Capitulo 16

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El día paso muy rápido. De vez en cuando sacaba el móvil del bolsillo con la esperanza de tener una llamada perdida pero no, no había nada. Que Alan no me hubiese llamado durante todo el día era preocupante, pero no seria yo la que lo llamase. Ante todo, orgullo. Fue el quien decidió ir a esa maldita fiesta a pesar de que no me gustara la idea. La familia de Anne era estupenda, me habían tratado como una mas y hacia tiempo que no reía tanto. Cristian no me quitaba los ojos de encima ni un segundo. Era realmente guapo, tanto que llegaba a intimidarme. Eran las ocho de la tarde y era la tercera copa que me terminaba.

-¿Quieres otra copa?

-Si por favor.

El tío de Anne me echo otra copa y volví a sentarme junto a Anne, que tras acostar a las niñas se unió a la fiesta. El alcohol ya estaba haciendo efecto y me levante y encendí el ipod para poner algo de música. De pronto comenzó a sonar “Crazy in love” de Beyonce y como de costumbre, comencé a bailar. Las demás personas seguían a lo suyo, conversaban y reían sin percatarse del ridículo baile que estaba haciendo a lo Babi en “tres metros sobre el cielo”. Nadie me observaba, nadie excepto Cristian, que se levanto y se acerco hasta mi.

-¿Sabes que bailas horriblemente mal no?- dijo en una carcajada.

-Pero solo cuando estoy borracha.

Le guiño un ojo, bebo y me paso la lengua por los labios. El me mira perplejo y sonríe. Es entonces cuando me doy cuenta que debo dejar de beber ¿de verdad he hecho eso? De pronto se me viene a la cabeza Alan ¿lo estoy traicionando?

-¿Me estas dando a entender que en la cama te mueves mejor?

Impresionada por lo que ha dicho, lo miro a los ojos y sin saber porque suelto una carcajada. El ríe también y por un segundo me olvido de todo hasta que las ganas de vomitar hacen que corra al baño. Cuando salgo, Cristian esta fuera esperándome.

-¿Te encuentras bien?

-Si, creo que me he pasado bebiendo. Me vuelvo a casa.

-¿Como vuelves?

-En bus.

-¿Sola? ¿A estas horas?

-Bueno.. si eres un caballero me llevarías en tu coche.

Suelta una carcajada y acepta llevarme en coche a las once, cuando todos los invitados hayan desaparecido. Volvemos a unirnos a la fiesta y con hambre, me escapo a la cocina en busca de comida. Allí esta Anne sacando un paquete de patatas fritas.

-¿Tienes hambre?

Deja que coja del paquete y me peto una patata en la boca.

-Le gustas a mi hermano.

-¿Que? No inventes.

-¿Que no invente? ¡Si no deja de mirarte!

-Lo se, pero tal vez sea porque..

-¡Valentina deja de hacerte la tonta! Lo conozco, le has encantado.

-No me habías contado que tenias hermano.

-Eso es porque últimamente no lo veo mucho. Tiene una empresa de coches de lujo y tiene mucho trabajo por Alemania, lleva varios años alli.

Eso explica porque tiene ese cochazo que casi acaba con mi vida. Guapo, simpático y con un futuro brillante. El chico ideal para cualquier chica. Cristian entra en la cocina y me quita la patata de la boca para introducirla en la suya. Anne silva y me pongo colorada.

-Voy a llevar a Valentina a su casa, luego vuelvo.

-¿Ahora?

-Si, ahora.

Anne me coge del brazo y me saca de la cocina.

-¿Te ha llamado Alan?

-No, y no me lo recuerdes.

-Perfecto, te quedaras aquí a dormir.

-¿Aquí? Con lo de hoy ha sido suficiente Anne, no quiero ser molestia.

-¿Molestia?

Llama a Cristian con un grito y este aparece al instante a nuestro lado.

-¿Estas loca? Vas a despertar a las niñas.

-Hoy Valentina dormirá en tu cuarto y tu lo harás en el sofá ¿entendido?

-No te preocupes Cristian. Yo dormiré en el sofá y tu en tu coma, tampoco quiero abusar.

-Tranquila, como tu has dicho seré un caballero y dejare que la dama duerma en la cama.

Me guiña el ojo y me derrito por dentro. Anne me deja ropa interior, uno de sus pijamas y me lleva hasta el dormitorio para que me cambie. Todo esta muy ordenado y limpio. Cristian tiene una estantería llena de coches en miniaturas de todos los tipos y los observo uno a uno detalladamente. Entro en el baño que hay en la habitación y abro el grifo de la ducha. Me desnudo y dejo que el agua caiga por mis hombros. Salgo y me pongo una toalla. Cuando salgo, veo a Cristian poniéndose el pantalón del pijama. Lo observo callada hasta que se gira y me ve.

-Lo siento, no sabia que estabas aquí.

-No te preocupes, solo he venido a cambiarme.

El pobre dormirá en un incomodo sofá mientras yo duermo cómodamente en su cama. Me siento mal, muy mal.

-La cama es grande, podemos dormir los dos.

Sin camiseta y mostrando su hermoso cuerpo, se acerca a mi y pasa sus dedos por mis labios.

-Si quieres..

Asiento sin dudarlo. Enciende la luz de la mesita de noche y cierra la puerta. Me deja elegir el lado de la cama y escojo el derecho. Se mete en la cama y tras pensarlo un segundo, hago lo mismo. Si Alan viese lo que estoy haciendo no me lo perdonaría. Voy a dormir con otro hombre que para colmo, me atrae. Cristian apaga la lampara y solo se ve la luz de a luna entrando por la ventana. Ambos estamos cara a cara, mirándonos y respirando el mismo aire. Sus ojos brillan y no puedo apartar mi mirada de ellos.

-¿Sabes? -Dice acariciándome la mejilla- mi hermana tenia toda la razon, eres preciosa.

Despacio, introduce su mano por mi pelo y acerca sus labios a los míos mientras que yo, dejándome llevar, dejo que me bese.

No me dejes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora