𝐔𝐧𝐨

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- Felix, No debes hacer esto - habló el mayor quien llevaba en sus manos los libros que utilizaría para sus clases. al lado suyo estaba Lee Felix, uno de sus compañeros de clase que por alguna razón siempre estaba para ayudarlo en todo, Pero el mayor no se negaba, sólo que en algunas veces intentaba qué Felix no se viera obligado en hacer ese tipo de cosas.

- No se preocupé hyung, me gusta ayudarlo - sonrió dulce.
entre sus manos llevaba la mayoría de libros que le pertenecían a Seungmin, el mayor insistió en llevarse todo él pero Felix no se rindió y al final término llevando casí todo.

Seungmin sabía que el pecoso no lo hacia de mala manera ya que Felix le confesó mas de una vez que lo admiraba demasiado y que por eso siempre estaba a su favor, según él era la "obligación de un menor."

o bueno, Esa era la versión de la historia que sabía.

La realidad era que Felix creía que la mejor manera de ganarse el corazón del mayor era estar para él, en cualquier momento y para cualquier cosa. no le importaba nada más que hacer feliz a Seungmin. sí el quería algo lo obtendría, sí el no se llevaba bien con alguien Felix se encargaría que esa persona no se acercara a su hyung, era un chico algo intenso pero al final del día lo hacía por el amor que sentia, ¿no?

Nadie más de aquel instituto sabía que Felix estaba secretamente enamorado de Seungmin, tan solo miraban como constantemente el rubio se encontraba detrás del castaño.
la mayoria lo consideraba tierno y una forma de mostrar respetó, mientras que otros sólo lo miraban como un tipo de mascota.

Kim Seungmin era popular, eso no se podía negar, pero el nunca estuvo muy interesado en ello. tenía buenos amigos y era invitado a una que otra fiesta o salida con amigos, además que la mayoría de chicas lo consideraban muy atractivo, apesar de todo eso era un chico muy tranquilo y estudioso.

Felix era lo contrario, amaba ser el centro de atención y realmente lo era, todo lo que quería lo conseguiría sí o sí. a la vez, tambien era conocido por tener un físico atractivo, aún sabiendo que tenía muchas chicas detras de él, solo tenia ojos para Seungmin.

Se le consideraba un chico de corazón amable y sus acciones eran de todo un caballero, así que eso era lo que todos miraban, un chico lindo y amable.

pero detras de toda esa cortina de mentiras falsedades se escondía su verdadera y cruda personalidad que podría aterrar a cualquiera.

Felix no tenía padres, era huerfano y tan sólo vivía con su tía quién nunca estaba en casa pues su trabajo la mantenía todo él día en el sin poder tener tiempos libres, así que el menor se quedaba completamente sólo por largos periodos de tiempo, resultando en sentirse solo todo el tiempo aún así estuviera rodeado de gente.

Pasó los primeros años de su infancia en una familia algo disfuncional, Su padre era muy frio con él y su madre era cariñosa con el. Aún así, Le enseño algunas cosas que no eran totalmente normales para un niño de su edad, Entre ellas le mostró un forma de quitar manchas y lo acostumbró a usar guantes para limpiar muy bien todo lo qué fuera a utilizar. Nunca pudo entender con certeza por qué tenía que hacer ese tipo de cosas, Pero al pasar de los años comprendió todo mejor. Su padre nunca se enteró de las cosas que aprendió junto a su madre, Ya qué como lo mencionaba, Él nunca estuvo interesado en su hijo.

Luego de la muerte de ambos, Su Tía lo llevó hasta su hogar para darle un techo y compañia, Pero la verdad es que nunca estuvo presente para escucharlo, Así qué se acostumbró a mantenerse distanciado de todos sus familiares.

A sus quince años ya tenía un forma de pensar sobre la gente muy podrida, No había nadie que realmente le importará. Podría mostrar una sonrisa, Pero por dentro estaba siendo consumido por todos sus problemas, El único que lo hacía olvidar lo terrible que era su vida era aquel chico alto de lindo rostro. Amaba tanto a Seungmin que no se daba cuenta lo enfermó que se volvió ese sentimiento, En repetidas ocaciones robaba sus plumas y en otras ocaciones tomaba las sobras de comida qué el mayor dejaba de lado, Hacía todo esto sin que nadie notara nada, Ni si quiera el propio Seungmin. Se sentía tan bien tener entre sus manos los objetos que el mayor utilizaba, Era una forma de sentir que el estaba ahí, Una forma muy terrorífica.

Algo que él menor odiaba con todas sus fuerzas eran las chicas que mandaban cartas de amor a Seungmin. La mayoría de cartas no llegaban nunca al castaño, Felix de alguna forma conseguía tenerlas y las escondía o en otras veces las rompía. Sólo unas tres llegaron a las manos del alto y aún que Seungmin intentó acercarse aquellas chicas, Ellas por alguna extraña razón no volvieron juntarse o ver al mayor. Sólo había una respuesta sobre este comportamiento tan extraño, La cual era qué el pecoso las amenazó y las obligó alejarse, Si no lo hacían, Se arrepentirían.

Las pobres adolescentes intimidadas hicieron caso en no volver hablar con el castaño, Tenían miedo de lo que Felix pudiera hacer. Su apariencia y falsa personalidad eran muy amigables, Pero cuando hablaba con su verdadero ser, Daba más que pavor. Su forma de manipular era muy buena, Sabía como mantener calladas a sus víctimas y gracias a la imagen de niño tierno nadie nunca sospecharía.

Estaba totalmente enfermo de amor por Seungmin, Y haría cualquier cosa para hacerlo de su propiedad.

Lovely yandere » Seunglix. Where stories live. Discover now