Capitulo 20

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Dos meses después...

Muerta de calor, me quito las sabanas de encima y enciendo el aire acondicionado. El calor de Junio en Sevilla no es nada comparado con la temperatura de Londres. Me giro hacia la ventana y veo la luz del sol entrando por ella. Como cada mañana desde que llegue, echo de menos las cortinas de Susan, las vistas desde la habitación de Susan, la sonrisa del hijo de Susan. Me esta costando mucho acostumbrarme a no ver a Alan todos los dias y hay veces que no puedo soportar el dolor que me causa su ausencia. Aun no he llamado a Londres para ver que tal van las cosas por allí, necesito tiempo para asimilar toda esta distancia que nos separa. Durante este mes no he hecho mucho, lo he dedicado sobre todo para estar con papa y con Lourdes, que es una maravillosa persona. Sin poder conciliar el sueño de nuevo, apago el aire y salgo a desayunar. Me preparo un bol de cereales y lo saco a al jardín, donde aun no hace tanta calor gracias a la sombra de los grandes arboles que planto mi padre cuando nos mudamos a esta casa. Este mes me ha dado mucho que pensar, tanto de mi como de los demás. Ahora soy una persona mas madura, agradecida y que se siente afortunada con lo que tiene, que no es poco. Cuando termino, subo a mi habitación y de camino me encuentro con Lourdes, que esta pintando la habitación de mi pequeño y futuro hermano.

-¿Quieres ayudarme?

Entro en la habitación y me cambio de ropa. Me pongo un mono viejo, las converse y me hago una cola alta. Lourdes me da una brocha y comienzo a pintar la habitación de celeste. Que manía tenemos de pintar las habitaciones de los niños de color celeste y la de las niñas de color rosa ¡Innovar por dios! Meto la brocha en la pintura, la escurro y vuelvo a pasarla por la pared.

-¿Sales hoy con tus amigas?

-Si, hemos quedado para tomar algo esta noche. Necesito una buena noche de chicas.

-Me lo imagino, hace mucho que no las ves... María venia mucho preguntando por ti ¿sabes? Te ha echado mucho de menos.

-Ya claro..

Lourdes deja la brocha en el suelo y abre una botella de agua.

-Ven, hagamos un descanso.

Las dos nos sentamos en el suelo y bebemos agua, esta calor puede con cualquiera.

-Tu padre me comento lo que te paso con María.. y debió ser muy duro siendo ella tu mejor amiga..

-Si.. lo fue.

-¿Y no pensáis hablar? ¿Vais a echarlo todo por la borda por un hombre?

-No lo se Lourdes.. durante el viaje pensé en hablar con ella cuando regresara a España.. pero aun no he tenido el valor suficiente para hacerlo.. ella era mi amiga y me la jugo de un modo tan cruel..

-¿Sabes Valentina? Un error lo comete cualquiera, incluso puedes llegarlo a cometer tu algún día.. no pierdas una amistad de toda una vida por ese error.. porque si no le perdonas hoy, cuando pasen los años y no puedas hacer nada para remediarlo te arrepentirás, y mucho.

Y sin saber por que, comienzan a caer lágrimas por mis mejillas. Lourdes se acerca a mi y me abraza muy fuerte. No lloro por María, ni por Alan, lloro por el momento que acabo de vivir. Lourdes acaba de llenar una pequeña parte del vacío que dejo mama, me ha dado un consejo de madre. Tiene razón, iré a casa de María y hablaremos. El orgullo no sirve de nada cuando te hace perder personas importantes para ti.

-Gracias Lourdes, echaba tanto de menos estos consejos de madre.

-No intento ni quiero ocupar el puesto de tu madre Valentina, Lola era una persona maravillosa que te amaba con locura. Se que tu también la amas y que nunca nadie la remplazara en tu corazón. Sin embargo quiero que entre ambas exista una relación parecida y que nos llevemos bien... no te estoy pidiendo que me llames mama, Lourdes esta bien.. pero cuando necesites consejos, ayuda, mimos.. puedes venir a buscarme, me harías muy feliz.

-Lo se Lourdes y gracias- Me acerco y le doy un beso en la mejilla- lo estas haciendo genial.

Ambas sonreímos y seguimos pintando la habitación de Martín. Esta tarde, iré a ver a María y arreglaremos las cosas. Intentare ser la misma chicas de hace unos años, feliz y siempre con una sonrisa en la boca.

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No me dejes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora