Capítulo 3

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Así como la curiosidad mató al gato, los ángeles firman su sentencia a muerte cuando se cruzan con un alma moribunda y sienten intriga. Las almas contaminadas no tienen restauración, solo yacen en este mundo terrenal a la espera de un final.

SIN TÍTULO. Nathaniel Proulx.

América y Delta están desayunando a la espera de Bryanna y su mega producción. Hoy tenemos que ir a Stanford para apoyar a Logan en su primer debate político. Yo me encargué de preparar una guía con los temas que le preguntarán y Delta estuvo toda la semana ayudando para que estudie bien. Con las chicas nos hemos convertido en su equipo de campaña. Jesse se encargó de repartir los volantes y de conseguir popularidad con Logan. América se encargó de su imagen. Delta lo ayudó a estudiar y a repasar cada tema puntual. Bryanna junto con el equipo de porristas y el equipo de fútbol (algunos de ellos porque otros no quieren a Logan porque todavía sigue circulando el rumor sobre Sarah), han hecho las pancartas, las camisetas e incluso han preparado propuestas para atraer al público (como fiestas, cadenas por redes sociales y cupones de descuento en algunos lugares). Yo, en cambio, como paso más horas en el bufete de abogados y la mayor parte del tiempo estoy cansada, me he encargado de escribirle los discursos y asesorar en todo lo referido al tema político y temas legales (gracias a Corbin que se ha mostrado entusiasmado todo el mes con ayudar de otra manera a Stanford).

—Ni yo tardo tanto en prepararme —exclama exasperada América antes de devorar el omelette que le preparé.

Delta la mira escéptica y yo me encuentro haciendo la misma expresión porque América sí tarda lo mismo que Bryanna. Al menos Bryanna prepara sus atuendos un día antes, pienso soltando un suspiro. Miro el reloj y agradezco que Delta le haya encargado los últimos detalles a Jesse porque sino estaríamos super atrasadas.

—¿Ya reservaste turno con el médico? —pregunta Delta mirándome preocupada cuando me froto las sienes.

Estúpido dolor de cabeza, pienso recostando la cabeza en el respaldo del sillón.

—No aún, planeo ir en la semana —miento. No tengo tiempo para hacerme miles de estudios cuando ya sé lo que me ocurre: estrés por trabajar con Karen Smith.

Resoplo cuando llega un mensaje de Logan pidiéndome auxilio porque no encuentra los últimos apuntes que le dejé el fin de semana. Me pongo nerviosa porque Logan está nervioso y no es bueno estar así cuando estás a punto de hablar frente a varias personas, de las cuales la mayoría ve como algo gracioso subir a Youtube un video burlándose de ti. Lo busco, rogando que esté digitalizado en mi celular y suspiro aliviada cuando lo encuentro.

—Si Bryanna no sale ahora mismo de esa habitación, me iré en autobús. —Me remuevo inquieta—. Logan ha comenzado a ponerse nervioso y eso no es bueno.

—Tranquila, lo resolveremos y no te pongas nerviosa porque nos ponemos así todas, además tú ya estás con dolores de cabeza —insiste Delta en su característico estado zen. En estos momentos necesito uno de sus aceites para relajarme—. Tú relájate.

—Sí, serena queen —comenta América mientras pincha la última frutilla que hay en el tazón.

Bryanna sale de la habitación relajada. Suspiro aliviada.

—Delta tiene razón, lo resolveremos... Será pan comido —añade América con una sonrisa reconfortante.

—¿Qué? ¿Ya les dijiste? —pregunta Bryanna escuchando lo último que dice América.

Trago saliva. No, Bry, no seas estúpida. Delta y América la miran para luego mirarme a mí. Hay silencio en el departamento y solo se puede escuchar mi corazón latir con rapidez. Bryanna se da cuenta que acaba de meter la pata y abre bien grandes los ojos.

Mi problema para siempre #3Kde žijí příběhy. Začni objevovat