Capitulo 79

2.6K 461 43
                                    

   POV ANASTASIA

Mía logra soltar las esposas, y sacarlo de mis pies y manos,  afortunadamente ese maldito dejó caer las llaves en el piso.

— ¿Estás bien? Dime qué ese hijo de puta no te hizo daño.— Murmura desesperada.

Gracias a Dios no logro su objetivo.

— Lo hizo, pero no cómo tú crees.

— Dime qué no te tocó... Si lo hizo lo mato— mi amiga está temblando de miedo y rabia.

Yo me siento aliviada y agradecida que llegara a tiempo.

— No alcanzó. Cuando iba quitarme las bragas Elliot irrumpió y al verlo saltó encima de él y empezó golpearlo.

De sólo recordarlo siento náuseas. Maldito viejo de mierda.

— Gracias a Dios... ¿Estarás bien? Debo ayudar a Elliot.

Es obvio que no estaré bien, todo ésto ha sido una pesadilla. Una maldita pesadilla.

— No te preocupes, yo podré sola.— Finjo una sonrisa, pero soy conciente que mi sonrisa no alcanza mis ojos.

— Ese maldito ya no podrá hacerte daño— besa mi cabeza.

Quisiera llorar, pero me aguanto.

Mía sale furiosa de la habitación, y yo siento que puedo respirar aliviada. Estuvo tan cerca... No aguanto más y estallo en llanto.

Christian ¿Dónde estás? Te necesito aquí y ahora. Necesito un beso y un abrazo tuyo... Tus brazos me hacen sentir protegida.

Después de unos minutos logro calmarme, me levanto de la cama y tomo mi ropa y me lo pongo, con piernas temblorosas salgo de la habitación, en el pasillo no hay nadie. Camino hasta llegar cerca de la escalera, puedo escuchar los gritos de Mía, están abajo.

Bajó las escaleras y veo a Elliot y Christian dándole de patada al maldito hijo de puta, que está tirado en el suelo.

Me sorprende ver a Christian.

— Chris... Christian— susurro pero el no me mira.

— ¡Déjenlo, la policía se encargará de él!— Grita Mía asustada tratando de detener a Elliot.

— Christian, por favor— me acerco a él. No quiero que se ensucie las manos con un maldito pedófilo.

Él deja de patear al pedófilo que al parecer está inconsciente. Me mira, pero su mirada es fría y furiosa. Me cae el alma a los pies.

— Christian— le suplico — hablame.

— ¡Te dije que te quedaras en mi casa maldita sea! ¡¿Por qué nunca haces caso?!— Grita furioso

Me asusto de inmediato, nunca lo había visto tan furioso.

Perdóname por favor.

La policía hace su entrada, mira a Christian y a Elliot.

— ¿Que ha sucedido aquí?¿Por qué hay un hombre inconsciente?

Mía, nerviosa empieza relatarle los hechos, no puedo escuchar bien lo que dice, solo tengo ojos para un furioso Christian, se me rompe el corazón verlo tan furioso.

— ¿Es cierto lo que nos dice la señorita?— Me interrumpe él policía.

— Si, ese hombre quiso violarme y tenía planeado matarme.

— Lamento escuchar eso, pero llevaremos a éste hombre al hospital, y ustedes dos— señala a Christian y Elliot— tendrán que acompañarnos

—¡¿Que?!— Grita Mía — pero si ese malnacido quiso abusar de mi amiga ¿Y ustedes quieren llevarse a mis hermanos? ¡Están locos!

Anastasia; Mi Dulce DesafíoWhere stories live. Discover now