𝑃𝑖𝑒𝑙

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Cuando el mayor miró que el menor estaba cargado con un buen de frascos rápidamente se ofreció ayudarle.
—¡Oh!, Déjame ayudarte con esas botellas seguramente deben ser pesadas.—Tomó las muestras sobre sus manos y caminó hacía su gran y lujosa habitación. Jaemin le siguió el paso quedando impactado por el gran tamaño del cuarto que según sus cálculos era casi el doble de toda su casa; Jeno sólo se limitaba a mirar las reacción del menor e imaginar que tal vez era un poco curioso.

—¿Quieres algo de beber, té, café..?—Mencionó el pintor para después llamar a un mayordomo.

—Un poco de agua por favor..— dijo Jaemin, ya que realmente estaba sediento.

Inmediatamente Jeno le dió la orden al sirviente pidiéndole aquellos líquidos para después se sentarse junto al menor sobre aquellos cómodos asientos.

—y bueno, ¿Qué es lo qué me traes por ahí?—Dijo señalando aquellos frascos que sostenía él mismo.

—Estas son las esencias que mandaste a pedir, bueno, en realidad sólo pediste una pero, traje más por si tenías interés en ellas.

Un pequeño silencio abarcó la habitación poniendo un poco nervioso al menor, mientras tanto Jeno tocaba delicadamente el pequeño frasco y abriéndolo para posteriormente llevarlo a su nariz y así poder olerlo.

—¿Este es el de hierbas?

—o.. no, no son hierbas exactamente, es romero y algunas flores..

—Ya veo, ¿Cuál es el perfume que usaste hoy?

—oh.. es de jasmine, si quieres puedes probarlo en tu piel si gustas.

El mayor tomó unas gotas y las colocó sobre su muñeca, posteriormente frotó un poco con su otra mano para después llevarlo hasta sus poros nasales y comenzar a olfatear un poco.

—De verdad es muy.. —Mencionó el mayor para después quedarse callado mirando el cuello del contrario. El menor iba a romper el silencio pero, fue interrumpido.

—si no te agrada puedes probar otro si gustas..

—Quiero olerlo sobre ti, en tu cuello.

Espera, ¿había escuchado bien? ¿Realmente uno de los hombres más ricos quería colocar perfume sobre su cuello?

—¿D-disculpe?—la petición le parecía extraña, tal vez había escuchado mal.

—sí, quiero probar el producto en otra piel que no sea la mía, sólo será un poco..

Probablemente Jeno lo hacía con el fin de saber si era lo suficientemente bueno cómo para adaptarse a cualquier tipo de piel común así que, no podía negarse, si lo hacía probablemente el mayor pensaría que sería un tipo de estafa o algo así, y si eso pasaba sería despedido de su trabajo para después sobrevivir con miserias de comida.

—Está bien..— Mencionó Jaemin bastante convencido por si mismo.

Desabrochó un botón de su camisa para dejar desnudo completamente su cuello. Sintió un pequeño escalofrío al sentir como las pequeñas gotas de fragancia resbalaban sobre su cuello. El mayor puso el índice de sus dedos sobre el cuello ajeno, notando cómo su piel se ponía de gallina; frotó suavemente hasta asegurarse que estuviese lo suficientemente impregnado sobre la delicada piel contraria. El silencio aún continuaba, era un poco incómodo para ambos sin embargo, esto no impidió que el pintor continuase con su propósito, se fue acercando lentamente hasta su cuello y comenzó a olfatear lentamente.
Cuándo Jaemin sintió como un aire caliente tocaba su piel, no pudo evitar sonrojarse fuertemente tratando de contener las ganas de suspirar relajadamente.
Por su parte Jeno, estaba un tanto concentrado tratando de oler cada rincón de la zona perfumada, tanto así que el tiempo se detuvo para ambos, sólo estaban ellos dos disfrutando cada segundo de aquella rara acción.
Jaemin pudo sentir como el contrario rozaba sus labios sobre su piel, era tan delicado y sus labios tan suaves, aunque no podía sentirlos completamente, ya que sólo eran toques leves.
Probablemente abrían pasado varios minutos, cuándo se vieron interrumpidos por alguien que tocaba la puerta, obligándolos a volver a la realidad nuevamente.
Jeno rápidamente se separó, y Jaemin hizo lo mismo, es como si fuese un secreto, aunque no fuese uno malo pero sin embargo, se sentía como un pecado.
—Adelante.—Dijo Jeno a secas.

Era el mayordomo con sus bebidas, el cuál dejó sobre la mesa de noche y posteriormente se retiró dejándolos nuevamente a solas.

—Y.. ¿Q-qué tal te pareció?— Mencionó el más joven. Realmente apenado por la acción anterior. Sus mejillas estaban sonrosadas y sus labios temblaban.

—¿Qué cosa? —El mayor lo miró un poco confundido para después entrar en razón, había olvidado que se suponía que debía oler el aroma del perfume. —¡Oh! cierto, me pareció fantástico, huele muy bien y parece ser alta calidad, además..

Se quedó en silencio al sentir cómo un bulto sobresalía de su propio pantalón, en pocas palabras una ereccion, rápidamente miró hacía su entrepierna y trató de ocultarlo del contrario pero, era demasiado tarde ya que, el menor se había enterado de la existencia de ese bulto casi al mismo tiempo que él.

—Ahm, es que estoy un poco enfermo es por eso que— Dijo mientras se maldecía internamente por tal estúpida excusa.

—Ah.. por supuesto— Le interrumpió un poco incómodo—yo creo que debería volver antes, es decir, para dejarlo descansar así que puede contactarse con mi jefe después y él le recibirá sus pedidos, puede quedarse con las muestras no hay problema.—Dijo para levantarse un poco nervioso acercándose a la puerta rápidamente mientras sentía cómo sus mejillas ardían. —espero que se recupere pronto..

Dio una reverencia y salió del lugar rápidamente para volver a subir a la carroza tratando de olvidar la incómoda situación que habían vivido hace un momento.

Gotas de lluvia /NoMinWhere stories live. Discover now