2. Sala de urgencias.

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Suspiré y descanse la cabeza sobre el libro frente a mi, eso de las carreras teóricas era bastante exigente.

-señorita, ya vamos a cerrar- me informó el vigilante de la biblioteca y yo asentí y me levanté para recoger mis cosas, apenas era miércoles y yo ya quería tirarme de un acantilado.

Broody llevaba una semana en rehabilitación y aunque había tratado de llamarme varias veces había preferido no contestar, no era lo suficientemente caliente para decirle que terminara mis aunque era lo más sabio que podía hacer.

Recogí los libros que tenía sobre la mesa y los lleve a la zona de préstamo, no solía prestar libros pero tenía un examen importante así que está vez necesitaba hacerlo.

- quisiera prestarlos por favor- dije poniéndolos en el mostrador y buscando mi identificación en la mochila.

- ¿Cómo has estado? - preguntó la voz de Denver desde el otro lado, había escuchado de Sabrina que tenía un trabajo en la biblioteca pero nunca me lo había cruzado.

- bien, qué tal tu- pregunté con una leve sonrisa entregándole la identificación.

-bastante tranquilo... Fernando no te molestara- comento y yo asentí.

-gracias.

-¿Te encuentras bien? Te ves bastante cansada- pregunto devolviéndome los libros y la identificación.

-si, es solo cansancio, nada que no se pueda resolver.

Me despedí y salí casi que arrastrando los pies del lugar. Estaba bajando las escalas hacía la salida cuando alguien saco mi mochila de mi hombro y tomo los libros que llevaba en la mano.

-vamos, te llevaré a casa- dijo Denver caminando a mi lado.

-¿No tienes que acabar tu turno?

- un compañero me debía un favor.

Asentí y camine en silencio, empezaba a tener un leve dolor abdominal que más que dolor era una simple incomodidad, tal vez algo me había sentado mal.

Llegamos a mi apartamento en silencio y me acompaño hasta arriba.

- lo siento por no invitarte a pasar pero estoy bastante cansada- me disculpé.

-no te preocupes, ve a dormir en cuanto comas algo- respondió y yo asentí y cerré la puerta, después de comer algo ligero me metí a la cama pero el leve dolor abdominal se convirtió en un cólico menstrual en toda regla y un rato después en un dolor insoportable que no había sentido jamás, levanté las sábanas par ir al baño y vi que todo estaba manchado de sangre.

Me asusté mucho pero no pensé muy bien que hacer más que limpiarme como pude, ponerme una toalla sanitaria e ir a urgencias, el dolor que sentía era tanto que ni siquiera había sido capaz de conducir.

- señorita, ya llegamos- dijo el conductor y yo asentí y me baje después de pagar, no era capaz de enderezarme y empezaban a saltarme lágrimas de los ojos.

-¿Se encuentra bien?- me preguntó lo que parecía ser un enfermero todo vestido de blanco.

-me duele mucho- me quejé sosteniendo mi abdomen, sentía como si algo dentro de mi se estuviera desgarrando, el chico me miró en busca de una herida y le gritó a alguien que trajera una silla de ruedas en la que me hicieron sentarme antes de ingresar a la sala de urgencias.

-¿Viene usted sola?- preguntó él mismo enfermero y yo asenti y con las manos temblorosas saqué mi identificación y se la entregue- ya viene el médico a verla- me indicó y yo asentí, miré mis piernas pero la ropa que me había puesto estaba completamente manchada de sangre y sentí como un terror sordo se apoderaba de mi.

uno conoce su cuerpo, uno sabe hasta que punto las cosas están bien y eso definitivamente no estaba bien, tomaba mis pastillas anticonceptivas así que no había razón para tener el periodo ni esa fecha ni de esa manera, era un dolor que nunca en mi vida había sentido.

un médico llegó y se presento pero yo me sentía mareada y aterrorizada así que fue muy poco lo que escuché, me preguntó cosas como mi edad, si estudiaba, qué hacía, si vivía sola. las preguntas de rutina mientras yo quería que solo me dieran un maldito calmante.

-solo pongame un calmante- le pedí interrumpiéndolo.

-¿donde te duele?- preguntó poniéndose unos guantes e ignorando la sangre.

 -no lo sé, el abdomen, la espalda, las piernas, me duele mucho por favor solo póngame un  calmante para que pueda irme, tengo que estudiar para mis examenes.

-¿cuando fue tu ultimo periodo Raiza?- preguntó.

-no lo sé, tomo pastillas anticonceptivas y nunca tomo el descanso, unos cuatro meses- respondí apurada.

-¿crees que puedes estar embarazada?

-claro que no, tomo pastillas anticonceptivas y no he tenido ningún síntoma, ni siquiera he subido un gramo de peso o tenido nauseas o cualquiera de esas cosas.

-entiendo, te voy a poner un calmante y una enfermera te ayudará a cambiarte pero por el momento no puedes ir a casa, tal vez puedas llamar a alguien que venga a acompañarte- explicó quitándose los guantes con los que había estado examinándome y salió del pequeño cubículo, un rato después vino una enfermera y después de ayudarme a limpiarme la sangres y ponerme una bata me puso una intravenosa.

-sería mejor que llames a alguien, pequeña, estar aquí solo es bastante aburrido.

asentí y pensé a quién llamar, no quería preocupar a mamá o los abuelos, Broody estaba internado y no tenía otras personas a las que acudir, la única persona que se me cruzó por la cabeza fue Denver pero pensar en él hizo que me doliera también el corazón.

-¿quién habla?- preguntó la voz al otro lado del teléfono.

-¿Sabrina? soy Raiza- dije mordiéndome los carillos, el dolor empezaba a disminuir pero estaba bastante nerviosa.

-¿por qué me llamas?- preguntó borde.

-es que estoy en la sala de urgencias pero no sabía a quién llamar- expliqué sincerándome.

-¿qué pasó?- preguntó suavizando su tono.

-no lo se- respondí y se me quebró la voz- tenía mucho dolor y empecé a sangrar demasiado, me pusieron un calmante pero dijeron que no puedo ir a casa, se supone que me van a hacer estudios pero estoy asustada.

-mándame la ubicación en un mensaje, estaré allí en un rato.

-gracias, en serio- respondí pero ella colgó primero.

le envié un mensaje diciéndole dónde me encontraba y sentí como el calmante empezaba a hacer efecto sumiéndome en un estado de atontamiento.

-voy a hacerte una ecografía- explicó la enfermera llegando con un monitor y yo asentí en silencio dejándola hacer su trabajo- ¿te sentías mal antes?- preguntó.

-estaba bastante cansada, más temprano me empezó un leve dolor pero lo asocié con algo que me habría podido caer mal, en la noche no podía dormir y el dolor se intensifico, nunca había sentido algo así y cuando me levante todo estaba lleno de sangre.

-en un rato vendrá el doctor con los resultados, no te preocupes... ¿llamaste a alguien?

-se puede decir que sí.

Raiza #2Where stories live. Discover now