Introducción

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—... Y por eso mi mamá es la persona más especial que he tenido en mi vida—.

—Muy bien Tyler—Dijo la maestra mientras los demás aplaudían. Tyler tomó su cartulina y la enrolló—Pasa a tu lugar—La maestra revisó la lista—Bien, Natalie.

Me puse de pie. Mis manos sudaban. Caminé lentamente hasta llegar al frente del salón de clases. Tomé aire.

Todos mis compañeros me veían ansiosos de hacer burlas y comentarios divertidos.

Miré a Tyler que hacia el máximo esfuerzo por meter su cartulina a la mochila, logrando arrugar y romper el cartón. Parecía un niño pequeño intentando de todo y enojándose de sí mismo por no lograr conseguir su objetivo.

Sonreí.

—Natalie—Me miró la maestra esperando a que comenzará con mi exposición.

Estábamos en quinto año. Tenía diez años. Él era más grande que yo por meses. Cumplíamos el mismo día, y éramos los mejores amigos.

Tomé aire de nuevo. Sentí la sangre correr por todo mi cuerpo. Estaba nerviosa.

—Yo...—De mi boca salió un hilo de voz que nadie escuchaba más que la maestra.

—Más fuerte, querida—Dijo.

Carraspeé la garganta tratando de aclarar mi voz para no hacer el ridículo de nuevo. Empecé a jugar con los dedos de mis manos, esperando que sirviera de distracción.

—Yo... Eh—Me temblaba la voz. Mi ritmo cardíaco aumentaba y sentía la presión hasta arriba. Bajé la mirada a mis zapatos color rosa—Yo... Mi...—Levanté la vista. Tyler me estaba mirando. Tenía ambos codos sobre su pupitre para mantener su cabeza apoyada sobre las palmas de sus manos. En su rostro se dibujaba una sonrisa juguetona que se contagió. Entonces supe que todo estaba bien. —La persona más especial que he tenido en mi vida es mi mamá...—Seguí hablando.

Estuve todo el tiempo mirando a Tyler, quien hacia caras graciosas que me hacían reír y sentirme menos presionada.

Estaba mejor.

Dejé de jugar con mis dedos, dejé de mirar a los demás y me concentré solo en él.

Era divertido.

Me sentía segura.

Tyler era muy especial para mí y lo quería mucho.

No sabía que hacer sin él y a veces creía que él pensaba lo mismo conmigo.

Nadie Más ©Where stories live. Discover now