QUEMA ESTE AMOR EN TUS LABIOS (COMPLETA ✓ )

CAPÍTULO 31

Me he mantenido en completo silencio ante la confesión de Darren, ¿Cómo puede ser que se haya casado precisamente con esa mujer? Él me ha explicado las circunstancias en las que ella lo manipuló con su embarazo para poder retenerlo, no obstante, me hallaba en una avalancha de emociones que chocaban entre sí.

Lo pensaba una y otra vez y la idea de imaginarlo con ella me resultaba repulsiva, sin embargo, no podía sentir lo mismo hacia una criatura inocente que no tenía la culpa de las acciones de la mujer que le tocó por madre.

La señora Charlotte ha entrado a la habitación hace unos minutos y nos ha interrumpido a Darren y a mí, hemos estado conversando un poco e incluso me ha comentado sobre la existencia de mi pequeño hermano Jeremy, lo cual me vuelca el corazón en un segundo. Lo ultimo que recuerdo es que había mencionado aquel nombre en aquel paseo de mi cumpleaños, pero no imaginé que mi madre lo tendría realmente en cuenta.

Las ganas de conocerlo me inundan por completo, del mismo modo, volver a ver a mis padres me tenía más que inquieta de formas contradictorias; quería sin duda verlos a ambos, pero definitivamente el hecho de volver a aquella vida atada a mi madre y sus órdenes definitivamente me daba un poco de miedo. No quería volver a pasar por aquello.

No estaba dispuesta a volver a aquella vida, no estaba dispuesta a dejar de ser libre.

La noche se hace presente en la ciudad, el clima se ha vuelto más frívolo adentro de la estancia en donde he permanecido la mayor parte del tiempo, la madre de Darren prepara algo ligero para cenar, Martin por su parte ha decidido pasar la última noche en Hamburgo y ha acordado macharse en cuanto amanezca dado que considera que no tiene nada más que hacer aquí, aunque, sé que en el fondo no se siente bien con la situación y que la culpa aun sopesa en su sistema.

En la cena apenas y he cruzado palabra con Darren, la verdad no me siento nada lista para enfrentar esta situación, no obstante, con quien si he hablado hasta por los codos ha sido con la pequeña April y he descubierto que es todo un terrón de azúcar, aunque he notado que tiene algunos problemas para articular las palabras.

Al terminar de comer me he ofrecido a lavar los platos y la hija de Darren se ha empecinado en acompañarme, busca una silla donde apoyarse mientras enjuaga con cuidado cada utensilio que le paso y de vez en cuando salpico un poco de agua y ella a mí. Ciertamente hemos roto el hielo muy bien.

Las horas continúan pasando y veo a Charlotte irse a dormir en compañía de su nieta y del mismo modo Martín ha entrado a dormir en la habitación que utiliza la pequeña y que le han otorgado para que pase la noche.

—Puedes quedarte en mi habitación, Julia. Yo dormiré en la sala —comenta Darren en un tono serio pero que al mismo tiempo denota timidez, el castaño saca una almohada de la habitación y cerrando seguidamente la puerta me da una leve sonrisa —Buenas noches, que descanses.

—Buenas noches Darren, descansa también —apenas logro decir.

Bufo con pesadez y me debato entre si hablar con él sobre esto o no.

No paraba de darle vueltas al asunto, pero no podía de dejar de sentirme mal al verlo tan apagado por ese tema. Me adentro a la ducha y abro el grifo dejando que el agua recorra mi cuerpo y mientras el líquido se impregna en mi piel repaso en mi mente su confesión, las lágrimas salen de mis ojos sin que pueda evitarlo, un llanto amargo brota de mi garganta y lo reprimo tanto como puedo, no dejaba de pensar en esa mujer y en el modo en que sin piedad me atacó hasta casi matarme, no dejaba de rememorar el dolor que sentí con cada corte en mis muñecas y los gritos que emití cuando lo hizo.