Capitulo 11.- Una mala idea

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''Esto fue una mala idea''

Aquel era el único pensamiento del joven Adriano en aquel momento, se lo repetía a si mismo una y otra vez, como si eso pudiera cambiar la situación en la que se encontraba.

''Esto fue una mala idea''

La información necesaria había llegado, el hombre que vigilaron durante varios días parecía tener un gran interés por una vieja fabrica abandonada, por lo que los hombres del ojo divino asumieron que se trataba del escondite de la presa, sin embargo, todo esto había sido una mala idea.

La información llegó tarde, por lo que Adriano se dirigió al lugar con prisa, únicamente con un bate de baseball y sin ningún tipo de ayuda, en todo el trayecto no fue capaz de pensar en lo horrible que era esta situación. Pero lamentarse no le serviría de nada.

Soltó un fuerte suspiro y analizó la situación, aquello siempre le era útil en momentos como estos.

—Tres hombres en la entrada, dos ya están dentro, todos ellos armados... —El hijo de Angelo se encontraba en clara desventaja, había tomado en cuenta que probablemente llegarían refuerzos, una presa que les ha tomado tanto tiempo no seria fácil de atrapar— Sin embargo... Sus armas no son de gran calibre, son fácilmente desarmables... Debo encontrar una forma de entrar sin que me vean

Adriano se había posicionado en una colina cercana, con su buena vista no le hizo falta ningún tipo de aparato para poder observar a sus enemigos, aun así, la falta de un plan le estaba jugando en contra, si la presa era asesinada antes de que la encontraran los Fratinni, volverían al punto de partida.

Luego de unos minutos analizando el lugar, logró ver su carta de entrada. Un pequeño tubo de desechos industriales sobresalía por el lado contrario a la puerta principal. Si bien no era muy seguro, era mejor que enfrentarse cara a cara contra los hombres haciendo guardia.

Al bajar de la colina, rápidamente se dirigió a su objetivo, a pesar de que debía ser prudente debido a la gran desventaja que poseía en esta situación, aquella seguía siendo una misión contra reloj.

El tubo de desechos olía como debería oler el infierno, pero gracias a un golpe de suerte, este lo llevó dentro de la fabrica, esta llevaba unos buenos años abandonada, por lo que el interior era bastante oscuro y silencioso, lo cual lo ayudó a escuchar unas voces.

—Por fin, este hijo de puta nos hizo dar vuelta la mitad del país

—Si, pero no cantes victoria, aun nos falta encontrar a la chica —Las voces se oían un piso mas arriba, por lo que Adriano intentó seguirlas un poco, parece que alguien ya había sido asesinado—

—La chica esta prácticamente ciega, no será difícil dar con ella —Aprovechando los agujeros que había en el suelo, llegar al piso superior no le fue muy difícil, logró divisar a ambos hombres de pie frente al cadáver de un joven de cabello rubio—

La oscuridad era su única fuente de escondite, lo único que sabia es que aun quedaba viva una chica y que esta parece tener problemas a la vista, por lo que de encontrarla, esta no seria muy útil para pelear.

Ni siquiera hubo tiempo para pensar un plan ni analizar el lugar, ya que debido a la antigüedad del edificio, parte del piso superior colapsó, formando un enorme agujero por donde diversas cosas cayeron; Ratas, escombros, polvo, chatarra... Y una joven muchacha de cabello negro, la cual escondía uno de sus ojos con una venda.

Aquella joven ni siquiera pudo levantarse cuando fue apuntada con una de las armas de aquellos sujetos que llevaban varios días dándole caza, parecía que este momento había sido muy esperado para ellos.

El hijo de AngeloWhere stories live. Discover now