Capitulo 3.-Personas y Adriano

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El hijo de Angelo llevó rápidamente su mano al lugar donde había sido herido, no cabía duda, una bala había penetrado su estomago.

Velozmente, uno de los guardias de Don Valdano llegó donde su jefe se encontraba, detrás de el un montón de gente venia gritándole a todos que abandonaran el lugar. La mansión estaba rodeada por la policía.

Lirio Fratinni, el hermano menor del Don, corrió a socorrer la herida del joven pianista, sin embargo, este podía caminar a pesar de que estaba perdiendo mucha sangre. Parecía ser que el arma que fue usada tenia un calibre poderoso.

—¡Estoy bien! Ponte en un lugar seguro —Adriano miró por la ventana, habían al menos 200 patrullas afuera— Tenemos que sacar al Don de acá

—Mi hermano estará bien, Albert lo cuidará, preocúpate por ti, estas sangrando demasiado

—Este disparo... Hug —El chico meditó unos segundos— Este lugar esta lleno de jefes... Entre ellos ¿Quien seria el blanco mas importante?

—¿Entre todos? Yo diría que... —El joven Fratinni finalmente lo entendió— ¡Don Valdano! ¡Deben estar tras el! 

—Exactamente, debemos buscarlo y protegerlo

Ambos jóvenes comenzaron a correr al patio de la mansión, a pesar de la situación, Lirio no podía dejar de observar como Adriano no mostraba ni una señal de dolor ante tal herida, le sorprendía que aun siguiera consciente con la cantidad de sangre que estaba perdiendo.

Ya en el enorme jardín de la familia Valdano, las balas llovían y la sangre se derramaba en todas partes. La enorme cantidad de gritos y destellos convertían la tarea de encontrar al Don casi imposible.

—Encuentra a Don Fratinni y dile que lleve el vehículo a un lugar seguro, si no salgo del lugar en 10 minutos lárguense

—¿Y tu? ¿Estarás bien? —A Lirio no le gustaba la idea de dejarlo solo. A pesar de que no se conocían prácticamente nada ya era un miembro de la familia—

—Saldré con Don Valdano, solo debo encontrarlo, confía en mi

—Hug... —Lirio comenzó a temblar, esta situación lo colocaba muy nervioso. Realmente quería salir del lugar pero no soportaba la idea de dejar a Adriano sin ayuda—... ¿Estas completamente seguro que lo lograras?

—Claro que no, pero es eso o morir ambos en vano —Los ojos sin vida de Rossi le dejaron en claro la seriedad de sus palabras—

—... 10 minutos, tendremos el auto bajo el puente cerca de acá, buena suerte —Lirio huyó del lugar rápidamente—

Al ver al sottocapo de la familia huir, pudo aclarar su mente para poder analizar la situación.

La policía estaba dominando la escena, cada vez los hombres de las familias se veían obligados a retroceder. Tenían tapadas las salidas por lo que si bien era posible escapar, seguirla siendo peligroso.

Entre la conmoción logró ver a los hombres de Valdano y al Don detrás de una de las fuentes de agua, los soldados estaban heridos y Valdano completamente desarmado.

El joven a pesar de sus heridas fue rápidamente a la dirección del Don, apenas llegó, una lluvia de balas fue llevada a la espalda del debilitado chico.

—Dios... —Valdano vio al joven lleno de heridas y completamente bañado en sangre— ¿El hijo de Angelo? ¿Como sigues vivo? —Dijo el hombre preocupado, en todos sus años nunca había visto algo similar—

—Don, debemos sacarlo de aquí, los Fratinni tenemos un vehículo bajo el puente —Contestó ignorando las preguntas, al fin y al cabo, ni el mismo entendía como seguía vivo—

—¡Salga de acá! —Gritó uno de los soldados mientras devolvía el fuego a la policía— ¡Es peligroso! ¡Nosotros escaparemos después!

Don Valdano al ver el coraje de sus hombres, optó por no desperdiciar aquel fuerte honor. Se levantó y corrió junto a Adriano Rossi. El hombre conocía bien sus laberínticos jardines, salir de ahí no seria difícil.

Luego de tres minutos huyendo de aquel infierno de sangre y balas, la salida fue finalmente divisible, eran solo unos pasos para escapar... ¿O no?

Una bala derribó a Adriano luego de atinarle justamente en la garganta. El chico, aun con vida tuvo su vista completamente nublada, la sangre saliendo de todo su cuerpo lo volvía todo mas difícil. No podía hablar y moverse era casi imposible... Y aun así, como si de un Dios o un demonio se tratara... El hijo de Angelo se levantó y continuó su misión, mantener a salvo a Don Valdano.

A duras penas lograron llegar al puente, los Fratinni fueron de inmediato a socorrer a ambos. El Don vio horrorizado el como Adriano estaba tan malherido.

—¡Lleve a su hombre al hospital! ¡Aun puede salvarlo! —Ordenó Valdano, el cual debido a la protección recibida, logró salir ileso—

Adriano no quería eso, quería gritar que estaba bien, que llevaran a ambos Don a un lugar seguro primero, pero era incapaz de hablar, incapaz de seguir moviéndose... Y finalmente, fue incapaz de seguir consciente, cayendo al piso frente a todos. De su cuerpo brotaba muchísima sangre y...

¿Lagrimas?




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Hola me demore mucho, perdon :ccccccccccccccc

El hijo de AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora