CONFIANZA ENTRE CAPITANES

1.2K 137 25
                                    

Tres días después...

A pesar que ya han pasado los días sigo pensando en William, ese día después del festival de estrellas me invitó a cenar, pero en la cena se comportó raro; parecía que se estaba despidiendo.

Siempre he sentido que oculta algo, pero prefiero no pensar en ello, ya que me pone triste pensar que a pesar de los años no me tenga la confianza como para contármelo.

<<Julietta chan>>

Hace tiempo que no me llamaba así.

<<Disfruté haber entrenado contigo, verte crecer fue fabuloso>>

Ay William... ¿por qué no me dices lo que te pasa?

<<El logro de hoy demuestra que te has convertido en toda una mujer; una mujer fuerte, dulce, noble y con unos nervios de acero, no permitas que nadie rompa eso>>

Suspiré.

Salí de mi habitación y caminé hacia el comedor. Necesito dejar de darle tantas vueltas a eso, entre más lo pienso más me preocupo, tengo un mal presentimiento desde ese día.

—¡Buen día, Capitana!— saludó Nicolás

—Capitana, buen día— me saludaron los demás

—Buen día, pueden sentarse— dije tomando asiento.

El desayuno estaba servido.

—Chicos, faltan pocos días para el examen de Caballeros Reales— dije partiendo un pedazo de salmón— ¿quiénes ya decidieron presentarse al examen?

—¡Y-yo Capitana!— exclamó Nora

Asentí gustosa.

—¡Yo también!— dijo North animada

—Yo iré, les mostraré mi Magia de Zafiro— dijo Alice

—Creo que sería entretenido— dijo Polo encogiéndose de hombros— me uno.

—Si Polo va, yo también— dijo Nicolás

—¿Solo por que voy yo?— preguntó Polo

—¡No pienso quedarme atrás de ti, estúpido!

Polo soltó un resoplido burlón.

—Yo también iré— dijo Sasha en tono desganado.

—¡¿Agh?!— preguntaron todos— ...

—¿Qué?, no he golpeado a nadie en días, será divertido— dijo Sasha

Anna se separó un poco de Sasha al escuchar lo último. Negué con la cabeza divertida.

—¿Alguien más?— pregunté

Hubo silencio.

—Esta bien, no están obligados— dije

Después del desayuno los chicos que no tenían misiones se fueron a entrenar al patio trasero, y otros al sótano de entrenamiento.

Iba cruzando el patio principal cuando una carta me llegó. Era de parte del Rey Mago; solicitaba mi presencia para una misión de última hora.

Al terminar de leerla miré a mis alrededores.

—¡Nora!— exclamé

Éste venía caminando por los portales que estaban alrededor del patio.

—¿Si, Capitana?— dijo una vez estando frente a mi.

—Me vas a acompañar a una misión.

LA DESCENDENCIA DEL ÁNGEL| NOZEL/ FUEGOLEONWhere stories live. Discover now