9. tendremos una cita.

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Denver me estuvo mirando un poco extraño todo el rato mientras desempacaba el maquillaje que había comprado y me ponía un poco.

- estás más bonita sin maquillaje- dijo encogiéndose de hombros.

- no solo sé- respondí terminando de delinear mis ojos- todas la chicas se ven más bonitas con algún retoque.

- tu no, tu eres perfecta con el rostro limpio- agregó abrazándome, le había dicho que fuéramos amigos e íbamos bien con eso pero no podía negar que me gustaba cuando me abrazaba- tus abuelos dicen que deberías pasarte el fin de semana a cenar, hace tiempo no vas a casa- comento metiendo su cabeza en el arco de mi cuello, nos ví reflejados en el espejo con él abrazándome por la cintura desde atrás y su cabeza en mi cuello y no pude evitar querer tener esa imagen guardada.

- quédate así por un momento- murmuré y él asintió en silencio dejándome tomar una foto- tengo ensayos hasta tarde el fin de semana, fue la única manera en la que pude convencer a mi profesor de que me dejara estar en el recital- respondí a su anterior comentario.

- ¿Quieres que te acompañe?.

- no te preocupes, es amigo de mamá así que estamos bien- respondí dedicándole una corta sonrisa, moví lo que tenía sobre el lavabo haciendo espacio en el mesón y di un pequeño salto para sentarme y recostarme en el espejo.

- ¿Por qué te quedas viéndome?- preguntó recostado en la pared.

-no me había dado cuenta de lo guapo que eres- respondí detallandolo, se veía diferente, mucho más guapo de lo que recordaba solo que no me había parado a detallarlo con todo lo que había ocurrido últimamente.

- eso es porque empecé a entrenar un poco desde que te mudaste- respondió haciendo un par de poses absurdas para mostrar sus músculos.

- presumido, yo también estuve entrenando- dije sacándole la lengua.

- eres la persona más sana que he conocida en mi vida, sales a correr por las mañanas y la mayoría del tiempo comes cosas con verduras y esas cosas de personas con un estilo de vida Fit- comentó burlándose.

- pues esta persona fit quiere algo con mucha grasa así que vamos- lo apure bajandome del mesón y tomando una chaqueta en dirección a la salida.

- espera, venía a mostrarte algo- me frenó jalandome de un brazo.

-¿Entonces no iremos a cenar?- pregunté un poco desilusionada.

- tu y yo, señorita tendremos una cita como nunca la hemos tenido- dijo mostrándome un casco en el que no había parado a detallar antes.

-¿Para que necesitas un casco?- pregunté confundida.

-ambos lo necesitamos porque vamos a ir a cenar en la moto que recibí del consecionario hoy- dijo emocionado y yo me emocioné con él, se veía realmente feliz, bajamos casi corriendo y al salir del edificio me mostró una motocicleta negra, no era demasiado grande ni atemorizante pero combinaba bastante bien con él.

- ¿Cuando?- pregunté viéndola por todos lados.

- la estoy pagando casi desde que me mudé a casa de tus abuelos y me la entregaron hoy, aún me falta una buena cantidad por pagar pero eso es lo que hay- me contó y yo le sonreí.

- en serio estoy muy feliz por ti- le dije abrazándolo.

-buenos, vamos- dijo poniéndome el casco y trepando a la cosa primero que yo. Cómo las películas me dieron a entender me monte tras él, era la primera vez que iba a transportarme en una motocicleta y estaba emocionada por ello, también me sentía muy orgullosa de Denver que en pocos meses parecía estar organizando su vida como lo había soñado.

Lo abracé y presté atención al camino, no tenía ni idea a dónde me estaba llevando pero el viento en mi rostro y las luces de la ciudad pasando a mi lado me hacían sentir libre. Una de sus manos apretó mi pierna por un momento y sonreí, en ese momento, junto en ese momento en que veía pasar la ciudad a mi lado y abrazaba a ese chico me sentía plena y libre, como si eso que llevaba un tiempo oprimiendome el pecho al respirar desapareciera.

Un rato después llegamos a un pequeño restaurante en un bonito mirador desde el que podías ver la ciudad y a lo lejos el mar.

- esto es hermoso- susurré parandome en el mirador sin detallar el restaurante.

- estuve investigando un poco en internet- contesto tomandome de la mano y guiandome al restaurante, era de un solo piso no mi grade con algunas mesas fuera, habían bombillas  en guirnaldas iluminando las mesas de madera oscura con bonitas macetas con cactus y se escuchaba una suave pero emotiva música de fondo.

- esa música...

- he escuchado la música con la que sueles bailar, me recordó un poco a eso- comento con una sonrisa apartando una silla para mí.

- hay un violín ¿Puedes tocarlo?- pregunté hablando de los instrumentos en la canción.

- si lo practico tal vez pueda... Con una condición- dijo acomodándose frente a mí y dejando el par de cascos de lado.

-¿Cuál sería?

- que bailes para mi- respondió apoyando los codos en la mesa y mirándome fijamente.

- solo si es esa canción- respondí tratando de coquetear pero sentí que me veía más como si estuviera haciendo una muñeca.

- trato hecho- aceptó tendiendo su mano para que sellaramos nuestro trato elegantemente porque claramente sin estrechon de manos no hay trato.

Casi inmediatamente una agradable chica llegó con la carta y después de preguntarme Denver se encargó de pedir, yo estaba maravillada con el lugar y la vista, empezamos a charlar de cosas sin mucha importancia y nos reímos un poco, ambos tomamos algo de limonada con frutas por eso de que Denver tenía que conducir y entre mis propósitos me había planteado dejar de lado el tema del alcohol.

-te ves muy hermosa sonriendo- comentó en medio de la conversación y me sentí sonrojar.

Terminamos de comer y cuando saque mi cartera para pagar él se negó y dijo algo así como:

- te dije que tendríamos una cita y técnicamente es nuestra primera cita así que déjame invitarte hoy- dijo y yo asenti. En realidad nunca habíamos tenido una cita propiamente dicha, era más como que nos cruzamos o nos hacíamos compañía mutua pero nunca una cita real.

Cuando pensé que volveríamos a casa se desvío y un rato después aparcó junto al paseo marítimo.

-¿La playa?- pregunté viendo que se sacaba los zapatos que al parecer se había puesto sabiendo que caminaria en la arena.

Me saque las sandalias siguiendo su ejemplo y acepté la mano que me tendía metiendo los pies en la arena con los zapatos en la mano, empezamos a caminar sintiendo d vez en cuando cómo las olas mojaban nuestros pies y nos detuvimos en una banca, ya el sol estaba terminando de bajar en el cielo así que aunque está oscuro habían unos poco colores tiñendo el mar creando una vista fantástica.

- esto es para ti- me distrajo Denver poniendo un cono de helado en mi mano, el suyo era de arequipe y el mío de vainilla.

-gracias- sonreí probandolo y recostando mi cabeza en su hombro mientras veíamos cómo los últimos restos del sol desaparecían.

Era hermoso, había sido hermoso, me había sentido tan libre y feliz saliendo con ese chico.

-gracias por hoy- dije sin mirarlo pero lo sentí sonreír.

- prometí que está vez haría las cosas bien- respondio y sentí cómo depósito un beso sobre mi cabeza haciéndome sonreír.

Raiza #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora