The Walking Dead - One Shots

18. Carl

- Tendré el móvil encendido. 

- Vámonos cariño. 

- Ante cualquier cosa llámanos. 

- Lori, deja a ________. - Rick cogió del brazo a su mujer y bajaron los escalones del porche. - Hijo, pórtate bien y haz caso de todo lo que ________ te diga. 

El niño asintió obediente. 

- Hasta más tarde señores Grimes. Disfruten.

Tras intercambiar un par de palabras más la pareja se fue y el pequeño y yo nos encaminamos al comedor donde le puse los dibujos para que estuviera entretenido mientras yo terminaba mi trabajo de química.

- ¿Podemos cenar pizza? - Levanté la cabeza de las fórmulas para ver cómo me hacía un puchero.

- Tu madre ha hecho pescado.

- Pero ya comí eso ayer.

- Carl...

Sacó más el labio inferior y sus ojos brillaron. - Por favor ________. Mamá no tiene que enterarse. Será nuestro secreto.

Para tener solo 7 años sabía cómo manipularme.

- Está bien.

- ¡Sí! Te quiero, eres la mejor persona del mundo mundial. - Se colocó encima mía mientras me abrazaba y escondía su cabeza en mi cuello.

- Pero... - Levantó la mirada frunciendo el ceño. - Te tendrás que comer primero el pescado. O no hay trato. - Añadí al ver que iba a protestar.

- Está bien. Aún así te sigo queriendo.

- Yo también te quiero renacuajo. ¿Me dejas levantarme para llamar para la pizza?

- No, quiero estar así un ratito más.

Suspiré mientras le acariciaba el cabello.

- Pero no te duermas.

- No.

***

- Carl, ¿estás bien? - Abrí la puerta para asomarme pero un grito me paró.

- ¡No entres!

Rodé los ojos. 

Hacía un par de semanas que Carl se bañaba solo ya que le daba vergüenza que yo le viera desnudo.

Un rato después salió y me miró expectante.

- Muy bien pequeñajo.

- No soy pequeño, soy mayor.

- Pero mírate, si casi ni me llegas por el codo. - Apoyé mi brazo en su cabeza para hacerle rabiar y él se puso de puntillas.

- Algún día yo seré más alto que tú y te llamaré pequeña.

Reí. - Estoy segura que sí. Pero hasta entonces seguirás siendo un pequeñajo.

***

Mi mano se quedó a mitad de camino de tocar al timbre ya que la puerta se había abierto.

Miré hacia abajo y pude ver a un sonriente Carl vestido con camisa y pajarita.

- Lleva toda la tarde mirando por la ventana esperando a que vinieras. - Rio Lori a su espalda.

- Mamá, me estás avergonzando. - Susurró el niño y me agarró de la mano para que entrara en la casa.

- Buenas tardes ________. Te hemos preparado la habitación de invitados para que descanses. Dame tu bolsa y te la dejo allí.

Asentí y se la entregué a Rick.