No te dejes pisotear

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La escena los deja impactados. La reacción del asiático es tomar la capa negra del suelo y cubrir a la pequeña al verla completamente desnuda, mientras el alfa se coloca entre el rostro del dragón y la pequeña, listo para luchar.

—¿Por qué la princesa no despierta? Hay suficiente ruido para despertar todo el hotel.

—Esperen, no es lo que creen— Anya intenta salir detrás del asiático pero el alfa la retire.

La guardia de las sirenas y tritones se forman al pie del hotel. Se escucha por el megáfono que piden a alguien bajar del dragón y entregarse sin resistencia.

El alfa sale y mira con mas detenimiento la figura imponente. El olor en el aire no le recuerda el aroma distintivo de la criatura que estuvo en el jardín de la mansión para huéspedes.

—Alfa no se acerque. No sabemos que pueda hacer.

Damian se sube a la baranda del balcón y extiende la mano, comprobando que aquello es solo una ilusión.

—Señorita es hora de que explique que esta pasando— el enojo es palpable en sus palabras.

—Solo es un holograma. El rey de los elfos quiere comunicarse con nosotras. De seguro sabe que su hija duerme.

—Bajaré a explicar la situación— mira por encima del hombro la figura de la princesa dormir profundamente. —Dong Wook encárgate del arreglo de la puerta mientras regreso. No debes salir de esta habitación por nada de mundo— Vuelve su mirada hacia los guardias que amenazan con atacar. —No dejes entrar a nadie, las elfos están indefensas por dos días.

—¿De qué estas hablando?

Este mira el rostro de temor de la pequeña, sintiendo como su instinto protector no le permite dejarla sola. Verla temblar de miedo mientras intenta mantenerse firme.

Guardias llegan a la puerta de la habitación. La reacción de Anya es subir a la cama y quedarse en posición de defensa. Se siente amenazada al estar rodeada de desconocidos.

El asiático no soporta ver como la capa apenas si logra cubrir la piel de aspecto suave y apetitosa de la elfo. Por mas que quiera negar sus instintos no puede ser indiferente ante el encanto inocente de ese rostro angelical.

—Esta bien, yo me encargo— dice de mala gana.

El alfa salta desde el balcón al suelo para poder llegar a los guardias mas rápido.

Wook se acerca a la cama.

—Si no quieres que te coma...— calla al saber a donde llegarán sus palabras.

Anya se aferra a la capa, rogando que el aroma de Zu repela al lobo. No le importa estar desnuda, después de todo para los elfos no es extraño exponer su cuerpo. Pero su aroma de elfo puede resultar demasiado atrayente para un ser de olfato desarrollado.

El licántropo se dirige a la puerta para evitar que los guardias entren.

<<¿Qué mierda esta pasando?>>

...

Damian se agarra de la baranda del balcón de décimo piso. Saltar desde tan alto se hace sencillo cuando un edificio tiene irregularidad en el diseño, dejando protuberante los diferentes balcones. Suelta el barandal para dejarse caer en a la terraza del cuarto piso. Esta vez cae en derrape y da vuelta en el suelo para evitar que la fuerza le haga caer sentado. Toma impulso y se deja caer hacia la zona de césped, donde se encuentran los guardias amenazando en atacar si el dragón no acata la orden de bajar. A tres metros de caer en el suelo esquiva como puede varias descargas eléctricas que pasan a su costado.

Mi pequeña ZuWhere stories live. Discover now