CAPÍTULO 19

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He tenido que esperar dos infinitos días para que las autoridades estudiaran el caso de Darren y para que finalmente, concluyeran que no había tenido nada que ver con la secta. Le he informado a la señora Charlotte de esta noticia a lo que se ha mostrado muy agradecida y le he escuchado mencionar que viajar se le hará difícil debido a problemas con las aerolíneas pero que hará los intentos necesarios para lograrlo.

Ahora me dirijo a la celda en donde se encuentra Lee, para sacarlo personalmente de ahí y darle las buenas noticias, me llena un poco de cólera el enterarme de que todo este tiempo ha estado aislado de los demás reclusos como si fuese un criminal altamente peligroso.

El guardia abre la puerta en donde el castaño se encuentra recluido, observo que el chico yace durmiendo boca abajo en una cama desgastada.

Las condiciones en las que se encuentra la celda de aislamiento son un poco repulsivas.

Me acerco a él y lo zarandeo un poco para que despierte —Darren, amigo—susurro sin obtener ningún tipo de reacción de su parte.

Vuelvo a agitarlo, esta vez, empleando un poco más de fuerza a lo que el muchacho quejándose abre sus ojos, se vuelve hasta mí y tras ver su semblante quedo estupefacto. —¿Qué demonios te pasó? —pregunto escandalizado.

El chico se incorpora como puede mientras intenta cuidar a un lado de sus costillas —Mi padre...—apenas murmura.

Volteo a ver al guardia quien, percatándose de la situación, pretende evadir la mirada e intenta salir del lugar —¡VEN ACA! —bramo azotándolo contra la pared para luego sostenerlo del cuello. —¡¿COMO ES QUE PERMITIERON ESTO?! ¡EXPLICAME! —el tipo no responde absolutamente nada. Entonces camino a zancadas hasta Darren —Darren ¿puedes ponerte de pie? —el chico asiente e intenta hacerlo, pero sus rodillas fallan ante la acción. —¡NO TE QUEDES AHÍ PARADO COMO UN IMBECIL, VE A BUSCAR AYUDA! —le ordeno a lo que el guardia desaparece de mi vista despavorido. —Tranquilo Darren, pronto vendrán a revisarte—le informo al tiempo que intento sostener su estropeado cuerpo.

—Solo sácame de aquí —murmura adolorido —Por favor.

Una enfermera llega a la habitación para revisar a Darren y veinte minutos más tarde, un par de paramédicos se llevan al muchacho en una camilla.

El chico va completamente consciente, pero no para de quejarse de dolores en su estómago y costilla, antes de salir del angosto pasillo vuelvo a toparme con el guardia que ha estado custodiando la celda de Darren.

—Considérate despedido—escupo cerca de su cara, el tipo tensa si mandíbula, pero no replica en lo absoluto.

Salgo de la cárcel justo cuando Darren está siendo ingresado a la parte trasera de la ambulancia, voy hasta mi auto y lo echo a andar en la misma dirección en que está siendo trasladado, marco el número de la señora Charlotte una y otra vez, pero la llamada simplemente pasa a buzón de voz las veces que lo intento.

Decido entonces, llamar a James Daniels, solo por el simple hecho de ser la única persona cercana a Darren que conozco dado que, Darren ha mencionado a su propio padre como responsable de este acto tan salvaje.

La llamada es abierta finalmente.

—¿James? ¿Qué tal? Soy Paul Rominov.

—Hola Paul, ¿Cómo va todo? —exclama del otro lado de la línea. —¿Estás bien?, te notó un poco alterado.

—Me encuentro bien, pero llamo para avisarte que Darren ha salido de la cárcel.

—¿De verdad? esa es una muy buena noticia —expresa con alivio.

QUEMA ESTE AMOR EN TUS LABIOS (COMPLETA ✓ )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora