Odio amarte (TaeKook/YoonMin) [EN PAUSA]

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SHINING THROUGH THE CITY WITH A LITTLE FUNK AND SOUL~

HOLA, YO TODAVÍA NO SUPERO DYNAMITE.
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—¿Por qué te ves tan irritable? No es tan horrible como lo haces ver. Solo es YoonGi Hyung yendo a tu casa como casi todos los años —habló Tae al mismo tiempo que veía a su mejor amigo con aburrimiento. JiMin abrió la boca ofendido.

—Déjame corregirte —se quejó el rubio —. Si bien es verdad que se celebraba algún cumpleaños en la casa de la familia contraria, ya han pasado dos años desde que se había dejado de hacer eso, ¡y hoy nuevamente van a retomar esa absurda tradición! ¡Es estúpido!

—JiMin...

—¡No, Tae! ¡Estoy harto de que tanto mi madre como la señora Min hagan oídos sordos ante mis quejas y las de YoonGi! ¡Porque estoy completamente seguro de que ese imbécil también se queja de mí! Podrá negarlo, pero sé que estoy en la mente de ese idiota todo el día.

—¿Así como él lo está en la tuya? —supuso TaeHyung con algo de gracia.

—¡Exacto! —exclamó JiMin con seguridad; no obstante, al segundo cayó en cuenta de lo que dijo y sacudió la cabeza mientras hacía una mueca de asco —. ¡No me refiero a eso, asqueroso!

—¡Pero si yo no he dicho nada!

—Joder, Tata, cállate antes de que nos boten de aquí. —El rubio ya se había comenzado a poner nervioso debido a las miradas que recibía de la encargada del lugar. Estaban en la biblioteca; lugar donde se suponía, debían hacer silencio.

El castaño no respondió, y en un intento por recorrer su mirada por el sitio, notó a unos cuantos metros a Jeon JungKook sentado a solo dos asientos después de él y su mejor amigo. Estaba haciendo tareas al parecer, y se lo notaba muy concentrado.

Tae reprimió una sonrisa y apartó la mirada. JungKook estaba cerca, por lo que Kim esperaba que lo que él y JiMin conversaban no llegara a los oídos del menor.

—Hey —llamó el rubio —. Deja de ignorarme.

—Te sigo escuchando tan bien como siempre.

—No parece —JiMin hizo un punchero —. En fin, ya tengo un plan para hacer pagar a Min YoonGi el día de hoy.

TaeHyung frunció el ceño.

—¿No te pidió de favor que lo dejaras en paz esta noche?

—¿Y en serio crees que le haré caso? Se ve que no has aprendido nada, Tata.

Al nombrado no le pareció muy correcto la alternativa que estaba tomando el contrario.

—Hoy venía su hermana, ¿no?

—¿JiHyo? Sí, al parecer sí. Es por eso que el imbécil anda emocionado. Lo vi sonreír hoy a la entrada, milagro no tembló el mundo.

—Exagerado como siempre, Minnie. —TaeHyung rodó los ojos —. Así que hoy tendrás muchas visitas.

—Por desgracia —se quejó el rubio. De repente, JiMin se acercó un poco a su amigo y comenzó a hablar un poco más bajo —No sé si lo has notado, pero Jeon está cerca de nosotros.

¿No haberlo notado? Por favor, TaeHyung ya se lo había sabroseado.

—¿Ah sí? —Tae se hizo el desentendido.

—¡Sí! —exclamó el contrario —. Y es probable que también venga.

Fue ahí que el castaño puso su atención al 100 por ciento.