The Walking Dead - One Shots

9. Negan II

Desde ese momento actuamos como si esa noche nunca hubiera ocurrido y yo no podía parar de pensar en que me había dicho que me quería.

No sabía si me quería de una manera fraternal como con Meggy o de una manera más... romántica.

Y yo tampoco sabía qué era lo que sentía exactamente por él.

Después de doce horas trabajando llegué a casa. Había habido un derrumbamiento en una de las vallas que estaban construyendo provocando bastantes heridos y al tener conocimientos de medicina estuve todo el día ayudando.

Agotada me senté en uno de los sofás de la entrada y cerré los ojos aunque al poco los abrí asustada al sentir algo tirarme de los pies. Era Negan quitándome las zapatillas.

- ¿Qué tal ha ido el día? He oído que ha habido un problema con una de los muros.

- Sí, de uno de los campos que hay fuera de la comunidad. Unas diez personas han resultado heridas graves y otros tantos leves, los que estaban trabajando en las cosechas y los que lo estaban arreglando.

Empezó a masajearme los hombros. - La peque ya está durmiendo, te prepararé un baño caliente para que te relajes.

Apartó sus manos pero yo le paré. - Espera, sigue un rato. Esto de ser la única fisio de la Tierra tiene sus desventajas, yo doy masajes a la gente pero no hay nadie que me los dé a mí. Es injusto.

El hombre rió y siguió quitándome los nudos del cuello. - Te prepararé el baño y si quieres continuo allí.

Traté de que no me afectara. - Está bien.

Subí para ver dormir a mi bebita.

- Está listo, esperaré fuera a que te metas dentro.

Dejando un beso sobre la frente de mi hija salí de la habitación pasando por su lado evitando mirarle.

Me sentía como una niña que iba a besar al chico que le gustaba por primera vez.

El baño olía a canela y había puesto música relajante de fondo.

Me quité la ropa y me metí en la bañera soltando un suspiro. El agua estaba perfecta.

- Ya estoy dentro. - Avisé.

Y al poco él entró.

- Te he cogido un bote de los aceites esos que usas tú.

Me agarró del cabello y me hizo un moño en lo alto de mi cabeza.

Deslizó sus manos por mi nuca y espalda, apretando en los lugares justos.

- Será mejor que salgas ya. El agua se está enfriando y te puedes enfermar. - Me despertó Negan. Estaba tan relajada que me había dormido.

- Deberías de haberme dicho antes que sabías hacer masajes.

Rió. - No sabía que sabía hacerlos. Pero no te preocupes que mis manos están para ti todas las veces que necesites.

No pude evitar malpensarlo.

***

- ________ despierta. - Desorientada abrí los ojos y vi a Negan meciendo a mi hija. - He intentado todo para que se beba su biberón pero al parecer quiere comer directamente de mamá. - Me ayudó a quitarme la parte de arriba del pijama ya que yo aún seguía medio dormida. - Perdón por despertarte pero ya no sabía qué hacer.

- No te preocupes. Gracias por cuidar de ella.

- Gracias a vosotras por dejarme que os cuide.

***