Capitulo 7-Parte 1

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Lo sucedido la noche anterior me habia dejado muy preocupada. Al llegar a casa le pregunte a Susan por el tema, la cual me contesto encantada. Me contó que por el vecindario se comentaba que Anne había sufrido numerosas infidelidades. Ella decia que no hacia uso del divorcio por sus hijas y porque queria a su marido, el resto decia que no lo hacia por miedo, lo que llevo a la conclusion de que sufria maltrato. Las vecinas y su mania de inventar.

-El que te quiere no te hace daño - decia mama.

Siempre tuve esa frase en mi cabeza. Y es que no lograba entender como una persona enamorada, que lo daba todo por la persona a la que amaba, sufria esa clase de martirio. Esa noche el tema de Anne no me dejo dormir, por lo que baje al salon a leer alguna revista de moda que habia por la mesa. Me tumbe en el gran sofa de la sala de estar y me eche por encima una manta gorda para el frio, porque lo hacia, y mucho. Finalmente me quede dormida.

El olor a frito me desperto. Susan estaba preparando el desayuno y el olor a huevos fritos aumento mi apetito.

-Buenos dias querida hoy tenemos visita, vistete y baja a desayunar.

-¿Visita?

-¡Alan! ¡Viene Alan! - dijo dando saltos de alegria - me ha llamado desde el movil de un amigo, vendra a pasar el dia con nosotras.

Lo admito, me puse tan feliz que casi me uno a ella y a sus felices saltos. Subi corriendo las escaleras y me meti en la ducha. Pitillos, jersey y botas. Rimel, coloretes y algo de perfume.

-¿Sabes querida? -adoraba que me llamase querida - dice que tiene algo importante que decirnos.

Me imaginaba lo que era. Ya habia pasado otro mes desde que Alan me conto lo de su ingreso y esperaba ansiosa que se recuperase para que viniese a vivir con nosotras. Valentina solo lo has visto dos veces ¿en que estas pensando? El timbre sono y Susan corrio a abrir la puerta. Tras recibir varios besos de su madre, Alan entro y dejo su chaqueta en el perchero. Me miro y me saludo con la mano al mismo tiempo que venia a darme dos besos. Benditos besos.

-Tenia ganas de verte - me dijo.

No supe que contestar, asi que sonrei y le acaricie el brazo ¡Que brazos! Nos sentamos en la mesa a desayunar y Susan le conto todo lo que habia pasado desde la ultima vez que habia venido a visitarnos. La pulmonia de la tia Elsa habia empeorado, habian echado al alcalde por ser visto con amigas de compañia, Anne seguia sufriendo maltrato, etc. Alan escuchaba atentamente a su madre y de vez en cuando soltaba alguna que otra carcajada.

-La gata de la vecina ha muerto, no nos volvera a cagar en el jardin - fue lo ultimo que dijo.

Al terminar de desayunar recogimos la mesa y Susan se tiro cansada en uno de los sofas de la sala de estar. Alan y yo terminamos de lavar los platos y paso seguido nos sentamos en el sofa que estaba frente al de Susan.

-Tengo algo que contarte mama.

Susan al escuchar a su hijo se sento y lo miro fijamente temiendose lo peor.

-Se que no me he comportado como un buen hijo desde la muerte de papa. Te he destrozado la vida mientras que yo solo disfrutaba con mis amigos, aquellos que han acabado destrozando la mia. El alcohol me tenia atrapado, era lo unico con lo que podia sentirme realmente vivo, el unico con el que podia olvidarme de todo lo que estaba pasando en nuestras vidas. Se que te he prometido muchas veces dejarlo y que al ingresarme me he acabado escapado. Hace tres meses me ingrese con el fin de acabar con todo esto. Al principio creia que no lo conseguiria pero conoci a una persona que me demostro que aunque los cambios sean dificiles, si son necesarios han de hacerse.

Se giro hacia mi y me cogio de la mano. Por el rostro de Susan caian dos lagrimas de felicidad y me lanzo una sonrisa de agradecimiento. Nunca lo entendi, lo unico que habia hecho por Alan era contarle mis problemas, hacerle saber que no era el unico que habia pasado por situaciones asi.

-Lo siento mucho mama. No se si volverse a decepcionarte, no se si volverse a caer en esto de lo que es tan dificil salir.

Susan se sento a su lado y coloco su cabeza en su hombro mientras que Alan no soltaba mi mano en ningun momento. Era feliz, y no por poder ver a Alan mas a menudo, sino por el y por su madre. Ambos se lo merecian. Mire a Alan y me di cuenta de que el tambien lo hacia desde hace tiempo. Acerco sus labios a mi oido y con un pequeño susurro comenzo algo muy grande, algo que quedaria marcado en mi para siempre.

- He venido para quedarme.

No me dejes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora