Bienvenidos a Auradon

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—¿Cual fue mi patrón?

—Ninguno, supe lo que harías por el movimiento de tu brazo —me señaló el brazo con el que no tomé la espada, lo vi intentando adivinar qué fue lo que me delató, que hizo mal ese brazo—. Evita hacer palanca, ¿bien? debes practicar, le diré a Zaul que te dé una espada más grande esta noche.

Le devolví la espada y metió cada una en su envaine, las guardó en el estante y acomodó la mesa de vuelta en su lugar, me senté en la silla, esperando por la siguiente prueba. Un día esas espadas serán mías, podré usarlas como medalla de honor, igual que lo hizo mi padre.



Desperté, estaba en una habitación totalmente blanca, cegándome, olía a medicamento, se escuchaba un pitido lento, Harriet daba vueltas al pie de la cama nerviosa, vi a los otros Hook sentados en sillas a mi izquierda, ocupados jugando algo en una hoja. Me senté con dificultad, tenía una rara pinza en el dedo medio derecho, me lo quité y el pitido desapareció. Los tres giraron a verme, Harriet suspiró y se acercó hasta mí, se sentó en la cama y me observó a la espera de algo.

—¿Dónde estamos?

—En la enfermería —pero que diantres... Harriet notó mi confusión y me puso al tanto de la situación—. Dijeron que te desmayaste de agotamiento.

No sabía que eso era posible. Debí saber que controlar un barco por casi doce horas con la mente sin dormir tendría consecuencias, pero no me imaginé que desmayarse sería una. Aún tengo sueño, lo que supongo significa que no he dormido suficiente, aún así dejo caer mis pies al suelo, frío y brillante.

—Debes volver a la cama, Teach —giré la cabeza para ver a Harry, quien hizo una marca en la hoja y me sonrió burlón—. Son órdenes del doctor.

La rubia hizo un dibujo y le dio un codazo para llamar su atención, me giré de nuevo a concentrarme en mis piernas. Ponerme de pie. Harriet me lo impidió.

—No creo que sea buena idea, deberías descansar.

—Descansaré cuando me muera —busqué mis botas, me quitaron los zapatos, les juro que si me quitaron alguna de mis dagas voy a incendiar el precioso reino, las encontré en la silla restante junto a la rubiecita, no recuerdo su nombre, y eso que no pararon de repetirlo durante todo el viaje—. Eh, tú, rubia ¿me las pasas?

La chica las tomó y se levantó hasta llegar frente a mí. Quería que las lanzara.

—Me llamo CJ —me dio las botas de mala gana y volvió a sentarse en la silla.

Me puse las botas, me levanté y busqué que todas mis armas siguieran en su lugar, no me esculcaron al parecer, si que son respetuosos aquí. En cualquier otro lugar me habrían quitado todas las dagas, la pistola, las joyas y en cierta isla de mala muerte hasta la ropa. Me dispuse a salir de ahí lo antes posible, habían cinco camas y la única ocupada era en la que estaba acostada, Harriet solo me veía con el ceño ligeramente fruncido y los labios separados, me giré, tenía una duda en la cabeza desde que encontramos a la tercera Hook.

—Si son hermanos —les dije antes de abrir la puerta— ¿porqué no se parecen? Digo, ella es rubia, de no saberlo nunca hubiera imaginado que son parientes siquiera.

Los tres intercambiaron miradas de desconcierto. No se esperaban que preguntara eso. Harriet me explicó su árbol genealógico y salimos de ese horrible lugar, una mujer de mediana edad bajita y regordeta vestida de blanco me pidió que volviera a la cama, la ignoré y salí de ese lugar seguida de los tres Hook, eso suena a nombre de restaurante. Por los pasillos nos veían algunos de los alumnos que pasaban por ahí, llegamos afuera, a un enorme jardín lleno de príncipes y princesas pasando el rato al aire libre.

—¿Qué haremos?

—No lo sé —le respondí—. Tú eres el capitán, ¿a dónde iremos?

—¿Capitán? —la pequeña rubia llegó a su lado, dejando atrás al otro Hook.

—No suenes tan sorprendida, CJ.

Disminuí la velocidad de la caminata por el pasto dejando a las hermanas ponerse al tanto de lo ocurrido, una chica morena de alocado cabello me sonrió y le mostré mis dientes con una sonrisa falsa, se alejó asustada. Harry rió a mi lado, rayos, no pensé que al alejarme de Harriet y su hermana tendría que soportar al otro de sus hermanos.

—Ya es la segunda vez que te llevo en brazos a una cama y no hacemos nada divertido.

Espero que no se refiera a lo que pienso.

—Vuelve a decirme algo así y te cortaré algo más que la mano.

Harry se echó a reír y me rodeó con su brazo, se agachó para llegar a mi oído y me susurró—: No me digas que ya olvidaste nuestro beso.

Me lo quité de encima con un movimiento, lo señalé y levantó las manos en son de paz, pero su maldita sonrisa me dejó en claro que seguirá fastidiando con ese tema. Las hermanas se giraron y Harriet emocionada ignorando que su hermano y yo estábamos por comenzar una pelea nos dijo lo que ninguno de los dos esperábamos escuchar.

—Nos quedaremos aquí.

—¿¡Qué!? —dijimos los dos al mismo tiempo, me irrité y lo empujé.

—Nos quedaremos aquí, en Auradon —la pequeña rubia estaba más que feliz, no puedo creer que convenció a Harriet de quedarse aquí, sé que es obra suya—. Al menos hasta que tengamos la tripulación y recursos necesarios para comenzar un viaje largo.

De hecho es un buen plan, no puedo controlar el barco yo sola, además no hay comida en el Jolly Roger para llegar, no sé, a cualquier parte del mundo que no esté en los mares de Auradon. Además de tripulación y comida, también hay que conseguir suficiente ron para el camino, hay que hacer una buena reserva para un viaje largo, aunque sea uno corto.

—Por mí está bien —crucé los brazos, levanté los hombros y los dejé caer, Harry me dirigió una mala mirada, sonreí, en verdad que le fastidia que me quede por aquí, no puedo matarlo pero si lo puedo molestar.

—En ese caso —se entrometió CJ—. Bienvenidos a Auradon.


N/A:

Cap medio corto, lo escribí en la madrugada y pues me gustó, so aquí lo tienen (si hay algún error porfa diganme que no lo edité) espero les guste.

XOXO. Bais 😁

El destino de Medusa || Harry Hook  #PGP2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora