La Casa Del Lobo (editado)

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ESTE CAPÍTULO FUE EDITADO DESDE DONDE ANYA DESPIERTA EN EL CUARTO OSCURO. POR FAVOR LEER DESDE ESE PEDAZO EN ADELANTE. DENTRO DE POCO SUBIRÉ UN NUEVO CAPÍTULO. 

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ESPERO DISFRUTEN EL CAPÍTULO

GRACIAS POR SU PACIENCIA

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—Entonces, mi rey, tengo algo que decir sobre mi participación dentro de los grupos y sus respectivas misiones.

Los presentes quedan en silencio cuando la reina Zuriel se desplaza hasta quedar sentada en el hombro del líder de África. Ni el rey comprende la razón de aquello.

—Iré con él— responde Zuriel mirando desde arriba sin muestras de remordimiento alguno en su decisión-. Necesito visitar a un viejo amigo

🖤🖤🖤🗡💚

—¿Segura?— fue lo único que puede decir el rey Kurt al sentir como el alma se hace ovillo en su garganta.

Los presentes voltean a ver a la demonio, esperando alguna reacción de desatino a la tranquilidad reflejada en ambos,

—Sí— se tele transporta frente al elfo.

Lo abraza de forma que la cabeza del rey descanse en su pecho. Al mismo tiempo el rey sube el brazo para dar soporte a su esposa.

Anya mira a su amiga, preocupada de la reacción de ella.

—Nadie puede encadenarnos a un solo lugar— dice Zu en voz baja para que su amiga la escuche, lejos de los odiosos sentidos desarrollados de los hombres lobos. —Ni siquiera nuestra familia— baja la mirada, demostrando con una sonrisa de confianza que todo está bien, cuando por dentro siente como sus pilares tambalean.

—Ten buen viaje, mi cielo— No puede evitar sentir el dolor en el pecho, el mismo que sintió cuando las vio partir aquella noche, hace 7 años.

No tema tu corazón de no volver a verme. Pronto regresaré a tu lado, amor mío— dice en el idioma élfico antiguo.

Los lobos quedaron perdidos ante la lengua desconocida, al contrario del conocimiento de las dos jóvenes. La intensidad de las palabras hace que Anya se sonroje sin poder contener la emoción desconocida que le provoca. Zu aprieta los labios ante las palabras tan dulces de su madre, deseando poder sentir algo tan profundo como el amor de sus padres.

La princesa parpadea dos veces para activar el sistema operativo de sus lentes de contacto, tomando foto del momento.

—¿Algún problema con nuestra decisión, alfa Damián?— dice África ajustando la maleta de aspecto viajero y desgastado, en su hombro.

—Si el rey y sus acompañantes están de acuerdo, no la hay— su cola se mueve varias veces ante la meditación de sus palabras.

—¿Al final irán América y Oceanía a buscar a Antártida?

—No. Por tiempo y por correcta actitud mediadora, irán Europa con Oceanía. Son el grupo número uno.

—¿y América? pensé que quería salir rápido de aquí.

—Es mejor que vayas solo con la reina Zuriel.

Mi pequeña ZuUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum