Te echo de menos de una manera inexplicable. Te lo di todo y ahora estoy vacía, no siento nada más que pena, dolor, tristeza, miedo, nostalgia. Todos los olores mezclados en uno solo. El tuyo.
Me entregué presa de mi amor, sacrifiqué mi ego y hasta a mi niña interior.
He vivido atada a una ilusión óptica, que se ha difuminado con el paso de los años, hasta convertirse todo mi mundo en una nube de humo gris que lo envuelve todo.
Duelen las mañanas, los rayos del sol se me clavan. "Vivo sin vivir en mi" respiro critales rotos, almas podridas.
Todo el escenario de luces esperpénticas, focos parpadeantes, fuegos artificiales, la orquesta tocando, los cuerpos como zombis bailando. Ahora no son mas que cadáveres, restos de un tornado que ha arrasado con todo.
Dentro solo hay gritos que hacen oídos sordos. Todo en mi está llorando. Mi energía vital se esta arrastrando. Muevo el cuerpo por inercia, voy menguando.
Me falta el aire, las costillas presionan mi pecho y mis pulmones piden a gritos ventilación asistida.
El corazon en banca rota, tieso y pobre, amoratado y desahuciado, recoge en una maleta todos los recuerdos pasados.
Todos mis sentimientos y estados emocionales se encuentran celebrando un funeral.
El entierro del amor mas doloroso y la angustia de haber perdido la guerra sin querer entrar en batalla.
Tengo a mi yo recucido a escombros, alzando una bandera blanca que acabó siendo negra.
Y a las mas tristes de las soledades, esperando en mi puerta.
Rebeka V.
