19. Aaron - "Hacia tierras hostiles"

2.3K 345 287
                                    

Han pasado dos semanas desde que intimé con Maurice por primera vez. El tiempo ha transcurrido con lentitud, pero cada día me siento un poco más cerca de David. Dentro de nada saldré en su búsqueda y lo aniquilaré gracias a la cooperación del cómplice al que ya no puedo ver con los mismos ojos.

A pesar de la incomodidad que ha surgido entre nosotros, Maurice ha hecho un buen trabajo: ya nos consiguió un modo de abandonar el Nuevo Arkos sin levantar sospechas ni ser descubiertos. Ha decidido ir conmigo, el pobre está tan enamorado de mí que es capaz de hacer cualquier cosa con tal de contentarme, incluso fingir que le gusta cuando soy rudo con él al coger.

Puede que sí lo disfrute, porque está tan enfermo como yo, pero sé que su amor por mí es mayor que el deseo. Lo noto en sus ojos cada vez que me mira. No tiene idea de que para mí no es más que una fuente de placer y un facilitador de mi venganza.

Ya no puedo considerarlo un amigo, no después de las atrocidades que hemos hecho en la cama. Sin embargo, aunque nuestros encuentros sexuales ponen nuestras vidas en peligro, los necesito para alimentar al monstruo que llevo dentro y para mantener contento a mi mano derecha. Además, aunque me cueste aceptarlo, nada me produce más satisfacción que unos minutos de sexo violento junto a otro hombre.

Odio admitir que lo gozo, pero sé que se debe a la maldita enfermedad cuyos impulsos no puedo combatir hasta curarme y, a decir verdad, no quiero ser curado, al menos no antes de cumplir una de mis mayores metas.

En cuanto a Maurice, prometo darle fin a nuestros encuentros y a nuestra relación una vez que acabe con mi gran pesadilla, porque nunca seré capaz de sentirme a gusto con quien fue mi mejor amigo después de compartir un secreto tan grotesco como el de nuestra enfermedad. Por su bien y por el mío, tenemos que alejarnos.

Por desgracia, aún nos queda mucho por hacer juntos. Esta noche efectuaremos el primer paso de mi venganza: secuestraremos a Paul, el hermano menor de David.

Sé de la existencia del chico desde hace mucho tiempo. No fue difícil averiguarla, bastó con pagarle a la gente adecuada para investigar a David y así acceder a un expediente completo acerca de su familia. Resulta que él nació en Libertad. Pensé que sería una escoria proveniente de alguno de los asentamientos no registrados de Arkos, no esperaba que perteneciera a la ciudad en la que yo debí nacer.

¿Cómo fue que alguien criado en un ambiente privilegiado acabó convirtiéndose en un terrorista? ¿Por qué motivo traicionaría a sus líderes y buscaría asesinar y profanar a los futuros gobernadores? No se me ocurre nada excepto que se trata de un acto de maldad.

Es irónico que yo hable de maldad cuando esta corre más fuerte que nunca por mis venas. Puedo sentir su poder, es tan grande que en cualquier momento me hará estallar y me convertirá en un psicópata, pero eso dejó de importarme. Ser bueno no me hará olvidar a David, tampoco me ayudará a obtener el amor de Doménica. Fui bastante cariñoso con ella desde que nos conocimos y aun así me rechazó.

Logré recordar lo sucedido en su oficina días después, y la verdad es que me arrepiento de faltarle el respeto, pero no de haber estado a punto de acabar con Thomas. Ese malnacido me ha tocado las narices durante mucho tiempo. Cuando por fin mi padre me anuncie como su hijo y como futuro gobernador ante toda la nación, haré lo posible por liquidar a Thomas sin dejar rastros ni evidencias e intentaré enmendar las cosas con Doménica. La necesito a mi lado en mi camino hacia la Cúpula. Nadie excepto ella es digna de convertirse en la esposa de un líder.

Mi padre está tan ansioso como yo por mi ceremonia de nombramiento como futuro líder. No obstante, me ha advertido que los civiles no me darán el visto bueno al comienzo, pues crecí en el Sector G, lugar que han repudiado toda su vida. Papá dice que tengo que ganarme el amor y la confianza de la población, y es algo en lo que ya estamos trabajando. Haremos campañas que recurrirán a la lástima y otras en las que se remarcará que, como he sido parte de ambos mundos, tanto el de la pobreza como el de la riqueza, sabré cuáles son las necesidades de nuestra gente. Estoy empeñado en convertirme en el mejor mandatario que este país haya conocido, o al menos uno tan bueno como mi padre.

Renacidos [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora