capítulo 33

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       POV CHRISTIAN

Anastasia se ha levantado de la mesa para ir ver a Dakota.

—¡No puedo creer que esa jovencita tan hermosa sea tu novia!—murmura Elliott, con un deje malicioso.

Le respondo con una mirada fulminante. ¡Idiota!

— A mi también me sorprende, pensé que eras el tutor de esa mocosa Es menor de edad, ¿no?— Espeta Elena.

Mi madre debió mencionarle que soy el el tutor de Ana. Pensándolo bien esta situación me puede meter en un gran problema, aunque me estoy acostando con Ana, ella sigue siendo menor de edad. Pero la deseo, y sé que ella me desea a mi...

— Ana pronto cumple los dieciocho ¿Cuál es el problema?—Interrumpe Mía

—El problema es que pueden acusar de pedófilo a tu hermano—responde mi padre.

Elena se atraganta con el vino.

— Si me disculpan iré al baño—dice Elliot poniéndose de pie.

— No tardes, por favor—le dice su acompañante, dándome una mirada a mi.

—Ya regreso— responde sin mirar atrás y sale del comedor.

Espero que Elliot desaparezca y me excuso para ir a buscar a Ana.

Entro a la casa y voy al salón consciente que Elena me ha seguido. Aunque no me interesa nada de lo que me tenga que decir.

—¿Por qué me has seguido?—Digo sin darme la vuelta para mirarla.

—¿Cómo supiste que era yo? Esperabas que te siga, ¿verdad?— Cómo no iba a saberlo, si conozco perfectamente el olor de la fragancia cara que utiliza, y siempre es la misma.

—¿Qué quieres, Elena?— le cuestiono y me giro a verla.

—No me respondas con otra pregunta.

— No tengo tiempo para tus tonterías...

—¿Tonterias, Christian? —Me interrumpe—¿Desde cuándo tú eres de "novias"?

Pronuncia "Novias" con desprecio.

—No te engañes, tú sabes perfectamente lo que eres—añade acercándose a mi.

— No quiero ser descortés contigo, pero tengo prisa por irme—digo para zanjar el tema—debo trabajar.

Me alejo de Elena

— ¿Tú crees que soy estúpida?—Casi grita.

Su actitud empieza a irritarme.

—¿Cuál es tu problema Elena?

— No seas iluso, todo lo que tiene que ver contigo me importa, así que no seas tontito y no preguntes "cuál es mi problema" —su tono de voz es amenazante, pero yo ya no soy sumiso y no le temo — lo que sea que tengas con esa mocosa, lo vas a terminar inmediatamente.

Eres mi amiga Elena, pero no voy aguantar que me amenaces o me órdenes que debo hacer con mi vida.

—Lo que sea que haga con mi vida y con Anastasia, no es asunto tuyo, Elena. No te metas— le respondo usando el mismo tono de voz.

Sin esperar su respuesta me voy al comedor sabiendo que ella viene siguiéndome.

— ¡¿Qué no me meta?! ¿Acaso pretendes olvidar lo que eres? ¡No puedes! Eres y serás un sádico a quien le gusta golpear a mujeres menudas, de pelo castaño y piel blanca. Oye...

Ella está diciéndome mis verdades en mi cara. Pero no me hiere. Ella ya no puede herirme.

Ambos nos fulminamos con la mirada.

Anastasia; Mi Dulce DesafíoWhere stories live. Discover now