CAPÍTULO 12

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DARREN

Es casi medio día cuando salgo del vehículo acompañado por Simon, el barrio al que hemos venido es considerado uno de los más peligrosos de la ciudad, no solo por ser una de las principales manidas para personas del más bajo estrato, o que vivieran en condiciones deplorables, sino porque había un nivel delincuencial por los cielos. Sus calles estaban agrietadas, los callejones atestados de basuras y personas escondiendo marihuana en las esquinas debajo de los pastos a plena luz del día. Además de ello, algunas de sus casas tenían plantadas cruces de madera en las puertas como si fueran tumbas.

Mientras avanzo noto lo tenso que se pone mi amigo al adentrarnos entre las garabateadas calles de la zona.

—¿Estás bien? —le pregunto interrumpiendo su paso.

—Si —intenta sonreír, pero al final no lo logra—Es solo que no pensé volver a este lugar.

—Podemos irnos si quieres, yo...

—No, no, no —respira hondo —Tu tranquilo, sé que esto es importante para ti. Lo es para todos.

Continúa su camino por el desolado lugar mientras debato internamente si fue buena idea haberlo traído de vuelta a su antigua vida.

Simon, en su adolescencia, tuvo conductas que lo llevaron a decisiones erradas y consecuencias turbias de las que hoy en día parece estar algo arrepentido.

Según lo que me ha confiado, tenía una fuerte adicción por las apuestas, carreras clandestinas, peleas de animales entre otras cosas y como consecuencia comenzó a perder grandes sumas de dinero que lo dejaron al descubierto con su padre, quien notó las cantidades excesivas de dinero que extraía su hijo de las cuentas bancarias. Simon prefirió marcharse de su casa en el momento que su papá intentó controlar su vicio y fue entonces que poco a poco se vio arrastrado a este lugar, vivía en las calles y trabajaba medio tiempo en una gasolinera en la que de manera oculta vendía drogas a los clientes e incluso confesó haber robado para poder apostar.

En una de esas jodidas vueltas para robar una tienda, la policía los atrapó y Simon tuvo que pasar tres meses en prisión mientras que su padre pagaba una cantidad generosa de dinero para que tuviera libertad bajo fianza al final. Fue entonces cuando decidió buscar ayuda profesional y finalmente ingresó a Heighden, donde nos conocimos.

Por fortuna ahora es alguien más sensato que se dedica a los negocios y a hacer feliz a Kim.

Cuatro hombres se encuentran jugando dominó afuera de una residencia muy entretenidamente, en cuanto se percatan de la presencia de Simon y mía, su conciencia delincuencial se alarma y no hacen otra cosa más que acorralarnos mientras nos apuntan con sus armas.

—¿Quiénes son ustedes?

—Hey tranquilo, venimos a ver Don —replica Simon de mala gana.

—¡Deben de ser policías! requísalos —ordena uno de ellos.

Ruedo los ojos y pongo mis manos sobre la cabeza mientras permito que me toquen hasta los huevos. Entre los bolsillos solo han encontrado mi identificación y en la parte trasera de mi pantalón el arma que siempre cargo conmigo.

—Darren Lee —expresa el tipo que me ha requisado —Nombre de riquillo. ¿Lo eres?

Me encojo de hombros —Me doy mis lujos. —el tipo me mira de arriba abajo con mala leche mientras pasea la lengua entre sus amarillentas muelas.

Le hace una seña al tipo que se ha tomado el tiempo de requisar a Simon.

—Está limpio —asegura.

QUEMA ESTE AMOR EN TUS LABIOS (COMPLETA ✓ )Where stories live. Discover now