16. Espinas

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Me inspiras, así sin palabras.
Respiras, así sin aliento.
En estos años los daños son como cristales rotos que van pinchando mis pasos.

Y yo, recurro al salvavidas de las vocales en un folio en blanco.

Te conozco por fuera, y reconozco que por dentro estás a oscuras.
Que no ves la luz que hace brillar las cositas esas que te dan la vida.

Me voy caminando sobre mis pasos cuando ando perdida, voy llegando al mismo espacio de mi planeta entre comillas.

Me siento sobre el taburete que sujeta las mentiras, me meto un gramo de pecados para colocarme de caricias.

Adoro cuando callas porque ausente hablan las miradas, analizo todo lo que veo buscándole el truco a tu magia.

Soy una imperfecta humana que vive soñando como una loca. Y como estoy loca por mi cabeza desquiziada me bebo un trago de tu boca.

Cuando te veo te juro que se me hace un nudo en las entrañas y es cuando grito a gemidos que desnudes todo esto que me daña.

Me cuesta ser palabra, pero las letras están en continua guerra conmigo, yo con torpeza descuido los mensajes subliminales que me dictan mis latidos.

A veces me ahogo en vida, me cuesta respirar, inhalo todo esto que yo escribo que es lo que a mi me hace naufragar por este mar de la vida donde todos andamos perdidos, con el alma y de rodillas pidiendo revancha y levantando cabeza.

Que no sabemos luchar, pero estamos preparados para la guerra, y la mente es esa fiel compañera de demonios que te enrredan en la tela de araña que te atrapa cuanto más deseas escapar, que te faltan agallas y te mueres de sed y vuelves a sentirte mosca atrapada por su red.

Pero aquí estamos para ser valientes que de cobardes está el mundo lleno, aquí estamos para enseñar los dientes aunque nos los revienten contra el suelo.

Aquí estoy yo sonriendo como siempre aunque este llena de heridas, aquí sigo como una flor rara enseñando las espinas.

Rebeka V.

La octava luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora