Capítulo 6.

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Yixing iba a desempacar cuando entró a la habitación de Minseok, y este lo miró con indignación.

—Tu equipaje es muy grande —dijo Minseok, dejando caer una maleta sobre su colchón.

—No es que mi equipaje sea muy grande —Yixing lucía serio—, es solo que tu apartamento es muy pequeño.

La mirada que le lanzó Minseok, lo hizo reírse sin control.

— ¿Ah? ¿Cuando Baekhyun llegó aquí? —Miró hacia todas partes fingiendo una inocencia detestable, pero se estaba divirtiendo, asique lo hizo sin remedio.

Yixing le lanzó una mirada divertida, y ambos empezaron a sacar las cosas de la valija.

— ¿Crees que esté bien? —Preguntó Yixing preocupado, mientras sacaba una pila de camisones y suéteres de cuello alargado.

— ¿Quién? —Minseok miró extrañado, la camiseta con el dibujo de un escorpión que había encontrado.

—Baekhyun. Siempre lo acosan este día. —Sacó su móvil y se fijó en que tenía una llamada—. Es él.

Minseok le hizo un ademán con la mano para que conteste, y continuó desempacando con la novedad de que cada vez encontraba algo diferente. 

Yixing salió de la habitación hacia la entrada, donde todavía había un par de maletas paradas, mientras contestaba la llamada.

—Hola ~

— ¿Yixing? —Jadeó Baekhyun desde el otro lado, y parecía que la saliva se le escapaba de los labios—. ¿Cómo estás?

— ¿Por qué estás tan… agitado? —Preguntó finalmente, temiendo que fuera lo que se atravesaba por su mente.

—Estoy… ¡Jugando!~ 

Ahogó un grito y Yixing escuchó cómo se alejaba y decía un: «No tan fuerte», y después escuchó una voz profunda decirle: «Lo siento.»

Se quedó perplejo después de escuchar eso.

— ¿Has probado el césped? —Baekhyun preguntó agitado, tratando de sonar lo más normal por medio del aparato—. Es divertido.

Yixing se quedó de pié pálido, cuando escuchó varios gemidos agudos y graves salir del aparato.

— ¿A qué estás jugando? —Preguntó Yixing nervioso y preocupado—. ¿Estás bien?

— ¡Sí! —Respondió demasiado agudo—. Lo siento se marcó solo.

Yixing escuchó cómo cortó la llamada, y se apresuró a llamar a Luhan esperando que estuviera en casa. Estaba preocupado, la manera en que escuchó a Baekhyun… creyó que tal vez le estarían haciendo algo malo.

—Luhan estás… —Yixing se detuvo pasmado, escuchando como el chico al que llamaba jadeaba desesperado.

—Yi… —Gimió Luhan—. Yixiing… ah! Hola… Estoy… ocupado…

— ¡Disculpa! —Gritó Yixing, y después cortó la llamada, dejando que el constante «bip» resonara. Se quedó quieto recordando todo lo que había escuchado, demasiado… acalorado.

Pobre unicornio pobre, lo que le tocó escuchar esa noche.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando alguien tocó la puerta, y se apresuró a atenderla, deshaciendo todo tipo de pensamientos perversos que se colaban en su cabeza. El rectángulo de madera se abrió hacia la derecha, y el chico que encontró afuera llevaba un traje negro y una mirada serena.

— ¿Quién eres?

—Mi nombre es Kris, el demonio del… —Se pasó una mano por el cabello, demasiado avergonzado como para continuar con eso—. Amor. Estoy aquí para pedirte una cita, acéptala por favor.

Hizo una pequeña reverencia y miró fijamente a Yixing, cambiando el color de sus ojos a un rojo carmesí.
Yixing ladeó la cabeza confundido, y soltó una risita que expuso sus pequeños hoyuelos divinos.

— ¿Te envió mi abuela para asustarme? —Preguntó riendo, y después se fijó en que estaba siendo grosero—. Lo siento, pero no.

Kris lo miró perplejo, era la primera vez que alguien le hacía eso: Rechazarlo sin más y sin menos.

— ¿No es muy apresurada tu decisión? —Preguntó, mirándolo fijamente, intentando atraparlo dentro de su mente.

—No. —Respondió Yixing secamente—. No te conozco.

Y después le cerró la puerta, de manera descarada.

Kris se quedó boquiabierto, en sus miles de años nunca nadie le había hecho eso. La magia que usó no hizo efecto, es más, empezó a creer que ese chico tendría una especie de escudo contra los muertos. Se giró y se apoyó en la puerta pensando: 
« ¡Rayos! Esto no debió haber pasado.»

Un gran viento golpeó su rostro acompañado por algo suave, lo quitó y se encontró una flor blanca con un mensaje:

“Te hubiese ido mejor en París.
Att. Kai.
PD: Esa expresión tuya de rechazado no tiene precio. ”

Frunció el ceño y deshizo la flor entre sus dedos, mientras se volvía hacia la puerta, donde escuchaba a alguien moviendo unas maletas.

Ciertamente eso era, su preciada presa tratando de moverlas.

Yixing intentaba mover sus maletas quejándose de lo pesadas que estaban, y resignado sabiendo que volvería a pasar por ese mismo momento, el día en que consiga su propio apartamento.

—Truco o Trato —escuchó junto a su brazo—. Escoge uno de los dos con cuidado.

Las maletas cayeron de las manos de Yixing, quien se giró solo para encontrarse de cara con Kris.

— ¿Cómo entraste? —Preguntó nervioso, alejándose un poco.

—Cuando le abres la puerta a un demonio —empezó a acercarse hacia él—, no esperes quitártelo de encima tan pronto.

— ¿Si escojo uno te irás? —La espalda de Yixing tocó la puerta, y se le cruzó por la mente abrirla y salir corriendo por ella. 

Kris asintió con ansias, escrutándolo con la mirada como si fuese una presa extremadamente rara.

—Escojo Truco. —Dijo despistado, con intención de terminar rápido.

Mala elección la que hizo el muchacho.

Kris esbozó una sonrisa torcida y se detuvo junto a Yixing, con la mirada fija en lo que tenía ahí, justo delante de sí. Yixing lo miró extrañado antes de regresar la mirada al frente, y ahogó un grito con lo que apareció de repente.

Minseok estaba de pié frente a ellos, con la mirada perdida y sosteniendo una varilla de metal entre sus dedos. Apoyó su mano en la pared blanca de concreto, y alineó la varilla en dirección a su cuello. Tomó impulso y llevó su cabeza hacia la punta afilada, atravesándose toda la piel del cuello e incrustándola totalmente en su garganta.
Yixing le gritó pero no recibió respuesta alguna, lo único que escuchó fue el sonido seco de su cuerpo cayendo en un charco de sangre que salía de cuello abierto. Sintió un empujoncito en el hombro y corrió hacia Minseok con los ojos rojos, sin saber qué hacer, maldiciéndose porque no se pudo mover. Estaba aterrado y alterado, mientras sostenía el cuerpo muerto que se desangraba entre sus brazos. En esos momentos era impotente, los nervios y la amargura le nublaban la mente.

— ¡¿Por qué lo hiciste?! —Grito furioso, al hermoso chico rubio que lo miraba curioso.

—Me rechazaste. —Respondió desinteresado y divertido, retando al chico dolido.

— ¡¿Por esa estupidez?! —No creía lo que escuchaba, y mucho menos que fuesen reales las historias que su abuelo le contaba.

Kris decidió responderle con otra pregunta, como una divertida prueba de tolerancia a su cordura. «Serás mío Zhang Yixing, esta vez nadie te salvará de mí.»

— ¿Quieres salvarlo? Acepta el Trato.

Yixing miró a Minseok junto a él. Ya se había dejado de mover.

—Acepto —le dijo seguro—. No dejes que muera. —Agachó la cabeza.

Kris ensanchó una sonrisa y chasqueó los dedos a toda prisa. Yixing se sobresaltó cuando vio como Minseok se volvía negro y desparecía dejándolo con la boca abierta, cuando se percató de que todo había sido una ilusión perfecta.

— ¿Quién eres tú, y qué haces en mi casa? —Escuchó tras él, una voz que conocía muy bien.

Se volteó y encontró a Minseok mirándolo con desconfianza. Se levantó y corrió hacia él para abrazarlo, pero fue detenido por una mano.

—Te pregunté que quién eres —Minseok tenía su mano extendida frente al otro para evitar la cercanía, de alguien a quién no reconocía.

—Soy Zhang Yixing. —Le dijo sorprendido, creyendo que todo era una cruel broma que le jugaban sus sentidos.

—No te conozco. Vete de aquí o llamaré a la policía.

Yixing estaba confundido, no lo reconocía, se sentía dolido por todo lo que le decía. No insistió más, tal vez hacía mal, pero parecía que nada podría cambiar. Hizo una reverencia de disculpa y salió del apartamento sintiendo culpa. Culpa por haber abierto la puerta a un demonio loco, aunque no lo sabía de todos modos.

Afuera vio a Kris sonriendo y mirándolo fijo, pasó junto a él y escuchó que le dijo:

—Ahora tendremos nuestra cita.

Lo ignoró y siguió de largo con la mirada perdida. 
No supo cuanto tiempo caminó, pero cuando levantó la mirada dentro de un parque se encontró. Siguió caminando y se sentó en una banca, que divisó por ahí mal ubicada.

— ¿No puedes ir a buscar a alguien más? —Preguntó a Kris, quien tuvo el descaro de seguirlo hasta ahí.

—No.

—Yo no soy como Tao —continuó con una risa, al saber lo que realmente le había pasado a su amigo hace un año—, no esperes que me enamore de ti o algo.

Hubo un silencio largo.

Ya eran poco más de las nueve de la noche, hacía frío y podía escucharse el lejano ruido de música encerrada, al parecer había un baile cerca de donde estaban. Kris se sentó junto a Yixing y este se movió un poco, evitando a ese tipo de cualquier modo.

—Cuando me rechazaste tuve la intención de irme —dijo finalmente siendo sincero, una sinceridad que al parecer tenía escondida muy pero muy dentro.

— ¿Por qué no te fuiste entonces? —Replicó Yixing mirando al suelo, pensando con tristeza en que todo lo que sucedía podría ser un sueño feo.

—Porque eres diferente —contestó casi como elogio, a lo que Yixing no pudo evitar mirarlo de reojo—. Todos los humanos se dejan llevar por lo que ven, por lo que les ofreces. Personas como tú, te hacen apoyarte en una puerta y pensar que hay muchas cosas que no tienen sentido.

Kris se levantó con una sonrisa linda, y Yixing sintió una extraña acogida.

—Te deben querer en el cielo. —Le dijo con un suspiro, dándose la vuelta para continuar su camino.

Yixing se levantó y lo vio alejarse. En un principio tuvo la intención de detenerlo, pero desapareció de su vista, perdiéndose en medio de la oscuridad misma. Se quedó parado viendo el lugar por donde se había ido, aún sintiéndose extrañamente acogido. Ahora se arrepentía de no haberlo detenido pensando que tal vez pudieron haber charlado un rato, y tendría algo de compañía en esa pesadilla del asco.

Pero estaba solo.

Sacó su móvil y le marcó a Luhan, pero al parecer este se negaba a contestar. También le marcó a Baekhyun, y obtuvo el mismo resultado. Aunque era algo que se esperaba de antemano. Pensó un momento, y con duda le marcó al número que había dejado de contestarle hace tiempo.

— ¿Tao? —Preguntó titubeante, cuando abrieron la llamada al instante—. ¿Cómo estás?

—Bien. 

— ¿Qué te hizo Kris?

Hubo un silencio, y Yixing se quedó escuchando su respiración por un buen momento.

—Lo que nos pasó lo decidimos nosotros mismos —respondió finalmente, secamente—. No te detengas a pensarlo mucho.

Después colgó, sin darle siquiera un adiós.

Yixing se quedó pensando en esas palabras, aún cuando Tao le acababa de decir que no lo haga. Llevó las manos a su rostro para ocultarlo del polvo que levantó una ráfaga de aire, pero un pedazo de papel lo golpeó antes. Tenía un mensaje:

“¿Por qué te detienes a pensarlo tanto? Sabes que irás de todas formas”

Miró hacia todos los lados buscando el remitente, pero no encontró a nadie, solo el insulto de la borrachera andante. 
Yixing suspiró cansado y caminó en línea recta, sin saber muy hacia donde lo llevaba su certeza. La misma que le decía que iba bien por donde iba, perdiéndose en la oscuridad misma. 

La misma por donde Kris despareció de su vista.

Trick or Treat. -EXO (Yaoi/Lemon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora