Forastero | Staxxby en Karmaland

Capítulo 48

El primero en despertar fue Lolito, se estiró con tranquilidad y se sentó en su saco de dormir. Mangel aún dormía, pero Lolito no lo despertó, quería que durmiese bien. En lugar de eso, decidió revisar cómo estaban de suministros, no le habían puesto mucha atención a eso desde que comenzaron su expedición. Fue ahí cuando Lolito se dio cuenta que sólo tenían alimento para comer esa mañana y nada más. En vista y en consideración de esto decidió por ir a ver a sus alrededores, en busca de alguna fruta, baya o algo que pudiese servirles de alimento, y así no tener que volver a Karmaland tan pronto.

Lolito caminó un poco, no quería alejarse mucho y perder a Mangel. Iba mirando los arbustos y los árboles en busca de comida pero nada encontraba, y fue por no estar prestándole atención al camino que sus pies tropezaron y no tuvo tiempo de reaccionar, inevitablemente cayó al suelo. Murmuró algunas maldiciones mientras se reincorporaba y se volteaba a ver qué era con lo que había tropezado. Su enojo se diluyó como azúcar en agua cuando notó que frente a él había una mochila tirada en el piso. No era suya, y ciertamente no era de Mangel, debía ser de Alex. La tomó y la abrió, en su interior tenía nada más y nada menos que objetos valiosos como diamantes; oro; llaves de candados; billetes; y Karma Coins de oro y de plata.

-¿Lolito? –Escuchó la voz de Mangel a lo lejos. Ya había despertado.

Lolitó rápidamente cerró la mochila y la colgó en su hombro para comenzar a correr hacia Mangel, quien estaba muy confundido y algo preocupado por haber despertado solo. Lolito no tardó en llegar.

-¡Mi niña, mi niña, mi niña! –Comenzó a decir emocionado, llegando a su lado y arrodillándose para dejar la mochila de Alex en el suelo, frente a Mangel- Eh la mochila de Alehby.

-¿Dónde la encontrahte? –Preguntó sorprendido.

-Por allá –Dijo, levantando su brazo y apuntando entre los árboles.

-¿Y no había nada máh de Alex?

-Eh... la verdad no lo sé –Rió nervioso. Mangel rió suavemente.

-De acuerdo, déjame recoger mi saco y vamoh –Dijo poniéndose de pie y comenzando a enrollar su saco de dormir.

-Claro.

-Ah, y buenoh díah, por cierto –Dijo con una sonrisa, Lolito rió.

-Buenoh díah, mi niña.