1. Vaya locura.

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Denver se abalanzó sobre Broody que lo miraba indiferente, su ansiedad era mucho más fuerte que la consciencia de que ese chico iba directo a golpearlo.

-espera, espera- grité corriendo y poniéndome frente a Denver que se detuvo en seco- no le pegues, por favor.

- Raiza mira como te dejo, se lo merece- exclamó molesto.

- si ya lo sé pero las cosas no se van a resolver así, además míralo, golpeado ya está- dije pensando en un plan- vamos a llamar a mamá, le vamos a decir que está pasando y ella nos va a ayudar.

-confias demasiado en tu madre- dijo.

-¿En quien más lo haría?- pregunté como si fuera ilógico.

Denver ser aseguro de que el chico no se pudiera mover y lo dejo atado a una silla, nosotros nos sentamos en la barra, le marqué a mamá y puse el altavoz.

-hola, amor- saludó tiernamente.

-¿Estás ocupada?- pregunté.

-no, no estoy haciendo nada importante ¿Está todo bien?

- es que tenemos un problema algo gordo- respondí.

-¿Puede escuchar tu padre?

- si, ajá.

Entonces les conté desde que había conocido a Fernando sabiendo que me iban a tirar una buena regañina y luego desde que Broody llegó esa noche saltandome la parte en que me golpeaba.

- y la golpeo, cuando aún le está sangrando el labio- agregó Denver y yo lo mire diciéndole que se callara.

-¿Estas con Denver? ¿Cómo que te golpeó?- dijo mamá molesta adelantándose a papá.

-no es nada, Denver vino porque lo llamé y lo del golpe no es gran cosa.

-¿Dónde está ese pequeño canalla?- preguntó papá.

-atado a una silla, tiene un síndrome de abstinencia que no puede con él- respondió Denver mirando al chico que no dejaba de moverse y empezó a gritarme un par de cosas vulgares.

Se quedaron en silencio por un momento y luego papá hablo.

- hablé con el médico de la familia y dijo que le pongan un calmante por el momento, no es la mejor idea pero por lo menos se va a dormir- nos contó serio.

-llamare a la farmacia- murmuré.

- déjalo ahí por esta noche pero mañana se va, ese chico no traerá nada bueno para ti... No vayas con ese matón, habla con la madre de Broody, es su hijo y debería hacerse responsable de él, avísale al portero que no lo deje entrar y si te molesta llamas a la policia- indicó mamá sin dar pie a qué refutara.

-¿Eso no sería abandonarlo?- pregunté sintiéndome mal por el.

-lo es pero es lo mejor que puedes hacer... Uno solo puede ayudar a las personas cuando se lo permiten y no lo ayudaras dándole dinero a ese matón o dejando que se siga drogando a tu costa.

Asentí sabiendo que tenía razón y aunque se sentía un poco como dejarlo a su suerte  también sabía que ese tipo de persona no era una buena compañía, me empecé a pregunta que de lo que ví era cierto y qué tanto era solo una fachada.

-me quedaré para evitar que haga algo- dijo Denver mientras yo llamaba a la farmacia.

-justo en este momento no eres la persona que más me agrada en el planeta pero te agradezco por estar pendiente de ella- se sincero mamá y el chico me miró como preguntándome a qué se refería.

- ella lo sabe todo- dije sabiendo que igual me escucharía.

-¿Todo?

- si Denver lo sé todo- dijo ella del otro lado de la línea y el se vio avergonzado.

-yo en serio lo siento señora Elizabeth- dijo sinceramente.

-las cosas están así Denver, habrás tenido tus motivos pero jugar con dos personas no está nada bien... Si hubiera hablado conmigo por ejemplo te hubieras dado cuenta que, así como le dije a Raiza, no hubiera tenido ningún problema en que ustedes salieran y hubiera estado dispuesta a defenderlos de mis padres- pocas veces había escuchando a mamá hablar tan seriamente.

-¿Hay alguna manera en que puedan hacer que me perdonen?- preguntó Denver mirándome y yo suspire... Perdonarlo, como iba a perdonarlo si aún me dolía, me había cruzado un par de veces con Sabrina pero ella ni siquiera me había saludado.

- eso es algo que solo Raiza puede decidir, es mi hija y la apoyo en lo que decida.

Nos despedimos de mamá y cuando llegó el calmante de la farmacia se lo puse a Broody y esperamos hasta que se quedará dormido.

-¿Qué haces?- pregunté a Denver que lo estaba toqueteando por todas partes sacando su cartera, su teléfono y quitándole la chaqueta, cuando se la quitó pudimos ver algunas marcas de pinchazos en sus brazos.

- buscando respuestas- contesto señalando las marcas- te lo dije, no era solo marihuana ¿Nunca lo viste?

-no yo no... Nunca las había visto.

-toma llama a su madre- dijo entregándome el teléfono, le pusimos el dedo del chico para que desbloqueara y busque el número de su madre para marcarle.

-Broody... Te dije que no me llamaras, aún no he resuelto el desastre que dejaste- contestó con voz molesta.

- Soy Raiza- me identifique y hubo un silencio al otro lado.

-¿Le paso algo a Broody?

- está en mi casa sedado... Vino pidiendo dinero y me golpeó, estaba en una crisis de abstinencia- le conté sin muchos detalles.

-hace un par de semanas no lo veo, mi marido lo descubrió sacando dinero de la caja fuerte y casi lo mata... Le dije que se fuera.

- necesito que por favor venga por él señora, yo no me puedo hacer responsable de sus problemas- dije sería haciendo caso a mamá.

- ya hablé con un amigo de mi marido, planeamos internarlo en una clínica de rehabilitación por un tiempo... Iré por él en un par de horas, déjame llamar a la clínica para que estén listos.

- le enviaré la dirección.

Y colgamos, me sentía realmente mal por estar haciéndole eso pero me repetía que mamá tenía razón.

- estás haciendo lo correcto- dijo Denver sabiendo que me estaba carcomiendo.

Me quedé apretando el teléfono entre las manos mientras lo veía tirado en el sofá con todas esas marcas en los brazos, me preguntaba qué tan mal tenía que estar una persona para hacerse eso a sí misma.

Exactamente una hora y media después el teléfono volvió a sonar y conteste, era su madre.

- estamos abajo, podrías decirle al portero que nos deje pasar, por favor- pidió pasandomelo, le dije que podían subir y unos minutos después un par de enfermeros estaban entrando para llevárselo.

- espero que no te haya causado muchos problemas- dijo su madre, no se veía para nada como solía verla con su peinado tirante y joyas exageradas.

- no se preocupe- respondí con una sonrisa aunque en el fondo genia demasiado miedo de Fernando.

-el dijo que tiene una deuda, algo con un matón, me pidió ayuda pero no podía pedirle el dinero a mi marido así que me tarde en reunirlo- comento poniendo un sobre bastante gordo en mis manos, era algo que había estado sucediendo por mucho tiempo y yo ni siquiera lo sabia- prometo que no dejaré que vuelva a molestarte.

Asentí y vi cómo se lo llevaban dopado y con su madre tratando de no llorar. Mire el sobre en mi mano y suspiré.

-yo me encargaré- dijo Denver tomando el sobre.

-no tienes que hacerlo.

- se más de esto que tú Raiza, Fernando no es un buen tipo... Yo lo llevaré y le diré que no tienes nada que ver.

Asentí aceptando y un rato después él también se fue. Vaya locura.

Raiza #2Where stories live. Discover now