QUEMA ESTE AMOR EN TUS LABIOS (COMPLETA ✓ )

CAPÍTULO 21

—Perdóname Darren —continúa pidiendo Jessica mientras no para de llorar, pero simplemente no puedo, tal confesión ha hecho que todos mis sentidos se bloqueen al mismo tiempo —Todo se salió de control—continúa excusándose.

—Jessica, se te va a crecer la nariz mujer —interviene Keins a lo que, aun anonadado, decido escuchar sin pronunciar ningún tipo de palabra —Lo que pasó con Jenna si fue un accidente, la chica intentó huir y en medio del calor del momento e intentando que no nos delatara, por accidente, la golpee en donde no debía.

Tengo todo mi cuerpo anestesiado por el shock mientras escucho la frivolidad con la que cuenta aquel sucedo. —Lo tuyo mi querida Petite... —la asecha tras su cuello e inhala un poco de su aroma, a lo que ella le esquiva con brusquedad —Recuerdo que dijiste que, si Julia moría, tu podrías volver con Darren ¿Acaso ya lo olvidaste?

La crudeza de sus palabras apuñala una y otra vez contra mí—Por Dios, dime que no fuiste capaz de hacer eso Jessica — la rubia rompe en llanto. Apenas y puedo articular palabra, apenas y puedo creer todo esto. Mi mandíbula tirita debido al trauma que está provocándome saber esto—¿Cómo pudiste hacer algo así Jessica? —pregunto escandalizado con la tensión sobre cada recoveco de mi cuerpo, mientras las lágrimas corren por mis ojos.

—Le pediste a Victor que la matara, pero él prefirió que tú lo experimentaras—revela el castaño con una infame sonrisa dibujada en su rostro.

—¡QUE TE CALLES DE UNA MALDITA VEZ! —explota ella enfurecida —¡CALLATE! ¿¡NO LO ENTIENDES?!—Exige a McGregor mientras intenta golpearlo, pero esto solo provoca la risa cínica de McGregor.

—¿Por qué lo haría? Si disfruto viéndolo así...Destruido —me señala con sorna —Tu mujer, tomó una navaja que le dio Victor y le cortó las venas a Julia, pero con tanta rabia y lo hizo de una manera tan violenta que casi le desprende la mano a la chica, y no solo eso... —refiere sin ningún tipo de arrepentimiento en el tono de su voz — Tomaste el bate con el que yo había golpeado a Jenna y golpeaste a Julia fuertemente en la cabeza. —asegura —Recuerdo todo, absolutamente todo lo que pasó esa mañana Jessica, esa mañana que nos cambió la vida a todos —susurra cerca de su oído.

El horror no para de acumularse en mi sistema ante toda esta cruda e inhumana confesión.

El chico vuelve su atención a mí —¿Sabes quién filtró aquellos videos de la secta? —cuestiona el sujeto fingiendo no saber, pero con una expresión colmada de descaro —Tu linda princesa lo hizo —vuelve a acusar contra Jessica —Y lo hizo porque sabía que Julia tenía copias en sus manos, lo hizo porque sabía que la secta sospecharía inmediatamente de ti y de tu noviecita.

—Darren, no lo escuches... —susurra la chica mientras intenta abalanzarse a mi cuerpo en un abrazo, pero tan pronto siento su tacto contra el mío la empujo con brusquedad.

Finalmente he enloquecido de la ira.

—¡NO TE ATREVAS A PONERME UNA MANO ENCIMA! —bramo con tanta fuerza que mi garganta duele. Las manos me tiemblan mientras intento contener mi profunda ira. —¡ERES UNA MALDITA, UNA MALDITA PSICOPATA—la tomo de los cabellos importándome una mierda que sea una mujer y lo que es peor aún, la madre de mi hija. —¡VAS A PAGAR POR LO QUE HICISTE! —tiro de sus cabellos ante la vista burlesca y atenta de Keins.

De pronto, recuerdo que, aunque quiera ahorcarla con mis propias manos, no puedo, no debo por el simple hecho de tener una hija en común, no puedo por el hecho también de que, hacerlo implicaría tener que ser de nuevo la persona que fui en el pasado, ese machista que sin importarle nada agredía a una mujer por el poco control de la ira que tenía y que, hasta la fecha, quería dejar atrás. Suelto a Jessica y miro al canalla de Keins.