Capítulo 17

295 24 9
                                    

  Una mujer abrió la puerta en la casa. Sólo llevaba un camisón transparente. No parecía sentir curiosidad ni preocupación alguna porque la policía hubiera estado dando golpes en la puerta de su domicilio antes de las ocho de la mañana. Cuando Max le preguntó si podía entrar y echar un vistazo, no protestó ni le pidió siquiera que le mostrara la orden de registro.
 
  Se quedó quieta mientras sujetaba la puerta bien abierta fumando tranquilamente.
 
  Una primera ojeada le bastó a Cassius para confirmar que la mujer estaba sola. Cuando le preguntó cuándo había sido la última vez que había visto a Maike, ella lo miró con ojos apagados y respondió.
 
  - ¿A quién?
 
  De nuevo en la entrada, Max le agradeció su amabilidad y la mujer le correspondió con un portazo.
 
  Los dos hombres bajaron, uno al lado del otro, por el camino que llevaba hasta el auto.
 
  - ¿Y ahora qué? - quiso saber Max.
 
  - No se me ocurre dónde más podemos buscar - Cassius sintió como el corazón se le estrujaba - No creo que la haya llevado a un lugar público como su despacho, una habitación de hotel o un bar.
 
  A Max le sonó el móvil y Cassius tuvo que contenerse para no quitárselo de las manos. Esperó con impaciencia dando golpecitos en el capó del vehículo hasta que su amigo terminó la llamada - Volvamos a la Central en el auto - dijo Max nada más colgar - ¿Cómo? - Cassius se contuvo y se metió en el auto.
 
  Cuando ambos se hubieron abrochado los cinturones
  de seguridad, Max arrancó rumbo a la central
 
  - Mierda, joder Max, ¿qué es lo que ha dicho?
 
  - Han encontrado el móvil de Aika. Estaba encendido y la compañía ha logrado interceptar la señal. Nuestros hombres lo han localizado justo en el desvío que lleva a la M10. Han debido de tirarlo por la ventana. Le pasaron un pañuelo para borrar las huellas.
 
  Cassius sintió que un dedo helado le tocaba la espalda, justo entre los omóplatos.
 
  - Joder, Max. ¿Qué hacemos ahora?
 
  - Tranquilo, hombre. Tenemos varias pistas. Sabemos, por el teléfono, que se dirigían hacia el este. Puede que Maike tenga otra casa aquí, en el bosque - la voz de Max sonaba segura.
 
  - No tenemos ni idea de dónde está esa casa imaginaria. Y tampoco sabemos si Maike tiró allí el móvil para confundirnos- Cassius se golpeó la frente con el puño.
 
  - Ester tiene un par de alternativas —continuó Max - Está haciéndose con todas las cintas de grabación del tráfico de la vía rápida y tiene a la fiscalía del distrito tratando de conseguir una orden para consultar los informes de localización por GPS de la limusina de Nollen que tienen en la compañía.
 
  Cassius recuperó algo de esperanza
 
  -¿La limusina tiene GPS?
 
  - Sí. Y eso nos va a llevar directos a ese cabrón.
 
  -Podríamos ir a la compañía para convencer al dueño de que sea de más ayuda - sugirió Cassius.
 
  - No, Cassius —respondió Max al tiempo que negaba con la cabeza - Esto hay que hacerlo sin saltarse las reglas. Por el bien de Aika - añadió dándole a su amigo unos golpes en la espalda- Tu primo esta tambien en la investigación. Por ahora vamos a esperar a estar en la central. Puede ser que tengan algo cuando lleguemos.
 
  ^^^^^
 
  La limusina avanzó muy lentamente dando tumbos por la carretera sin asfaltar. El enorme coche negro atravesó un camino de seguridad. A los lados aparecieron sendas hileras de árboles que, a pesar de ser ya pasadas las ocho y media de la mañana, cortaban los rayos de sol y formaban sombras sobre el barro del camino.
 
  - Casi hemos llegado, Aika - avisó Maike - El claro está a la vuelta de esta curva.
 
  La limusina dio un giro cerrado y la carretera se ensanchó. Aika cerró los ojos cegada por la luz brillante que golpeó el coche al abandonar la protección de los árboles. Ante ellos apareció un lago y en la orilla de enfrente se podía observar una casa moderna de dos pisos construida con madera de cedro y cristal, rodeada por un porche amplio bajo el cual había unos bancos corridos.
 
  En la corta distancia que separaba la casa del lago había una cuesta que bajaba hasta el agua, donde se distinguían dos muelles: uno con una lancha con techo y ell otro con un barco de pesca.
 
  - Es preciosa, ¿verdad? - presumió Maike como siempre presumiendo - le hice una remodelación hace unos años.
 
  - No es por nada Nollen, pero hasta la casa de mi perro esta más bonita que esta - Aika queria sacarlo de quicio.
 
  El vehículo se aproximó a la casa muy despacio por el camino que llevaba hasta ella. Aika se inclinó para ver mejor. Habían talado los árboles en un radio bastante amplio alrededor del lago y de la vivienda, de modo que la luz del sol lo bañaba todo. Las enormes ventanas daban al agua y prometían unas impresionantes vistas desde el interior. Fuera, los patos nadaban plácidamente en las tranquilas aguas a la espera de que saltara algún pez.
 
  - Dejame advertirte que el lago está repleto de peces- alardeó - Yo he pescado una gran cantidad de más de cinco kilos con un sedal que resistía los cuatro y medio.
 
  Aika no era ajena a lo tonto se aquella situación, presumiendo de la casa a la que la había conducido para torturarla y violarla.
 
  - Es muy bonito el logo - dijo sin disimular su admiración- Es lo único que me gusta, pero fuera de eso llévame a dar una vuelta para conocer la propiedad antes de ser violada y torturada
 
  - A lo mejor, puede ser luego - respondió Maike - Ahora tenemos otras cosas más importantes que hacer.
 
  El chófer, aparcó la limusina junto a la casa.
 
  - Pues ya hemos llegado, Aika - anunció Maike sin ocultar la ansiedad en su tono- Hogar, dulce hogar.
 
  ^^^^^
 
  - ¿Qué coño es eso de que están en el condado cerca del bosque Jimiki? - exclamó Max .
 
  Kadim, el dueño de la compañía de seguridad de vehículos de lujo, se encogió de hombros y señaló la pantalla del GPS.
 
  - Mírelo usted mismo. Según el sistema, se encuentran en algún lugar entre el bosque Jimiki y Moscú.
 
  - Pero ¿y eso? - preguntó la capitana Ester - ¿Qué sentido tiene irse hasta allí?
 
  - Necesita un lugar tranquilo en el que imponerle a Aika disciplina - contestó Cassius - Tenemos que llegar allí lo antes posible joder.
 
  El teniente Paul habló por primera vez desde que habían llegado a la oficina de la compañía.
 
  - Esa área queda fuera de nuestra jurisdicción. Tenemos que ponernos en contacto con el FBI o con la policía de ese lugar. Nosotros como brigada anticrimen no podemos ir así como así.
 
  - ¡No, Joder! - protestó Cassius - No metáis en esto a los malditos federales. Seguro que logran que la mate o algo peor.
 
  La capitana Ester tomó a Kadim por el brazo y lo acompañó hasta la puerta.
 
  - Muchas gracias por su ayuda, señor Kadim. Ahora necesitamos unos minutos para decidir qué medidas adoptaremos.
 
  Una vez que el dueño de la compañia se hubo marchado de la habitación, se dio comienzo a la conversación de verdad. Ninguno de los miembros de la Brigada quería meter a los federales, de modo que acordaron que el teniente Paul llamaría al agente especial del FBI Moscú que había una denuncia de desaparición, sin darle detalles. Así habría pruebas de que habían notificado al FBI un posible secuestro, aunque Paul trataría de no insistir en lo de 《posible secuestro》
 
  - Esperemos que podamos solucionar todo esto hoy mismo. Si no, tendremos que incluir al FBI mañana - advirtió Ester.
 
  - ¿Podemos empezar ya? - rogó Cassius - Ya son más de las diez. Tenemos que ir a Moscú.
 
  Ester se dirigió a Paul:
 
  - Avisaremos a la policía de ahí cuando estemos de camino.
 
  El teniente asintió.
 
  - De acuerdo. Pero si creemos que puede producirse un enfrentamiento, deberíamos contar con el Equipo de Armas e inteligencia. Ese lugar no cuenta con los recursos suficientes para una operación de ese calibre.
 
  - Sí, pero no podemos presentarnos ante la puerta del jefe de la policía con un batallón de soldados - replicó Ester.
 
  - Bueno, pues entonces tenemos que conseguir que él nos pida que los llevemos con nosotros - concluyó Cassius - No va a querer poner a sus hombres en peligro frente a un desgraciado tan listo como Maike. ¿Podemos irnos ya?
 
  - Di' Fiore tiene razón - apoyó Paul- Se tarda dos horas en llegar. Ya pensaremos los detalles por el camino.
 
  - Larguémonos ya - apresuro Cassius.
 
 
 

      

Hoppla! Dieses Bild entspricht nicht unseren inhaltlichen Richtlinien. Um mit dem Veröffentlichen fortfahren zu können, entferne es bitte oder lade ein anderes Bild hoch.

Hoppla! Dieses Bild entspricht nicht unseren inhaltlichen Richtlinien. Um mit dem Veröffentlichen fortfahren zu können, entferne es bitte oder lade ein anderes Bild hoch.
Ƭ០⩏¢Ϧ  ៣៩ #PGP2022✅️ dyjawards24Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt