Capitulo 35

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    POV GRACE

He despedido a mi hijo Elliot con su amiga y a Elena... Fue un día ocupado e intenso.

Me quedé muy pensativa con respecto a la relación entre Christian y Anastasia, y solo me preocupa el que Christian pueda tener problemas por la cercanía con Ana, pero se ven bien. Ella es muy divertida, impulsiva, y aún es traviesa, pero es sensible y necesita quién la proteja; Christian, por el contrario es frío, gruñón, muy distante y poco efusivo, pero estar con Ana lo ha hecho que se comporte diferente, y el detalle de regalarle a Ana a la cachorrita, Dakota, fue muy tierno.
Además de las miradas que se dan el uno al otro...

Ahora estoy sentada en un sofá de mi sala, esperando qué tiene que decirme mi hija. Dijo que era algo muy importante.

Pienso en mis hijos, Elliot está igual que siempre; Christian para mi alegría se ve satisfecho con su vida, y más pleno ahora que Ana está con él. Mia ha estado muy extraña. Se ve distante, distraída, y he notado que evita pasar tiempo con Carrick y conmigo.

—¿Mamá?— escucho a mi hija al entrar a la sala.

Veo que Carrick está con ella y le da un empujón.

—Pasa, hija. ¿Estás bien?

—Pues... Si, digo... Estoy bien, mamá.

—Has estando actuando muy raro.

—Yo... pido perdón— murmura y me dice con los ojos anegados en llanto.

¿Qué sucede? Solo está madurando. Es normal que esté distraída y busque otras compañías.

—Mamá, te he fallado... A tí y a papá... Yo... No me voy a excusar...

—Hija, si es por tus calificaciones ya fuimos a hablar con el director y me ha informado que varios de tus maestros están inusualmente intolerantes y han reprobado a alumnos que son de los más destacados, ya lo solucionamos...

—¡Estoy embarazada!— grita.

Me quedo callada y la miro.

Ella apenas todavía no cumple los dieciocho años. Aún es una jovencita. Tiene un futuro, muchos planes. ¡No lo puedo creer!

Mi niña está embarazada...

No me salen las palabras, quisiera gritarle, quiero reñirle, quisiera decirle que como pudo ser tan estúpida y no cuidarse. Puedo entender que a su edad este descubriendo el apetito sexual, ¿Pero no cuidarse? Eso es una estupidez. En mi época ya existían los métodos anticonceptivos, y en estos tiempos que vivimos es mucho más fácil conseguir una maldita píldora.

Necesito pensar cada palabra que voy a decirle...

No voy a herir a mi hija, no quiero decirle nada de lo que me pueda arrepentir.

Estoy cansada, y ahora sorprendida y decepcionada. Quiero detenerme a pensar ¿En qué me he equivocado? Empecé hablarle de sexo desde los trece años. Sabía que si alguna vez tenía relaciones sexuales debía cuidarse.

Me suelto de su agarre y no disimulo mi decepción, no quiero que crea que no me interesa. Dejo escapar unas lágrimas y salgo rumbo a mi habitación. Tengo que meditar esto, hablar con Carrick y ya cuando esté más tranquila, y encuentre las palabras correctas hablaré con ella. Por ahora no puedo.

Necesito o mejor dicho debo pensar en qué omití de la conversación de la abeja y la florecita como para que ella me haya dado esta noticia.

— Mamá— me llama mi hija.

— Ahora no — le digo cortante.

— Por favor no te vayas—me suplica— grita, o sí quieres puedes golpearme—me quedo helada.

Anastasia; Mi Dulce DesafíoWhere stories live. Discover now