El Viudo Joven (Laliter)

Capitulo 13

Una vez culminada la presentación que expondrían en la junta trimestral, se enfocaron en lo concerniente a la Expo-Negocios, ambas actividades serian el mismo día y no podían dejar ningún cabo suelto. Una hora más tarde, escucharon que alguien llamaba a la puerta.

— Si, adelante. — musitó Lali.

— Buenas tardes, ¿Cómo están?

Con una sonrisa en el rostro, el Sr. Monsanto saludo a los presentes.

Peter se puso de pie y estrecho su mano. — Edgar, que gusto tenerte de vuelta.

— Lo mismo digo. — intervino Lali, mientras se levantaba de su asiento.

— ¡Mujer Bonita! — exclamó. — estas tan hermosa como siempre.

— Gracias Edgar, Bienvenido. — las mejillas de Lali tomaron un color rojizo. Aunque veía Edgar como a un padre, este siempre lograba con sus comentarios que ella se sonrojase.

— Por favor toma asiento. — le indicó Peter, la manera en que se había referido a Lali lo había incomodado, así que decidió intervenir en la conversación. — ¿Cuándo has llegado? Pensábamos que no te veríamos hasta mañana.

— Sí, pero he decidido pasar a saludar, ya mañana me darán las buenas noticias. — esbozó una sonrisa. — Me alegra verlos trabajar juntos, a pesar del roce que tuvieron en un inicio.

— La verdad es que tenías razón con respecto a la señorita Esposito, es una mujer de carácter y con poca paciencia, pero la más eficiente de todas. — dirigió la mirada a donde ella se encontraba y le dio una sonrisa seductora.

— Lali se había puesto nerviosa, ¿Por qué Peter tenía que hacer esos comentarios delante de su jefe?

— Emm... justo estábamos verificando que todo estuviese listo para mañana, ¿Te gustaría algún adelanto? — exclamó

— No, tranquila. Ya mañana me mostraran todo con calma. Por ahora me retiro, tengo una reunión con la Jefa de Recursos humanos.

Se levantó de su asiento y se dirigió a la puerta, justo cuando iba a girar el pomo, se dio la vuelta y exclamo en dirección a Lali. — Mujer bonita, me gustaría ir a cenar contigo esta noche, espero no tengas planes.

— Sería un placer. — Lali asintió.

— Perfecto, más tarde te llamo para indicarte donde nos vemos. Peter. — esta vez dirigió la mirada a él. — te veo mañana en la presentación. — terminó de abrir la puerta y se marchó.

Peter tenía una expresión taciturna en su rostro, observaba los últimos cambios que habían hecho a la presentación. Varios minutos después decidió que era momento de hablar.

— ¿Qué ha sido todo eso? — preguntó.

— ¿Perdón? — Lali enarcó una ceja.

— ¿Desde cuándo vas a cenar con el jefe? (le llaman el toxico)

— Desde siempre. Edgar es muy atento conmigo.

— Define atento.

— Por dios Peter, ¿No me digas que también estas celoso de él? Primero con Pablo, ahora con esto. 

Si algo detestaba Lali, era a los hombres celosos y posesivos, Edgar era como un padre para ella y no le iba a consentir a Peter que pensara de mala manera sobre él.

— ¿Tengo motivos para estarlo?

— No me respondas con una pregunta. — la conversación estaba subiendo de tono. — y no, no tienes motivos, Edgar es como un padre para mí, es amigo de mi familia, en especial de mi padre, supongo que por eso se preocupa por mí, siempre que salimos a cenar solo quiere asegurarse de que estoy bien.