un sitio en el que no nos moleste nadie. En donde pueda hacerte lo que se me venga en gana.
 
  Aquellas palabras le revolvieron el estómago. Menos mal que no había desayunado. De repente la limusina salió de la autopista. Aika miró por la ventana para ver hacia dónde se dirigían. En los carteles se leía 《carretera 22, este》. Entonces supo que iban al bosque de Jimki. Se volvió para mirar de nuevo a Maike, que se carcajeaba ahora al ver la expresión de su rostro.
 
  - Eso es. Tú y yo rodeados de varios cientos de miles de hectáreas de bosque.
 
  《Dios Santo. Puede hacer conmigo lo que quiera y nadie se enterará jamás. Tengo que huir como sea》
 
  - ¿Podemos hacer una parada? -pidió - Necesito ir al baño ya y no es un juego.
 
  La sonrisa de Maike se convirtió en una mueca maliciosa.
 
  - No, tienes que aprender a ser disciplinada. Aguantarte cuando quieres ir al baño es una forma de practicar. Llegaremos en cuarenta minutos. Siéntate y relájate.
 
  ^^^^^^
 
  Cassius esperó en la calle situada enfrente de la casa de Aika a que Max lo recogiera. Ya había comprobado que todos los autos estaban en el garaje. Fuera lo que fuera lo que había ocurrido, ella no estaba al volante en ese momento. Minutos después ya Cassius se encontraba dentro del auto con Max
 
  - ¿Has descubierto algo? - preguntó Cassius al tiempo que se abrochaba el cinturón de seguridad.
 
  - Anoche hubo un gran concierto en Zaryadye - Max giró hacia el carril rápido del centro y continuó - Como en teoría Maike estaba fuera, se llevaron a los chicos de vigilancia a ayudar a controlar a la gente del concierto. Según, consta, el puesto estará sin vigilancia hasta las nueve de esta mañana.
 
  - ¡ Maldita sea, joder! El cabrón se ha llevado a Aika en plena calle. Un dependiente ha visto una limusina negra salir acelerando de aquí aproximadamente a la misma hora.
 
  - Vamos a encontrarla. Sabes que vamos a encontrarla - Max lo miró hasta que Cassius se volvió hacia él.
 
  - Ya sé que vamos a encontrarla, lo que me preocupa es cómo vamos a encontrarla.
 
  Cogió el teléfono para llamar a la capitana.
 
  Pensó que si sabían que Maike iba en la limusina, podrían lanzar una señal de aviso por radio y emplear las cámaras de tráfico para dar con él.
 
  Durante el mes que la unidad de operaciones había estado observándolo, Maike había llevado una vida muy a la suelta. Había estado en unos diez lugares distintos, siempre los mismos: su casa, su despacho, un par de bares en, una casa en el barrio donde se celebraban unas juergas tremendas y los casinos. Puede que se hubiera llevado a Aika a la casa que tenía en el sur de Moscú. Podían llegar allí en veinte minutos.
 
  Max interrumpió sus pensamientos.
 
  - Salimos a la carretera setenta y cinco, ¿qué dirección tomo?
 
  - Ve hacia el sur - respondió Cassius - Vamos a comprobar si está en la casa situada en su zona privada.
 
  - Vale. Puede que para cuando lleguemos García tenga ya alguna señal del móvil de Aika.
 
  Aika estaba cada vez más desesperada. Habían abandonado la autopista y ahora circulaban por una carretera desolada. A nadie se le ocurriría buscarla por allí. Necesitaba un plan, pero ¿cuál? Sin contar con la debilucha de Laraa, se enfrentaba a cuatro hombres.《Tengo que centrarme en entretenerlo el mayor tiempo posible. Cassius me encontrará. Sé que lo hará》 se dijo.
 
  - Estás muy callada, Aika Lombardo - comentó Nollen con voz susurrante - ¿Te aburrimos? A lo mejor deberíamos tratar de entretenerte - Se volvió hacia la chica que tenía al lado - Lara, Aika está aburrida. Hazle una mamada a Alexis.
 
  Aika se quedó boquiabierta, no podía creer aquello y el matón que tenía a su izquierda se revolvió.
 
  Sin mediar palabra, la chica se levantó, se acercó al ex marine y se agachó frente a él. El tipo separó las piernas y
  ella se arrodilló a sus pies e hizo el ademán de bajarle la cremallera, pero él le apartó las manos.
 
  Mientras Aika observaba horrorizada y asqueada, él se desabrochó el pantalón y se sacó la polla, que sólo estaba semierecta.
 
  Aunque miró a otro punto de inmediato debido a lo encolerizada que se encontraba, la visión de Maike y del tipo del mareo sonriendo lascivamente ante la escena que se desarrollaba delante de ellos resultaba tan desagradable como la de Lara y el ex marine. Aika cerró los ojos y empezó a maldecir.
 
  - ¡Aika! -la voz de Maike sonó como un latigazo - Abre los ojos y mira, si no quieres que te folle aquí mismo - Ella abrió los ojos y Maike continuó hablando, en un tono lascivo- Después de todo, Lara está actuando para ti. Fíjate en su técnica. Te vendrá bien para luego. O no si casi se me olvida, tu eres una completa experta.
 
  Aika se volvió lentamente para mirar a la chica. Lara apoyaba las manos sobre los muslos del tipo mientras se entretenía en lamerle la polla. Aquel tipo la miraba con los ojos algo dispersos y mantenía los puños en sus costados. El miembro estaba ahora completamente erecto y su respiración cada vez era más ruidosa.
 
  - Ya lo has entretenido bastante, Lara. Mámasela.
 
  Aika nunca había sentido tantas ganas de partirle a alguien la cara como en ese momento, mira que ella no era de tener mucha paciencia y Maike abusaba de esto. Hubiera querido golpear a Nollen. Aquella arrogancia, aquella voz exigente, esa expresión de sorna... Lo odiaba.
 
  Laraa no dio señales de haberlo escuchado, sin embargo, se introdujo el miembro del ex marine en la boca con la mano derecha. El matón empezó a dar empellones al tiempo que cogía a la chica por el pelo para mantenerla quieta. 《Sólo la utiliza como un recipiente para su semen - Aika tenía la piel de gallina - Esto es horrible》
 
  El olor a sexo impregnaba el interior del coche y sintió ganas de vomitar. Consciente de que aquella escena mantenía excitado a Maike, mantuvo los ojos fijos en Laraa. No quería darle una razón para que centrara su atención en ella.
 
  Alexis movía las caderas a un ritmo frenético. Los sonidos de quejas que la chica emitió al tragar quedaron ahogados por el grito contenido del matón, el cual se quedó estático antes de desplomarse contra el respaldo del asiento.
 
  Lara continuó chupando y tragando unos segundos más antes de retirarse de la polla, ya flácida. Luego miró a Msike 《para buscar su aprobación》 pensó Aika.
 
  El mafioso se dio unas palmaditas en el muslo y Lara volvió para arrodillarse frente a él. El delgadísimo cuerpo de la chica rozó las piernas de Aika que necesitó de toda su fuerza de voluntad para no encogerse al contacto con aquella joven sumisa.
 
  - Buena chica - la felicitó Maike, de nuevo como si le hablara a un perro. Luego le acarició el pelo sin prestarle demasiada atención mientras observaba la cara de Aika, que se mantuvo quieta para evitar mostrarle cuánto la había afectado aquello.
 
  - ¿Te hemos entretenido, Aika? Espero que hayas tomado nota. Antes de esta noche, voy a tenerte sirviéndonos a mí... y a mis hombres.
 
 

    

Йой! Нажаль, це зображення не відповідає нашим правилам. Щоб продовжити публікацію, будь ласка, видаліть його або завантажте інше.

Йой! Нажаль, це зображення не відповідає нашим правилам. Щоб продовжити публікацію, будь ласка, видаліть його або завантажте інше.
Ƭ០⩏¢Ϧ  ៣៩ #PGP2022✅️ dyjawards24Where stories live. Discover now