𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖚𝖆𝖙𝖗𝖔

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Más aullidos volvieron a sonar haciendo a Bambam despertarse, maldijo internamente el haberse quedado dormido. Tomó impulso de la espalda del lobo y se levantó, sacudió sus ropas de la nieve que tenía y miró a los lobos.

– ¿Acaso otro lobo cayó al río? – preguntó irónicamente.


"Si" respondió el lobo gris mostrándose ansioso. 


Un segundo aullido sonó, luego un tercero, cuarto...


"Cuatro lobos más han caído al rio" Bambam abrió un poco más los ojos, pensando si eso era cotidiano en todas las noches. "Esto no es normal" el lobo café aulló buscando respuestas.


– Soldado, dígame ahora mismo que es lo que está sucediendo.


"Les tendieron una trampa" respondió el lobo gris "Quieren deshacerse de los lobos"


"Tenemos que ayudarlos" dijo el lobo café.


– De acuerdo, vayamos – dijo Bambam en dirección hacia su caballo.

Pero antes de que pudiera desamarrar las riendas del tronco, el lobo gris lo detuvo acercándose a él.


"Es tarde. El caballo no irá tan rápido debido al terreno irregular y el aire lo lastimará. Súbase a mi lomo"


– Pero...


"Súbase, no hay tiempo" y sin seguir renegando, el lobo se acostó en el suelo para que Bambam pudiera montarlo "Cubra su cara con el pelaje, trate de respirar el aire helado lo menos posible" Bambam hizo caso y cuando el lobo empezó a correr, escondió su rostro en su pelaje.

La nieve caía furiosamente entre más se acercaban al río, corrían cuesta arriba donde el río empezaba a descender, éste se encontraba completamente congelado desde hace días, en unas partes era más frágil que otras, ya que la gente solía pescar o los animales que pasaban aflojaban el hielo. Los lobos corrían lo más rápido que podían, acercándose a su objetivo, tan inmersos en salvar a sus hermanos de la guardia que no se dieron cuenta que otro lobo corría a unos cuantos metros al lado de ellos, acercándose con más rapidez.


"¡Cuidado!" gritó el lobo café a su amigo que estaba a su lado derecho.


Bambam volteó hacia el otro lado, perdiendo de vista al lobo café, y miró con trabajos a causa de la nieve al lobo que tenía a su lado, empujándolo fuertemente de su cabeza. El lobo gris perdió el equilibrio y cayó colina abajo junto con Bambam.

Bambam rodó cuesta bajo, su cabeza chocó con una roca y quedó inconsciente. El lobo cayó un poco más lejos al ser más pesado, pero pudo levantarse.

El lobo café ya se encontraba en posición de ataque frente al lobo enemigo. Era algo grande, de colores cafés y negros mezclados. El lobo café le gruñía con odio; el lobo enemigo sacaba espuma por la boca, creyó que la nieve distorsionaba su vista al verle espantoso, el lobo enemigo corrió contra el café, pero el lobo gris llegó en el momento adecuado y lo tumbó, empezándole a morder las patas y lomo.

Los ladridos y gruñidos eran escandalosos, las aves se asustaron y volaron.


¿Cómo no pude olerlo?, pensó el lobo gris mientras seguía peleando con aquel lobo. Su olfato era bueno a pesar del mal clima, y aun así no se explica cómo es que ha fallado.

𝐋𝐄𝐀𝐕𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐋𝐏𝐇𝐀 ᵏᵒᵒᵏᵛWhere stories live. Discover now