LA DESCENDENCIA DEL ÁNGEL| NOZEL/ FUEGOLEON

SEÑORA VERMILLION

Un año después...

—¡Deben subir ese volcán antes del anochecer! — gritó Mereoleona San—Demuestren su orgullo de ser caballeros del Reino del Trébol— formó su mano en un puño— ¡¿entendido?!

—¡Si! — gritaron los Leones Carmesíes y Colibríes Tornasol

Mereoleona y yo nos quedamos un momento observando su desempeño.

Después de ver que ya iban a la mitad, decidimos avanzar también.

Cubrí mi cuerpo con el maná skin, en el camino corte y desvié varias rocas gigantes que iban en mi dirección. Aún recuerdo la primera vez que vine a entrenar aquí, sigue siendo igual de caótico.

Fuegoleon está de misión con otros de sus reclutas, así que le pedí de favor a Mereo San que viniéramos, a lo cual aceptó; como todo lo que tenga que ver con entrenamiento y adrenalina. Además que es para beneficiar a ambas órdenes.

—¡Los pocos que no alcanzaron a llegar a la hora indicada vendrán mañana! — dijo con su característico carácter

—Esta vez no tendremos a un capitán con nosotros— dijo por debajo uno del león

—¿Qué esperan para meterse? — dijo Mereo San con una enorme sonrisa

Las aguas estaban divididas, del lado derecho las mujeres y del izquierdo los hombres.

Me quité la ropa, me bañé y después me metí a las aguas termales.

Suspiré al meterme.

Miré sorprendida a mi derecha ya que Mereo San me extendía un pequeño vaso.

—¿Beberías conmigo? — me sonrió

—Claro— sonreí tomando el vaso que me ofrecía.

Tomé un sorbo y después vi las estrellas, la vista es estupenda.

—Julietta— dijo

—¿Sí? — volteé a verla

—En tres días te casarás con mi hermano— dijo antes de tomar un sorbo de su sake— mañana seremos hermanas— me miró con una sonrisa.

—Si, de ser mi entrenadora pasarás hacer mi hermana— reí nerviosa

—Debo admitir que eres una idiota por querer casarte con mi hermano menor—se sirvió mas Sake y río— bueno, al fin y al cabo, los dos son un par de idiotas.

Reí ante su comentario.

—Julietta, mi hermano podrá ser un idiota pero— cerró sus ojos y se puso seria— , es mi hermano, así que yo como su hermana mayor te pido que lo hagas feliz.

Asentí.

—Cuenta con ello— sonreí.

—No creas que no lo amenazare— sonrió

—¿Huh?

—Si ese idiota te llega a lastimar igual se las verá conmigo, pero primero me enojaré contigo por no ponerlo en su lugar— tomó de su sake

—No te preocupes —extendí mi brazo y lo entrelacé con el suyo— sé dominar a ese león.

Mereo San sonrió.

—Bienvenida a la familia, Julietta, ahora serás una leona.

***

EL DÍA DE LA BODA...

Está mañana me levanté súper temprano.

—Buen día, Julietita—dijo Risso mientras abría las cortinas de mi habitación