He vuelto

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He vuelto, he vuelto con el corazón magullado y herido aún con el paso del tiempo.

Concibo las horas del reloj comiéndome lo dedos cuál Zorra astuta que juega a buscarse las cosquillas con el minutero.

He vuelto a caer de espalda, a ser la espada contra la pared, la rodilla contra el suelo.

A cultivar heridas que luego sanaré relamiéndome sin consuelo.

A jugar a ser niña frágil mientras afila sus cuchillos la guerrera que llevo dentro.

He vuelto a ser tan silenciosa como la noche y tan ruidosa como el estruendo que hace el sonido de un trueno en el cielo.

Escribo desde lo más oscuro de mi ser con el objetivo de dar un poquito de luz a todos los que vivimos entre las sombras.

Me siento tan peligrosa como una bomba y tan frágil como una rosa.

Traigo la versión más rota de mi misma, pero también la más valiente. Dejé de ser angelito en tu cielo, para golpearte el mundo con mi tridente.

Odio la sensación de no ser siempre suficiente, me acostumbré a la sin razón de ser cuerpo arrastrado por la corriente.

Soy más de dar lo que siento que de dar lo que recibo, por eso camino en pendiente por los vértices de los rincones que en mi mente saben a olvido.

He vuelto, a sentirme querida, aunque ésta manera de besar también sea herida.

Exhalo las horas muertas buscando que me den vida. Soy la niña de oscuros ojos y sonrisa desatada.

Busco siempre la salida de emergencia sin saber que soy entrada.

Rebeka V.



La octava luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora