Once

26.9K 2.7K 403
                                    


4/5

Aun no podía respirar. Estaba completamente nervioso, y JungKook me agarraba fuertemente por la cintura como si no me quisiera dejar ir, o para impedir que, de alguna forma, no escapara de su agarre.

Pero sabía muy bien, que eso no sucedería.

Solo asentí en silencio mirando sus labios ligeramente abiertos. ¿Quién podría decir alguna palabra teniendo a una persona como él frente a ti? Nadie.

Así que torpemente me moví contra él. Estaba siendo patético, pero con su presencia y su anatomía tan cerca de mí, era imposible pensar con claridad y moverme al ritmo de la música.

-No tengas miedo -susurró en mi oído, enviándome un escalofrío por la espalda.

Negué, poniendo mis manos en sus hombros para mostrarle confianza, al mismo momento, mis movimientos se hicieron más rápidos y coordinados.

-Eso es.

Lo miré, moviéndose contra mí, con una sorprendente facilidad.

-No tengas miedo. Ahora, bajaré suavemente mi mano por tu espalda -advirtió, haciéndolo.

Su mano recorrió suave mi espalda, dándome un pequeño temblor, pero no me alejé. Aquel tacto me gustaba. Él sonrió en respuesta, bajando un poco más, acariciando junto al compás de la melodía.

-¿Estás bien? -preguntó, deteniéndose.

-Sí -contesté en un suspiro-. Sigue -pedí.

Otra vez sonrió y sentí su mano derecha posarse contra mi trasero. Inhalé fuertemente, cerrando los ojos, acostumbrándome a su tacto.

-Tranquilo -murmuró-. Lo haré lentamente, dime cuando quieras que me detenga.

Sin abrir mis ojos, asentí, suspirando en el momento en que su otra mano tocó. Ambas jugaban acariciando mi trasero continuamente, sin detenerse, pero, aun así, con una extrema delicadeza.

-Un gran avance, ¿no? -abrí mis ojos para mirarlo y sonreí. No me había apartado de él. Siendo que había traspasado las barreras.

Pero su toque me trasmitía confianza. Y de alguna forma u otra, sabía que él no me haría daño.

Cuando sus manos cambiaron la intensión del toque, y sentí que iba a explotar, él subió sus manos hacia mi espalda. Acariciando esta, acercándome aún más hacia él.

-Iremos lento, tranquilo -susurró. Suspiré poniendo mi cabeza contra su hombro-. ¿Estás bien?

-Sí, estoy bien. Solo, me gustaría parar un poco -él asintió, tomando mi mano, sacándome una vez más de la pista de baile.

La presión al sentir sus manos desviarse de su camino, me hizo asustar. Y ponerme completamente intranquilo una vez más. JungKook extendió un vaso de cerveza hacia mí.

-Gracias -agradecí, tomando el vaso, refrescando una vez más mi garganta con el amargo líquido amarillo.

-¿Cómo te sentiste?

-Bien.

-¿Te asustaste? -preguntó con cautela.

-Solo un poco. Menos que con SeungBaek, mucho menos -respondí con sinceridad, porque así había sido-. A propósito, hablando de SeungBaek, pensé que pasaría con él la noche.

-Yo también -rió, dejando el vaso nuevamente contra la barra-, pero ya sabes, SeungBaek es una especie de gigoló y no creo que pudiera ir lento contigo, como se suponía que tendría que hacerlo. Y al ver tu reacción, supe que no fue la mejor idea.

Virgen a los 25 [jjk;kth]Where stories live. Discover now