Capítulo 68

3.5K 441 40
                                    

   POV ANASTASIA

— ¡¿En dónde estabas?! —

Elena está furiosa y para colmo debo aguantar sus histéricos gritos.

— Por ahí— le digo para fastidiarla aún más

— ¡¿Por ahí?! ¡¿Esa es tú respuesta? ¿Pero quién te has creído que eres?!

— Mmm ¿Quien me he creído que soy? Alguien mejor que usted. — Le digo tranquilamente mientras me acomodo en el sofá y me miro las uñas.

Me pregunto cómo es que hay mujeres con unas inmensas uñas, Elena tiene las uñas rojas, siempre lo pinta de ése color.

— ¡Ya basta, estoy harta de tus insolencia, y falta de respeto! — Grita furiosa— ¡En ésta casa hay reglas y horario y tú por bien vas a empezar a respetarlo!

Elena prácticamente está echando humo por las orejas, y por la boca está a punto de salirle espuma.

— ¿Quiere saber dónde estaba?— con lo que voy a decirte explotará con lava como un volcán— estaba en casa de Christian, y el me follo muy rico— chúpate eso malnacida, a mí no me amedrenta tus estúpidos gritos.

Elena abre los ojos como platos, petrificada con lo que acabo de decirle.

Vamos Elena, explota como volcán, quiero que lances fuego por la boca como un dragón.

— Te lo preguntaré una vez más ¿Donde estuviste? Es obvio que estuviste follando, pero no con Christian— me dice tratando de no explotar

— ¿Cómo está tan segura?— la provoca.

Estoy diciendote la verdad, y tú no quieres creerme, después no te quejes.

— Porque a él ya no le importas, él sigue con su vida con la chica que te presenté. Seguramente estuviste en casa de algún profesor o algún padre de algún compañero, pero con Christian ¡No estuviste!

Que necia, problema tuyo si no crees.

— Si es así, te felicito... Es muy bueno que estés utilizando tus encantos femenino— pongo los ojos en blanco. Vieja asquerosa, no todas somos de su calaña.

— Al único que me interesa que le guste mis encantos femenino es a Christian Grey — le digo.

— Se que estás planeando hacerme enfadar, pero no lo consiguieras— ¡Ja! Yo no estaría tan segura.

— Pero si estás muy enfadada, incluso tienes síntomas que está a punto de darte una parálisis facial.— Me burlo de ella.

— No te saldrás con la tuya mocosa, ahora respóndeme: ¿Que le hiciste mi comida?— Pregunta enojada.

Definitivamente está muy furiosa, pero la mentirosa lo niega.

— Nada ¿Por qué?— Finjo inocencia y subo mis pies encima de la mesita del café.

— ¡Baja tus sucios pies de mi mesita!— De un manotazo baja mis pies.

— ¡Mis patas están más limpia que las suyas!— Me pongo de pie.

— Que vulgar eres, no sé dice patas, se dice pies... Los animales tienen patas, aunque entre tu y los animales salvajes no hay mucha diferencia—

— Lo mismo digo entre usted y las ratas, aunque es un insulto para las pobres ratas compararlo contigo— de sus ojos desprenden rabia. Sé ve muy tensa.

— Cuídate mocosa, porque si continúas con esa actitud rebelde, tendré que verme esforzada a darte un fuerte correctivo... Estoy segura que después de eso quedarás muy dócil. — Añade con tono amenazante.

Anastasia; Mi Dulce DesafíoWhere stories live. Discover now