Capitulo 80

2.9K 458 40
                                    

   POV ANASTASIA

Llegamos a la mansión Grey, siento frío... No sé si es porque estoy asimilando todo lo que ha sucedido y estoy asustada, o porque realmente hace frío.

— ¿Estás bien? Estás temblando.

No digo nada y nuevamente estallo en llanto, Mía se acerca abrazarme.

— No llores, estás a salvo— me dice, pero yo ya estoy desatada.

De sólo imaginar lo que pudo hacer ese maldito, asqueroso conmigo, mi cuerpo se estremece de miedo, rabia y rencor.

¿Cómo es posible que existan personas así?Estuve tan cerca, pero gracias a Dios, Mía y Elliot llegaron a tiempo, si se hubieran demorado unos minutos más, la historia hubiese sido otra.

Me pregunto hasta cuándo tendré que sufrir, pareciera que la vida se empeñara en demostrarme cuán cruel es. Pareciera que no fuese merecedora de una vida feliz. Estoy tan cansada de sufrir... No creo resistir una prueba más. Lo peor que podría sucederme es perder a Christian, solo por él sigo con vida... Él me da esperanzas, pero si se aleja de mi, no sé cómo haré para continuar con mi vida.

— ¿Tienes hambre?— Me pregunta mi amiga.

— No—

— ¿Quieres algo de beber? ¿Un jugo?¿Un té? Puedo robarme el whisky de mi padre si lo deseas.

— No quiero nada.

Continúo llorando y Mía trata de darme consuelo.

Después de unos minutos Mía me pide que me acueste en su cama y descanse.

Ya acostada en la cama de Mía, cierro los ojos y me dejo llevar por los ojos de Morfeo.

   ***

El maldito hombre rompe mi ropa, trato a arrancar pero no puedo, él me empuja con furia encima de la cama y e inmediatamente me aplasta con su cuerpo. Grito y trato de pegarle, pero mis gritos no se escuchan y no logro apartarlo de mí.

— ¡Suéltame!— Grito y lloro aterrada, pero él se burla de mí, se ríe y me muerde el cuello.

— Eres deliciosa— quiero vomitar, es asqueroso. Puedo oler su olor y es asqueroso.

Lucho para apartar su cuerpo del mío, pero el me abofetea, siento el sabor metálico de mi sangre en mi boca.

Me siento débil, no puedo luchar contra él. Estoy tan asustada. El malnacido toma unas esposas y lo coloca en mis muñecas, trato de sacarlo pero no puedo.

— ¡Auxilio!—

Por favor que alguien me ayude.

¿Por qué nadie escucha mis gritos?

— Anastasia, despierta — ¡Esa voz... Es de Christian! Él está aquí, el me cuidará.

Abro los ojos.

Me encuentro con una fría mirada gris, que me observa con rabia. Él corazón aumenta su ritmo y mi pulso se acelera.

Christian está sentado en la orilla de la cama, está tenso... Puedo sentir su enojo. No dice nada.

— ¿Hace mucho rato que estás aquí?— Le pregunto en voz baja.

— No— se limita en responder

Me incorporo y trato de hablarle pero él pone su dedo índice en mis labios haciéndome callar.

¿Por qué está tan frío y distante conmigo? Me duele mucho su frialdad.

Anastasia; Mi Dulce DesafíoWhere stories live. Discover now