DOS PEQUEÑOS OBSEQUIOS

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—¡Capitana Julietta!— dijo Anna— los chicos ya recuperaron la cordura— me dijo en cuanto llegué a la base.

Caminé hacia el patio principal y deshice el hechizo.

—Gracias, Capitana—dijo Zabdiel

—Lamentamos mucho lo que hicimos— dijo Zada

—No es propio de alguien de la nobleza comportarse así— dijo pensativa Alice— perdone mi comportamiento, Capitana.

—No se preocupen— dije suspirando— no estaban en sus cinco sentidos. Ya tendrán tiempo para expiar su comportamiento. Mientras tanto, necesito que vean los daños de la base— miré a Anna— ¿encontraron heridos?

—Muy pocos, pero ya fueron atendidos, están bien— dijo orgullosa por su labor

—Bien, entonces los daños de la base los podemos ver después, ahorita tenemos que ir a la capital, necesitan de nuestra ayuda.

—¿Los demás están allá?—preguntó Peter

—Si, aunque no sé de su paradero exactamente, a excepción de Nora— dije abriendo un portal— vamos.

***

Encontramos a los demás Colibrís ayudando a los civiles, estaban bien.

—Capitana, ¿qué paso con los demás?—preguntó Polo cuando me vio—Nicolás también se convirtió en un elfo.

—Seguramente está al igual que Nora en el hospital— dije pensativa— pero no tienen por qué preocuparse, ahora mismo necesitamos recoger todos los escombros, así que vamos.

Nos dispersamos para ayudar a los de la capital. Mi padre me pidió que no tardara, así que ayudaré en lo que pueda.

—Magia de Espacio-Tiempo: Agujero Negro

El agujero tragó una gran cantidad de grandes escombros.

—Aquí estás. No te robes toda la ayuda— escuché una voz familiar

Me volví; era Fuegoleon.

—Fuegoleon— dije con una sonrisa amplia

—Lamento haberte perdido de vista en el Palacio de la Sombras— dijo con una ligera sonrisa

—No te preocupes— me encogí ligeramente de hombros— lo importante es que logramos acabar con el diablo y sobrevivimos.

—Te hiciste más fuerte en todo este tiempo que estuve dormido— caminó hacia mi— siempre supe que eras fuerte, pero ahora más que nunca desbordas un maná muy abrumador.

—Te perdiste de muchas cosas— sonreí— tenemos que ponernos al corriente.

Sonrió.

—Lamento haberte hecho esperar— me dijo viéndome a los ojos— ese día que atacaron la capital íbamos a tener una cita y no pudimos tenerla.

Sonreí tristemente de lado.

—Ya tendremos tiempo para tenerla— se acercó a mi.

—Creo que si sigo perdiendo el tiempo nunca lograré mis verdaderas intensiones— dijo y me tomó por la cintura

—¿Ah?— dije perpleja y sentí cómo el calor subía a mis mejillas

—He perdido demasiado tiempo pensándolo... el día en que saldría contigo, me lo impidieron los de Ojo de la Noche Blanca — me miraba detenidamente— no estoy dispuesto a dejar pasar más tiempo.

—Fuegoleon, ¿de qué... de qué estas hablando?—pregunté nerviosa

Sonrió.

—¿Te han dicho lo linda que te ves sonrojada?— acarició mi mejilla con su mano izquierda— dije que no volveré a perder nunca más...  y no volveré a perder ningún minuto más.

LA DESCENDENCIA DEL ÁNGEL| NOZEL/ FUEGOLEONWhere stories live. Discover now