CAPITULO 7

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Un torrencial aguacero ha caído sobre Vancouver provocando el caos en la autopista, me retraso más de lo imprevisto para reunirme con Víctor, estaba preparado para cualquier cosa que fuese a pasar ahora que públicamente Vince y Keins estaban desaparecidos.

Ingreso a la encarnada taberna y por increíble que pareciese, todos los ojos se posan sobre mí, como si de alguna u otra forma afirmaran o sospecharan que yo era el culpable de ambas desapariciones.

—¿Dónde andabas Lee? —Pregunta Víctor exhalando el humo impregnado de cannabis que ha retenido por unos segundos en su boca.

—Atendiendo unos pendientes del trabajo, lo siento —me excuso —En cuanto supe lo de Vince salí inmediatamente para acá —trago en seco mientras procuro disimular bien mi mentira.

El tipo se ríe y le da otra aspiración a su cigarrillo de marihuana.

—¡Vaya! Cuanta preocupación por la desaparición de mi padre — suspira y se encamina hacía —Te lo agradezco Darren —expresa con una sonrisa de medio lado —¿Pero realmente es lamentable su desaparición? —cuestiona— para mi comenzaba a ser un dolor en el culo —me encara y no respondo nada —Ahora esto cambia radicalmente nuestros papeles —menciona —Porque eso quiere decir que desde este momento yo tomaré su lugar y siendo ahora quien da las ordenes, yo decido que tú tomes el mío. — informa el trigueño provocando mis nauseas con su aliento a hierba.

—¿Yo? —me burlo en su cara —Paso. No me interesa ese lugar, creo que aquí más de uno quisiera tenerlo, pero yo no. —admito.

—Me importa una mierda lo que quieran ustedes, aquí quien manda soy yo —escupe con ponzoña.

—Víctor, Creo que aquí hay mejores opciones para ocupar tu lugar que Darren —Interviene Whald.

—Es cierto, ustedes han sido más leales —reafirma el tipo —Pero Darren es más astuto que todos ustedes juntos.

Me sonrío entonces yo y asiento con la cabeza finalmente —De acuerdo, si es lo que quieres...

—Ahora, al tomar mi lugar por supuesto te conviertes en mi mano derecha Darren, ganaras mucho más — toma dos pacas jugosas de billete —Sé que el dinero no es problema para ti, pero esto es apenas un abreboca de lo que tendrás conmigo.

Tomo el fajo de dinero sin ninguna objeción y le devuelvo la misma sonrisa maliciosa que ha tenido conmigo.

—Será un placer trabajar para ti, Víctor —aseguro y tras echarle un vistazo a Whald que me mira con desconcierto, salgo del recinto asegurándole a Víctor antes que estaré investigando el paradero de Keins y de su padre.

Nivelo mis emociones y mi respiración en cuanto salgo del local, me subo a mi auto y conduzco hasta la calle principal de Chinatown al este del centro de Vancouver, llego hasta un local electrónico que he visto un par de veces al pasar. Ingreso en el mismo y me percato de que el encargado se encuentra atendiendo a un cliente, simulo estar viendo uno de los teléfonos celulares detrás de una vitrina hasta que la persona a la que están atendiendo decide marcharse.

—¿Puedo ayudarle? —esboza el chico de ojos rasgados cuando observa que me acerco a paso lento hasta la barra que lo separa de mí.

—Si —Saco el teléfono celular de Keins que he tomado la noche en que han matado a Theo y se lo enseño — Verá... Necesito que desbloquee este celular —el chico frunce el entrecejo —¿Cree que pueda quitarle la contraseña?

—Realmente es difícil —lo agarra y examina un poco —Además el teléfono no es tan antiguo y eso hace más complicado de desencriptar —comenta.

QUEMA ESTE AMOR EN TUS LABIOS (COMPLETA ✓ )Where stories live. Discover now