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JiMin revisó su billetera con mucho ahínco, y sonrío cuando notó que tenía dinero suficiente para hacer aquello que tanto quería.

Sí, JiMin estaba en una tienda de bromas.

Y sí, planeaba hacer algo para arruinarle el cumpleaños a su peor enemigo.

Min YoonGi.

El rubio se denominaba a sí mismo como alguien infantil, pero valía la pena si veía la cara molesta de aquel muchacho que solo sabía hacerle la vida imposible.

Revisó los estantes, leyó los productos, y cotizó precios, mas nada le llamaba la atención. ¿Qué podría escoger?

El año pasado, 13 de octubre, Min YoonGi, aprovechándose de la buena voluntad de los padres del menor, lo dejaron pasar a su pequeña celebración, y este, adivinando cuál sería el pedazo de torta del celebrado, echó una gran cantidad de crema de afeitar, y lo arregló de tal manera que parecía parte de la decoración. JiMin tuvo dolor de estómago por al menos 3 días.

Tenía que vengarse sí o sí.

Observó un producto que parecían dulces comunes y corrientes, pero según la descripción, tenían un sabor jodidamente asqueroso.

"Tan asqueroso como él mismo" pensó JiMin.

Tomó el paquete, y después de darle el visto bueno, se acercó a la caja para pagar por él. Estaba emocionado.

Ahora, ¿cómo haría para darle aquel supuesto regalo?

¿Podría decirle a TaeHyung que se lo diera diciendo que era de su parte?

No, eso sería involucrarlo, y TaeHyung no merecía ser parte de aquella mierda que se cargaban ellos dos.

Caminó y caminó, y llegó hasta una tienda de dulces. Entró en ella y se dispuso a buscar su chocolate favorito, para posteriormente pagar también por él.

De repente recordó a HoSeok, el otro mejor amigo de TaeHyung.

JiMin no pudo evitar fruncir el ceño.

El rubio no podía negar que era un poco celoso con sus seres queridos, no hasta el punto de ser posesivo, por supuesto que no; pero si se sentía un poco mal de que su mejor amigo, alma gemela, media naranja, tuviera otro mejor amigo por otro lado. Claro que no le podía reclamar a Tae porque el castaño podía hablar con quien se le diera la bendita gana, pero JiMin no podía evitar sentirse así. En parte se sentía triste y patético.

Y más patético aún porque Tae desde siempre había querido presentarle al famoso HoSeok, pero JiMin siempre ponía peros y excusas. Y ya no quería hacerlo.

Suspiró mientras miraba su chocolate. Ahora estaba triste.

—¿Por qué la vida siempre se encarga de arruinarme el día con tu cara? —Y sí, era Min YoonGi en la misma tiendita.

¿Triste? Ahora Park JiMin estaba cabreado.

—¿Me estás siguiendo o qué? Voy a comenzar a creer que eres un acosador. ¿Debería denunciarte, Min? —respondió JiMin algo arisco.

—¿De qué mierda hablas ahora? ¿Acaso compraste la tienda? Dime dónde está tu puto nombre para pintarlo con un plumón.

—Imbécil.

JiMim suspiró una vez más. Ahora tenía dolor de cabeza.

YoonGi, sin querer queriendo, fijó su vista en la pequeña bolsa que portaba el menor, y reprimió una sonrisa cuando notó el logo en esta. "Bromas Johnson".

Ay, Park, tan inocente.

—¿Planeabas joderme el cumpleaños mañana? —preguntó el mayor con una pequeña risa. JiMin observó el logo y sintió sonrojarse debido a la vergüenza —. Tan tonto como siempre, Park.

Odio amarte (TaeKook/YoonMin) [EN PAUSA] Where stories live. Discover now