Veintidós

22.7K 2.7K 962
                                    

Dios ampare sus almas.

D-6

Gimo, Dios, un gemido grande.

Lo único que puedo hacer es apartar mi mirada de su gran erección para mirar sus ojos. Los cuales han cambiado aquel color que tanto me gusta. Ahora están negros, lujuriosos.

—¿Estás bien? —pregunta, su voz es ronca.

Un escalofrío recorre mi espalda a la vez que asiento. Mis manos se posan en su cadera y las de él a cada lado de mi cara, lo veo inclinarse y yo también hago lo mismo. Desesperado por sentir sus labios sobre los míos una vez más. Cumple mi deseo. Ahora nos estamos besando, él semidesnudo frente a mí y yo sin camiseta sentado bajo él. Acariciando la suave piel de su abdomen.

Un jadeo sale de mi boca al ser lanzado a la cama, quedando de espaldas. Cuando él se sienta a horcajadas arriba de mí me doy cuenta de la pequeña decoración de la habitación. Ligeramente iluminada por un par de velas y música de fondo.

Oh, música. ¿Cómo no me había dado cuenta de aquello? Una balada romántica sonaba de fondo, incapaz de descubrir cuál era seguí moviendo mis labios con los de él.

No te muevas, supliqué cerrando los ojos, sintiendo sus suaves y lentos movimientos sobre mí.

Él gimió. Sus manos deslizándose a través de mi cuerpo.

No.

Un desesperado sollozo salió de mi garganta, JungKook tan sumergido en el momento y tratando de desabrochar el botón de mi pantalón, no lo notó.

Por favor, no.

Tomando su cara entre mis manos. Hago que nuestros labios se conecten una vez más, atrayendo su atención a mí. Sus manos dejando mi pantalón, colocándose a cada lado de mi cara, hundiéndose en el blando colchón.

—No lo hagas —le digo, impidiendo que sus manos sigan bajando por mi torso desnudo—. Aún no.

—Está bien. Cuando estés listo solo, dejas de besarme —dice, separando nuestros labios en cada palabra y solo sonrío con lujuria atrayendo su cara a la mía aún más.

Sé que está ansioso, casi desesperado., pero quiero acostumbrarme. A sus manos, a su tacto, a su cuerpo sobre el mío, contra el mío.

Minutos después de una ardua sesión de besos. Creo que estoy listo. Tomo sus manos entre las mías, entrelazando nuestros dedos. Moviéndome bajo él en un acto involuntario.

—T-TaeHyung —él gime.

—Estoy listo —musitó separando y dejando de besarlo como él me dijo, permitiéndole poder sacar mi pantalón—. Puedes hacerlo —separo nuestros cuerpos unos centímetros y él jadea.

Sus manos se deslizan una vez más por mi cintura y cadera. Sus dedos, recorren el borde de mi pantalón hasta posarse en medio de estos. Sacando con agilidad el botón.

Miró al techo y cierro los ojos.

Puedo soportar esto, puedo soportarlo.

La gruesa y áspera tela de los pantalones se desliza por mis piernas. Un escalofrío me recorre en todo el cuerpo al quedar semidesnudo frente a él.

—Eres perfecto —murmura, observándome completamente desde el final de la cama.

De repente, me siento desnudo frente a él y trato de cubrir lo más que puedo con mis manos. Mis mejillas se ruborizan y él se sube encima de mí una vez más al sentir mi incomodidad.

—No deberías avergonzarte —susurra, acomodando mi cabello—. Eres un chico muy hermoso. Deberías saberlo.

Sonrió ante su cumplido. Y beso una vez más sus labios antes de que siga avergonzándome. De pronto, sus labios dejan los míos y comienzan a descender por mi cuello, hombros y pecho. Siguen bajando, recorriendo mi abdomen, dejando pequeños y húmedos besos, erizando mi piel.

Y ahora si me encuentro perdido. Sus labios bajan por mis piernas.

Siento pánico.

No lo puedo controlar, mis piernas actúan por si solas, estrellándose sobre su nariz.

Siento un pequeño clic al momento en que el cuerpo de JungKook caer hacia atrás. Y la he cagado.

Ahora sí que he roto la nariz de alguien.

Ahora sí que he roto la nariz de alguien

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.


Dejo algunas de mis notas porque los comentarios de los lectores son muy graciosos xd

Virgen a los 25 [jjk;kth]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora